Con la reforma del muelle de Gamazo, ligada a la construcción de la duna de Zaera dentro del proceso emprendido a raíz de la celebración del Mundial de Vela, se rescató también la Casa de Bombas, una infraestructura de la época portuaria, ya en desuso.

En ella se ubicó un Centro de Interpretación, en un proceso del que no trascendió que incluía también la apertura de servicios hosteleros.

Al margen de que ese uso no fuera difundido desde las instituciones en sus mensajes públicos, a Unión, Progreso y Democracia (UPyD) no le salen las cuentas: en sus 291 metros cuadrados no resulta «factible» compatibilizar ambos usos, el cultural y el hostelero.

“El modelo de ciudad que apoyamos y reivindicamos los santanderinos no puede ser el de sustituir museos por cafeterías”

Por eso, el partido denuncia el «empobrecimiento» del proyecto, según advertía el candidato a la Alcaldía, Íñigo Velasco.

«Está claro que hoy, tras las inversiones realizadas, la zona es más atractiva y algunos ven una oportunidad de negocio clara: aprovechar la inversión pública pagada por todos en beneficio particular, hacer un uso privado del patrimonio de todos”, añadía.

Y recordaba que «no es la primera vez que este tipo de maniobras se dan en la ciudad» y poniendo como ejemplo el Mercado del Este, otra dotación cultural rehabilitada en la que acabaron instalando negocios hosteleros.

La Casa de Bombas, inaugurada el pasado 3 de septiembre, fue definida por los dirigentes municipales de Santander como un “símbolo con el que recuperar el entorno portuario”.

El edifico ha contado con una exposición de fotografía sobre la historia del Dique de Gamazo desde los inicios de su construcción en los primeros años del siglo XX hasta su rehabilitación.

La muestra sobre el Dique de Gamazo, Bien de Interés Cultural, ha tenido más de 50.000 visitas desde su inauguración.