A tres días del inicio de la campaña electoral a los comicios autonómicos y municipales del 24 de mayo, hay quien parece haber pensado que los partidos más pequeños ya tienen bastante trabajo y ha decidido quitarles una parte, la de la pegada de carteles,

La campaña de las europeas estuvo marcada por las protestas por el reparto de espacios para los carteles

Como sucedió en la guerra de los carteles de las elecciones europeas del año pasado, los partidos más pequeños, los ajenos al bipartidismo en España y al tripartidismo en Cantabria, tendrán menos espacio que los demás para exhibir sus lemas, propuestas o imágenes de sus candidatos.

Y eso que ha habido un cambio de criterio dentro de la Junta Electoral Central, el misterioso organismo que vela por el proceso electoral (al que se dirigen las denuncias por las falsas inauguraciones, por ejemplo).

Porque en un principio se planteaba un reparto directamente en función de los resultados electorales: a más resultado, más espacio.

De hecho, la Junta Electoral ha sido (algo) más flexible de lo esperado: en principio se distribuyen los espacios en función de los resultados de los últimos comicios, lo que excluye a los nuevos partidos (es lo que le pasó a Podemos en las europeas), pero se ha acabado asumiendo que se deben tener en cuenta otros procesos electorales cercanos en los que han superado la barrera del 5% de votos.

Y así, aunque formaciones como Podemos o Izquierda Unida o no existían las pasadas elecciones autonómicas y municipales o no lograron representación, se les incluye en un concepto denominado ‘grupo político significativo’, algo así como partido con posibilidades electorales, en base a otros comicios (en este caso, las europeas y las generales de noviembre).

Con todo, la representación que se les concede, dentro del reparto de carteles, nunca podrá ser superior a la que tienen los grandes, de modo que al primar el criterio de la proporcionalidad, el efecto que se consigue es que se hace más grandes a los grandes y más pequeños a los pequeños.

EL REPARTO EN CANTABRIA.

En el caso concreto de Cantabria, según documentación a la que ha tenido acceso EL FARADIO, el reparto se traduce en:

-que los partidos del tripartidismo suman el 75% de los espacios (35% PP, 25% PRC y 15% PSOE)

-los partidos ‘significativos’ (UPyD, Podemos e Izquierda Unida), el 15% (un 5% a cada una)

-Y el resto de partidos se repartirán el 10% que queda.

En este último grupo figuran partidos como Ciudadanos o Equo, o los de corte vecinal (en unas elecciones en los que precisamente están proliferando), caso, por citar un ejemplo, la Iniciativa Vecinal Ribamontán al Mar, a la que se le asigna un 1% y que ironizaba en redes sociales con que sólo podrán colocar un cartel en una de cada cien farolas de este municipio.

EL CASO DE LAS EUROPEAS

Algo parecido sucedió en las elecciones europeas del año pasado, en las que la gran revelación, Podemos, que obtuvo cinco eurodiputados, protestó con distintas acciones por el escaso peso que en el reparto de espacios se les había concedido.

De hecho, protagonizaron una protesta en el arranque de campaña del Partido Popular, en un momento en el que hubo escenas de tensión.

Y finalmente se les dio la razón cuando recurrieron las decisiones de la Junta Electoral.

De hecho, se cita como antecedente la victoria que en las europeas consiguió Podemos, con una resolución de la Junta Electoral de Zona de Santander que dio la razón a un partido que entonces no tenía tantas expectativas electorales como ahora, fijando el criterio de la pluralidad por encima del de la proporcionalidad cuando hubiera espacio suficiente.

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