Buscando la ilusión perdida
Se suele decir que el fútbol es un estado anímico, que es una de las cuestiones fundamentales que ayudan a un equipo a ir bien, o por el contrario a que no le salgan las cosas y le vaya mal.
En el Racing esta temporada no se acaba de encontrar la ilusión que se contagie de unos a otros, es más, parece existir mayor hastío que ilusión, con todos los riesgos que esto entraña en las diferentes facetas del club, principalmente la deportiva.
En estos momentos el Racing pasa una difícil situación deportiva e institucional. Con el equipo en puesto de descenso y muchas bajas, además de seguir sufriendo los malditos impagos tanto plantilla como empleados, sigue en curso una ampliación de capital que se está haciendo demasiado larga para todo el mundo.
En la ampliación de capital encontramos una de las principales razones del cansancio que siente la gente, cuando debería de ser todo lo contrario, una razón que motivase a participar e involucrarse con el club que sienten como suyo, pero el pésimo desarrollo de la misma, como la opacidad que ha rodeado alguno de los asuntos relacionados con ella, han motivado que la desconfianza y el hastío de la gente hayan aumentado.
Noticias como la que conocimos hace pocas semanas, en la que el actual Consejo de Administración no recurrió en tiempo y forma una petición de Juan Antonio Berdejo para embargar parte de la cuenta de la ampliación (unos doscientos mil euros) y su posterior ocultación a la gente, no han hecho más que disparar el hartazgo de una afición que está cansada de que siempre se le exijan esfuerzos, mientras se siguen sin ver grandes cambios en la gestión social, deportiva o económica del club.
Desde luego, también influye el apartado deportivo, en el que el juego del equipo no engancha más que a ratos, sacando menos resultados positivos de los deseados como local, haciendo que la gente no se acabe de ilusionar con el equipo para tirar de él hacía la salvación deportiva, que sin ninguna duda será fundamental en la salvación institucional que todos deseamos.
Como a veces valen más las imágenes que las palabras, a continuación podéis ver dos fotos del mismo evento. La primera de la celebración del centenario, con el club secuestrado por los ‘chorizos’ y en la segunda una del 102 cumpleaños de este pasado fin de semana, con el club en manos más decentes.
Es obvio la diferencia de asistencia que hubo entre una y otra. Fue mayor la asistencia de la afición al cumpleaños donde nos encontrábamos bajo el maltrato de la propia institución, que al del 102 con un club en manos más decentes.
Esto debería ser analizado detenidamente y con auto crítica por parte de los encargados de este evento, la A.P.R. que mostró falta de imaginación repitiendo muchos de los actos de otros años, e incluso suprimiendo alguno.
Creo que lo mejor será pensar que el del 102 no fue nuestro mejor cumpleaños, porque incluso el equipo dejó escapar un punto que bien pudieron ser tres ante el Leganés, con un estadio con una escasa asistencia a pesar de los precios populares, pero siempre teniendo claro que hay que trabajar en que el cumpleaños 103 no esté envuelto en un ambiente tan frío como este.
El cansancio de la gente por los continuos esfuerzos realizados para con su equipo, cuando la respuesta desde la propia institución es una y otra vez opacidad y desconcierto, puede ser una de las claves de esta situación.
Aún se sigue achacando a la poca respuesta de la gente el fracaso de la ampliación de capital desde muchos sectores, sectores que aún no han pedido la explicación de por qué se ocultó una información tan importante como el embargo de Juan Antonio Berdejo de una parte de la cuenta de la ampliación. De hecho, públicamente seguimos sin conocer explicación alguna a esta chapuza.
Aquellos que en su día fueron fiscalizadores vehementes con los antiguos consejeros, ahora son demasiado condescendientes, una vez han ocupado puestos representativos en diferentes organismos relacionados con el club, directa o indirectamente.
Incluso la Comisión Mixta que se supone está compuesta por todas las facciones organizadas del racinguismo, ha perdido una credibilidad fundamental para el racinguismo de a pie, una vez ha aceptado ocultaciones como la ya contada por parte del Consejo de Administración. Parece que todos ellos han optado por el seguidismo en vez de por la fiscalización.
Con este panorama en el que nos encontramos con muchos racinguistas cansados de tantos problemas, es difícil encontrar la ilusión.
Este próximo fin de semana tenemos una batalla fundamental en lo deportivo con numerosas bajas ante el Recreativo de Huelva. Seguro que lo que suceda en el campo será vital para empezar a encontrarnos con la ilusión por la permanencia, por la supervivencia del club.
Aunque ahora prácticamente todo el racinguismo está en una tensa espera para ver si la «plataforma de salvación» impulsada por los ex jugadores pueden completar la inyección económica que cumpla con el capital mínimo exigido por el Consejo Superior de Deportes en la ampliación, todo pasa por salvar la categoría, pues su proyecto económico para poner el contador financiero a 0 a cinco años vista, pasa ineludiblemente por permanecer en categoría L.F.P.
Si en el mejor de los escenarios esto sucede y para finales de marzo se puede empezar a trabajar en nombrar un nuevo consejo, espero sinceramente que tengan la capacidad y la valentía de realizar una remodelación que traiga aire fresco a la entidad en todas sus parcelas.
Eso será primordial para conseguir encontrar esa ilusión perdida en el racinguismo de a pie, para los que nunca dejaron su localidad en el campo libre, y para los que se han ausentado por hastío, consiguiendo que vuelvan junto esos cinco o seis mil racinguistas que nunca abandonamos al equipo. Entre todos y todas será más fácil luchar por un cambio verdadero en la institución.