El ‘Funky Andaluz Embrutessío’ de O’Funk’illo, en Escenario Santander
Hora de O’Funk’illo, hora de guasa, cachondeo, diversión al ritmo de un grupo que deleita cuando se sube a un escenario. Llevan todo lo que llevamos de siglo haciéndolo, y ahí siguen, dando cera y provocando que el que contempla el show no pare de moverse.
Estarán este viernes en Escenario Santander, a partir de las 21 horas.
Aunque no sea un grupo de masas, este conjunto sevillano ha logrado hacerse con una parroquia fiel que acude siempre que puede para poder disfrutarles. Su asistencia a festivales ya no es tan asidua, en parte porque hay menos festivales, pero han sido referencia en algunos carteles como los de En Vivo, Viña Rock (adónde irán esta primavera) o aquel Espárrago Rock que se celebraba en Jerez de la Frontera hace ya muchos años.
El ambiente en un concierto de O’Funk’illo es fiestero. Pero sin duda. Andreas Lutz, el cantante, pide repetidas veces que el público disfrute, que levante los cuernos y lo dé todo por la música. Sus acompañantes sobre las tablas lo refrendan con ritmos rápidos, pero sobre todo animados y bailongos.
El motivo de esta visita es que el pasado otoño los andaluces sacaron su quinto disco a la venta, ‘5mentario’, una nueva celebración del ‘Funky Andaluz Embrutessío’ como ellos denominan su música. Un disco que no tiene la fuerza de sus dos primeros lanzamientos (‘O’Funk’illo’ y ‘En el Planeta Aseituna’), pero que respira funky por todos los lados y que seguro que dará tres o cuatro canciones interesantes para sus conciertos.
En directo, hay que reconocerlo, ya no son lo que eran. En esa época de sus dos primeros discos, sus shows eran sencillamente arrolladores. Al ritmo de un joven y enérgico Andreas, el derroche de sudor estaba garantizado. Los malos tiempos llegaron en 2006, cuando el vocalista dejó el grupo y el resto de sus componentes siguieron bajo otras denominaciones. A la vuelta del cantante, en 2010, su físico ya no le permitía los excesos, celebrados por el público, que desplegaba siempre, pero eso no impide que se pueda disfrutar de lo lindo de O’Funk’illo en directo.
13 euros es una muy buena inversión para ver a esta banda. Es cierto que, una vez producida la reunión, el guitarrista Javi Marciano dejó el grupo y es una pena no poder contar con él, pero con su nuevo componente Rafa Kas el disfrute también está garantizado. Ahora bien, el consejo fundamental para seguir un show de O’Funk’illo es tener siempre un ojo puesto en Pepe Bao, uno de los mejores bajistas que se pueden ver en España y que es mucho más que una base rítmica. Seguro que deja algún solo con su instrumento de los que dejan boquiabiertos al personal.