Los SAOS: cuando lo importante es el proceso
Lo de enfrentarse al abismo de la hoja en blanco puede resultar o más fácil o más complejo de lo que puede parecer a cualquiera. Algunos entran en pánico, inmóviles ante el reto, otros se lo saltan a la torera buscando la trama sobre la que colgar sus miserias. Los encuentros azarosos de visita a ciertas ruinas es lo que tiene, y sí a eso le sumas una persistencia casi infantil por trazar líneas, el problema lo tienes resuelto. Otra cosa es lo que resulte de todo ello.
Quien quiera juzgar por si mismo estos resultados podra hacerlo si visita la librería Gil de la plaza de Pombo.
Allí colgaran hasta el día 27 de febrero las “Copygrafías” que Alfredo Santos («SAO.») ha ido perpetrando en diferentes lugares y momentos durante los últimos 3 años.
Ejercicios, bocetos y pensamientos en voz alta sobre un papel milimetrado del que se desconoce su uso real que enrollados y guardados necesitaban airearse para culminar su destino.
“ Paisajes, ciudades, civilizaciones. Entre la panorámica y el detalle, siempre en movimiento: trazando líneas. Camino y destrucción. En el interés por la suciedad y el ruido que caracterizaba a lo, para mí, más interesante de tus primeras obras, suerte de baúles donde cualquier cosa podía encontrarse, fue entrando lenta y pacientemente el cómic, y la viñeta trajo un paso a la arquitectura, a la ordenación más analítica de lo que sin embargo no dejaba de ser caos, un ordenado cultivo del desorden. Letras, números y objetos de todos tipos se fragmentan, y la viñeta se convierte en una particular máquina de abstraer; las figuras tienden a lo abstracto y las formas puras acarrean una tensa vecindad con su conversión en figura. Esas formas, en particular, se relacionan entre sí como personajes de la historieta que la obra aparenta ser. Muchas formas, por tanto, comienzan a parecer muchas cosas y muchas cosas empiezan a ostentar muchas formas. “
Con estas palabras Rubén García López acierta a señalar el camino por el cual transitar estos grafismos, que no interpretarlos, cosa que ya queda en manos del espectador y muy lejos de la intención del propio autor.
Alfredo Santos propone, traza, inventa, improvisa y se deja llevar por el ritmo de las líneas y espacios que él mismo se va descubriendo en un ejercicio de aburrimiento y entretenimiento.
Librería Gil continúa prestando su espacio para dejar ver otras voces, en este caso gráficas, más allá de pretensiones a corto plazo y ya trilladas, habitando un interesante lugar entre lo subjetivo y su potencial a pie de calle.
Alfredo Santos («SAO.») es un dibujante que lleva varios años trabajando alrededor del concepto procesual del dibujo como desarrollo de trazos y su relación con lo temporal.
Por este camino dialoga con otras disciplinas artísticas, cómo la música o la danza , por medio de la improvisación y los puesta en directo.
Alfredo Santos entiende el dibujo y lo gráfico en general como un medio de expresión que no debe limitarse a los cánones de la representación y sí explorar las posibilidades del trazo y lo gestual en la constitución de lo gráfico.