Las empresarias intentan dar por zanjada la falsificación de votos en las elecciones
La empresaria que denunció la falsificación de su voto a favor de la presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias, Eva Fernández, ganadora de las pasadas elecciones, cree que esta no tuvo «mala fe» e interpretó mal una conversación telefónica que en la jornada electoral se convirtió en un voto hacia ella.
Es decir, ambas han hablado el asunto y tratan de darlo por zanjado, insistiendo en que como la empresaria deseó suerte a la candidata, esta lo interpretó como un voto a su candidatura, y así quedo reflejado de forma documental, es decir, con firma y DNI en la modalidad de voto anticipado (no presencial), que esta no ejerció.
El asunto iba camino de los juzgados, pero finalmente las afectadas lo han hablado entre ellas, y han acabado achacando a un malentendido lo que ha sido uno de los aspectos más espinosos de las pasadas elecciones en la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria (AMEC), el de la posibilidad de que los votos fueran falsificados.
Las elecciones fueron el pasado martes. Convocatoria electoral adelantada por la ya expresidenta Natividad Pérez, que fue desbancada por la actual presidenta, Eva Fernández (quien fue apoyada en su carrera electoral por las expresidentas Gema Díaz –que acaba de dejar Ceoe—y Carmen Carrión, con un cambio de alianzas de estas respecto a la situación inicial, por cierto).
Y todo en una tensa y larga sesión de recuento en la Cámara de Comercio, con gritos y acusaciones incluidas, que tuvo un episodio extra cuando una de las socias envió un escrito advirtiendo de que su voto había sido falsificado.
El reglamento y las modalidades de voto en esta asociación es tan ambiguo que crea este tipo de situaciones, y se dieron casos de empresarias que dieron el voto a las dos candidatas, usando las distintas modalidades (presencial, delegado o por correo).
En este caso concreto, no coincidía lo que la socia (Ana María García, de G3 Finanzas) dijo haber votado y lo que finalmente quedó reflejado, un voto a favor de la actual presidenta.
Esa situación se produjo con una docena de votos más, pero la candidatura de Eva Fernández, que ganó por una diferencia de 10 votos, se negó, entre gritos (como ha relatado el Comité Electoral) a que se hicieran llamadas de comprobación a las socias sobre lo que habían votado.
Ana María García envió un burofax, ante notario, citando su caso concreto, en el que entregó su voto por escrito a una integrante del equipo de Natividad Pérez y el voto quedó computado hacia Eva Fernández.
El Comité Electoral optó por derivar el asunto directamente al Juzgado para que fuera la justicia la que decidiera.
Pero la empresaria que lanzó este aviso habló posteriormente con la presidenta y entre las dos llegaron a la conclusión de que todo había sido un «malentendido”.
Así lo cuentan ambas en un escrito que han remitido a las socias, firmado por las dos, y al que ha tenido acceso EL FARADIO, en el que explican que la confusión fue fruto de una conversación telefónica entre ambas.
Al desearle suerte la socia a la candidata, esta interpretó que le estaba dando el voto, y así lo reflejó, mientras que la empresaria ejerció después el voto en el sentido que tenía previsto.
Ahora entiende que no hubo “mala fe” en el proceso, y dan por zanjado el asunto, obviando el tema de que de esa conversación telefónica derivó un voto anticipado, físico, con una firma que ella no hizo y que es necesaria para validar este tipo de votos.
Además, Eva Fernández ha accedido a realizar las comprobaciones de los votos confusos que se localizaron ese día, y a los que su candidatura se había negado inicialmente. La historia todavía no puede darse por finalizada.
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