La otra cara del negocio literario
El Día del Libro no es solo el 23 de abril. Al menos no para millones de lectores que no esperan a este día para disfrutar de un buen rato de lectura, o para perderse en alguna de las pequeñas librerías de la ciudad para rescatar un libro en el que no habrían caído de haber mirado los estantes solo superficialmente.
Hay auténticos tesoros esperando en estos locales, abiertos por personas con verdadera vocación por la palabra escrita, por un pensamiento crítico y con ganas de salirse de la corriente.
Algunos de ellos no celebrarán el Día del Libro por cuestiones éticas, por considerarlo “doble moral”, mientras que otros confiesan que los negocios pequeños no dan abasto para poder organizar varias actividades como sí hacen las librerías de mayor tamaño.
También hay propuestas sencillas, aunque originales, que compiten con el despliegue de firmas de autores y el gran listado de actividades que ofrecen otros centros.
KATTIGARA
Ubicada en la calle San Luis, a apenas unos metros de una de las grandes, Estudio, se encuentra situada la librería Kattigara, que abrió en otoño de 2012 y que comparte nombre con la editorial propiedad de la familia.
Aura y Javier Tazón son dos hermanos que se han propuesto aportar su granito de arena a la venta de libros independientes.
No huyen de los best Sellers, aunque sin duda apuestan por la calidad y para prueba de ello tienen a sus clientes, siempre satisfechos por las recomendaciones que les hacen, y por las actividades que promueven en su espacio.
En su caso, no habrá actividades especiales para el Día del Libro, pero sí han propuesto a su clientela rescatar el concepto del libro usado. Por ello, este jueves habrá un 30% de descuento en todos los libros de segunda mano, colección que es bastante amplia en esta librería.
“No ha descendido el número de lectores, ni la afición por las letras, sino la capacidad adquisitiva de la gente”, asegura Aura. “Hemos comprobado que el público quiere buenos libros, pero no están los bolsillos para los precios de las novedades, y por esa razón en Kattigara ofrecemos un amplio surtido de libro usado”.
LA LIBRERÍA DEL PUERTO
Bajo esta premisa de descenso de ventas también se pronuncia Pedro Cortés Ledesma, co-propietario de La Librería del Puerto, ubicada en la calle Ruiz Zorrilla 17. La librería abrió sus puertas en octubre de 2009, de la mano de Pedro y su madre Socorro, ambos filólogos y profesores.
Socorro siempre dijo que su sueño era montar una librería después de jubilarse, y lo cumplió cuando su hijo y ella decidieron juntar ahorros y hacerse con un local de dos plantas para materializar ese sueño.
Mientras la planta baja está dedicada a la literatura (hispana, iberoamericana, norteamericana, francesa…), la planta alta tiene una especialidad en naútica y mar, lo que le distingue de las demás librerías de la ciudad.
Y es que provienen de una familia de pescadores y marineros que siempre se muestran interesados en recomendarles las mejores publicaciones sobre el sector, ya sean técnicos o a modo de novela.
En opinión de Pedro, la disminución de compradores viene del surgimiento de la informática. No solo del ebook “que también”, sino por todo el mundo de Internet. “La gente prefiere perderse horas en las redes sociales que sentarse a leer un buen libro”, asegura.
Pese a eso, ellos no pierden la esperanza por el trabajo. Dedican todas sus horas libres a leer, a mantener contacto con editoriales independientes para ofrecer títulos alternativos, y procuran que cada uno de ellos (ellos dos y la empleada que tienen) tenga una especialización de cara a ayudar al cliente.
Aun así, Pedro confiesa que los lectores se dejan guiar por la moda del momento. “Se ha vendido mucho la de 50 Sombras, pero también influye cuando un escritor es noticia. El año pasado se vendió mucho de García Márquez, y este año la gente se interesa por Eduardo Galeano. Hemos vendido bastante de Crónicas latinoamericanas y Las venas abiertas de América Latina”, nos asegura.
Ellos no tienen pensada ninguna actividad especial para este día, “no somos suficientes”. Eso sí, tienen planeada una semanilla cultural la primera semana de junio para compensar.
Comenzaría el lunes con una actividad con el Centro Cultural Eureka, quienes llevarán a la librería a Marcos Díez, director de la Fundación Santander Creativa, quien recitará sus poemas amenizado con la música de Paco Arráez (Vrilnoise).
También nos ha adelantado que esa semana acogerán la presentación del libro ’49 goles espectaculares’ del autor italiano Davide Martini. Se trata de una obra de temática LGTB editada por la editorial ‘Dos bigotes’.
Las que seguirán con su vida normal son dos librerías muy especiales en Santander, ya que ambas están compuestas por senda asociaciones colaborativas y críticas.
LA LIBRE
La Libre, ubicada en la Rampa de Sotileza, lleva abierta desde el año 2001. Se trata de un centro social autogestionado donde realizar charlas, presentaciones de libros y documentales, o reuniones de colectivos.
Lo gestiona una asamblea de diez personas en las que ningún miembro recibe remuneración económica por su trabajo.
Para ellos, la cultura y los libros no son un negocio “sino una apuesta política”. Por ello, creen en la creación de “espacios colectivos autogestionados más libres y justos al margen de los poderes económicos y políticos establecidos”.
Por esa razoón no han entrado en el juego de esta celebración, sino que continuarán con su actividad normal. Una actividad que reúne sus objetivos de “vislumbrar los posibles puntos débiles de este sistema”: La Asamblea en Defensa de la Senda y Costa Norte de Santander ofrecerá, a las ocho de la tarde, una charla sobre las obras de la senda, que hoy continúan dando que hablar y sin soluciones viables sobre la mesa.
LA VORÁGINE
La otra librería, La Vorágine, se ha mostrado aún más crítica con la celebración del Día del Libro. “Es un montaje comercial”, manifiesta Paco Gómez Nadal, el voluntario más conocido de los ocho que componen esta asociación de cultura crítica.
“Nosotros no creemos en el Día del Libro; creemos en el apoyo al libro por parte de instituciones y de todo el mundo permanentemente”, confirma Gómez Nadal, que califica de “hipócrita” que se celebre una Feria del Libro “financiada con dinero público para beneficio del sector privado”, mientras que, tal y como asegura, “se han recortado los presupuestos para las bibliotecas y los colegios”.
“Me parece de una doble moral terrorífica”, concluye tajantemente. Claro y sin pelos en la lengua, tal y como quieren los fieles a esta librería ubicada en la calle Cisneros, 15.
Al igual que La Libre, La Vorágine ha surgido bajo el amparo de una asociación crítica compuesta por ocho voluntarios que no reciben ningún tipo de remuneración.
Se mantiene con las ventas y el apoyo de sus fieles, entre los que destacan Los Amigos de La Vorágine, un grupo de unas setenta personas que apoyan el proyecto ya sea económicamente o con su trabajo.
Su público es fundamentalmente crítico, que busca libros muy concretos. Están especializados en ensayos críticos, sociológicos y políticos, aunque también tienen un rango de público interesado en poesía independiente que no pueden encontrar en otros espacios de la ciudad.
Para ellos mañana será un día normal como otro cualquiera. Su agenda semanal no se modifica, aunque eso no significa que esté vacía.
Este miércoles, sin ir más lejos, acogerán a las siete y media de la tarde la presentación de la novela ‘Tangoman’ de Kepa Murua, que trata sobre la crisis de identidad y la desorientación psicológica y sociológica del hombre moderno.
El jueves, La Vorágine viajará a Colombia con Blas Ferrero y Mª Antonia Silgo, miembros de la Comunidad de Base Santo Tomás de Aquino, quien a su vez forma parte de la Comisión Ética desde el año 2006.
Estos dos activistas han recogido diversos testimonios sobre el conflicto con las FARC, ahora tan actual al haber comenzado un acuerdo de paz con el Gobierno colombiano.
Su intención es poner a las víctimas en primer plano, para que sus testimonios sean tenidos en cuenta por parte de la Comisión de la Verdad, cuya creación, en estos momentos, está propuesta al Gobierno de la Nación. Este encuentro tendrá lugar a las siete y media.
Y el viernes continúan con su habitual ciclo de ‘La Palabra Rota’, coordinado por Vicente Gutiérrez, que busca reflexionar y debatir sobre la ruptura del lenguaje coloquial en la escritura del poema. Para ello, cada semana cuentan con dos poetas que este viernes 24 serán el valenciano Viktor Gómez Valentinos y el riojano Enrique Cabezón. Como siempre, será a las siete y media de la tarde.