Ya se puede circular por el vial de Amparo
Llueve y hay coches circulando desde el vial de la S-20, el vial de Amparo. Desde un Renault Laguna un conductor nos avisa de que él no lo cogerá nunca, da marcha atrás y pasa de largo. Se lo hemos oído a alguno más. En cualquier caso, el Ayuntamiento de Santander es muy optimista: lo van a usar ni más ni menos que 5,5 millones de vehículos al año.
Llueve y es campaña electoral. Lo sabes porque una constructora (otra) se encarga de publicitar en el periódico una obra municipal que entra en servicio en plena campaña, y los partidos de la oposición advierten de que canta bastante.
Y también porque a pocos metros, en el Parque de Las Llamas y en el Palacio de los Deportes, se ha celebrado un acto electoral en el que ha participado la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría. Lejos queda ya la polémica de si los cargos públicos viajan a los actos de partido con cargo a los fondos del partido (particular) o de las instituciones (colectivas).
No lo sabemos, ni tampoco si para desplazarse a otra ruta de su visita (el albergue de Candina) los que salen en los autobuses públicos han utilizado ese vial, el de al lado o el túnel que comunica Los Castros con el centro.
Pero no es una obra electoral, no dice (porque no responde) el alcalde y candidato del PP cuando en un acto electoral le preguntan por la apertura del vial tres días antes de las elecciones y dos días después de abrir una pasarela de hormigón en otra parte de la ciudad.
Llueve y hoy pasan coches por el vial. Hace unos días allí estaban vecinos honrando la memoria de Amparo en lo que hubiera sido su 87 cumpleaños, y el pasado verano unas 70 personas acamparon allí en una acción de protesta y durante estos meses hubo un momento en que la gente se acercaba a la finca a charlar con ella.
Llueve y al Juzgado ha llegado una demanda. Hoy por el vial circulan algunos coches, y hace unos meses en el Ayuntamiento de Santander se firmó el decreto del desalojo de Amparo Pérez de su casa.
Lo firma el concejal de Obras, en lugar del alcalde, Íñigo de la Serna, y ese es uno de los principales argumentos en que se basa la demanda: en que debió hacerlo él y no lo hizo. Pero también en los problemas para la notificación de las resoluciones, y en otro punto, en que se dio potestad a la empresa adjudicataria para acceder a la finca, y la familia de Amparo se refugia en la Ley para matizar que eso es algo que sólo pueden hacer las Administraciones Públicas.
Llueve y seguimos sin conocer los informes a los que aludió el Ayuntamiento de Santander para justificar los sobrecostes que aprobó a los pocos días de la muerte de Amparo Pérez y que trató de ocultar en la nota de prensa de los acuerdos de la Junta de Gobierno. 200.000 euros.
Pero sí sabemos que a pocos metros hay otro vial similar, muy parecido, que lo hicieron algunos de los mismos, y que también tuvo sobrecostes (1,3 millones de euros). Y que hasta el Tribunal de Cuentas, que no es que suela ser especialmente rápido, se dio cuenta de que esos sobrecostes no tenían justificación, que fueron por causas que los ingenieros de la ciudad de los ingenieros debían saber con antelación, precisamente por ser ingenieros tan buenos.
Llueve, y no sabemos si el asfalto del vial es ecológico, como ese que fabrica Copsesa en Camargo en una planta cuya gestión investigan los tribunales y las instituciones europeas.
El Ayuntamiento de Santander llegó a decir que quería generalizar su uso en todos los viales de la ciudad. Hoy ese proyecto ni siquiera figura en su programa electoral.
Pero no os preocupéis, Copsesa (aquí un amigo), está bien: la empresa que cambió las aceras del Cabildo es la que se encarga de mantener todos los viales de la ciudad. Mires por donde mires, por muy bien que esté la calle, y por mucho que llueva, en Santander siempre hay un operario de Copsesa y siempre habrá un vial.