En Cantabria han saltado las alarmas por dos casos continuados de violencia de género. El pasado 31 de mayo un hombre tiró por la ventana a su mujer en su casa de Polanco. Ella, de 32 años, ha sido trasladada al Hospital de Parapléjicos de Toledo mientras él se encuentra en El Dueso.

Este pasado sábado era Camargo quien recibía el golpe de la violencia de género. Un hombre asesinó a su mujer de una puñalada, dejando el cadáver abandonado en la misma casa donde sus hijos de 5 y 10 años dormían, y horas después se suicidaba en Peñacastillo. En ninguno de los casos había denuncias previas por malos tratos.

Son dos casos de violencia de género, tal y como está tipificada en el Código Penal español. Pero hay mucho más de esta lacra social que no entra dentro de las bases de datos oficiales.

Hablamos de todos los casos de feminicidio, es decir, el asesinato u homicidio de las mujeres por el solo hecho de ser mujeres. Mientras que los datos se centran en la violencia dentro del marco de la pareja, este tipo de actos se extiende más allá.

Solo el 52% de los casos se consideran cifras oficiales pues la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género solo reconoce los asesinatos de mujeres en el marco de la pareja o expareja.

Son las agresiones sexuales que derivan en muerte, los padres que matan a sus hijas, los hijos que matan a sus madres… y otro tipo de violencia del que no se habla: el asesinato de prostitutas. Hasta 24 de estas mujeres fueron asesinadas en España entre los años 2010 y 2014, sin que sus casos englobaran la lista de las asesinadas por violencia de género.

“Esa violencia no está registrada oficialmente ni está visibilizada socialmente”, denuncia Graciela Atencio, de la Red Feminicio.net, en una entrevista a Buenas Tardes Cantabria (BTC). Esta plataforma se encarga de recabar información sobre cualquier tipo de violencia contra las mujeres por el hecho de serlo, aunque no es tarea fácil.

“En España no hay datos de los ingresos hospitalarios ni de los intentos de asesinatos”, denuncia. “Y ese es un dato fundamental para medir la violencia extrema”. Por esa ‘laguna informativa’, la red se centra mucho en las publicaciones de los medios de comunicación, hacen seguimiento de las sentencias judiciales e insertan cada caso en un archivo con más de 50 campos donde clasifican las características de la víctima y el agresor.

AUMENTAN LOS ASESINATOS FAMILIARES Y POR ROBO

“Es importante llevar un sistema de monitoreo de la sociedad civil porque ésta permite visibilizar casos que el Estado no reconoce”, afirma Atencio. Y gracias a este monitoreo han realizando la base de datos de Geofeminicidio, que muestra que en el periodo 2010-2014 se registraron en España 504 feminicidios y 60 asesinatos de mujeres, es decir, un total de 564 casos.

De estos casos, solo el 52%, es decir 292 de ellos, se consideran cifras oficiales pues la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género solo reconoce los asesinatos de mujeres en el marco de la pareja o expareja.

Sin embargo, según los datos de Geofeminicidio, en los últimos años se refleja un aumento del feminicidio familiar y de los asesinatos por robo, mientras que se han reducido levemente las muertes por violencia de género en la pareja.

El porcentaje de cifras oficiales, mientras que en 2010 estos últimos casos representaban a un 58% del total, y en 2014 esta cifra alcanzó el 52%. Concretamente, en 2014 se registraron 102 casos de feminicidios, aunque se cree que a lo largo de 2015 estas cifras pueden aumentar al descubrirse con posterioridad el crimen.

España tiene una tendencia menor a la media europea, y en Cantabria el feminidio está por debajo de la media española

En España, la media anual durante el periodo de estos cinco años es de 4,78 mujeres asesinadas por cada millón de mujeres. Este ratio es inferior al de la media de los 28 Estados europeos, que se sitúa de acuerdo con datos de 2011 en 5,6 mujeres asesinadas por cada millón de mujeres. De hecho, países como Francia o Alemania tienen mayor porcentaje de muertes por feminicidio.

Cantabria también tiene un ratio inferior al de la media española, en torno a 3 muertes por cada millón de mujeres. Las comunidades autónomas con menos feminicidios son La Rioja (1,26), Navarra (1,87), Murcia (2,20) y Extremadura (2,91). Por su parte, las ciudades autónomas de Melilla (9,74) y Ceuta (9,55) son las que mayor tasa de prevalencia tienen.

También destaca con diferencia el espacio privado como lugar en el que se ejerce este tipo de violencia extrema contra las mujeres: 362 de los 564 casos (64%) han tenido como escenario del crimen la vivienda. Esto está en consonancia con el ámbito donde se desarrolla la relación entre víctima y victimario, tanto en los feminicidios íntimos como en los familiares e infantiles.

“HAY QUE LUCHAR CONTRA LOS ESTEREOTIPOS QUE SE ESTÁ MANDANDO A LOS MÁS JÓVENES”

En declaraciones al programa, Graciela Atencio denuncia que en los últimos años ha bajado el número de denuncias por violencia de género. “Lo que nos parece alarmante es que las medidas de protección otorgadas por los jueces se hayan reducido casi un 50%”, destaca. “Esto puede dar, de manera indirecta, una política de impunidad hacia los maltratadores”, advirtió la experta.

Tras la entrevista, la tertulia de BTC giró en torno a la triste noticia del lunes. Los tres tertulianos denunciaron esta “lacra social”, con especial rechazo a los últimos hechos acontecidos en la provincia.

María Luisa Peón, miembro de la Ejecutiva del PP y concejal en Torrelavega, destacó que una medida urgente es “darle a las mujeres todas las herramientas para su independencia, no solo económica sino también mental”.

“Lo que nos parece alarmante es que las medidas de protección otorgadas por los jueces se hayan reducido casi un 50%”, destaca Atencio. “Esto puede dar, de manera indirecta, una política de impunidad hacia los maltratadores”

Según la popular, esta independencia mental se consigue con educación, algo a lo que estuvo de acuerdo el número uno de Ciudadanos en el Parlamento, Rubén Gómez. Esta educación consiste en “luchar contra los estereotipos que desde la televisión se está mandando a los más jóvenes”.

Peón se refiere a los nuevos formatos televisivos donde se marca una pauta opresiva y machista, y donde se deja ver a las más jóvenes que “el control que puedan ejercer sobre ellas es un halago”.

Mar Bolado, empresaria de MMBC y Stringflex, pidió una merecida autocrítica para los medios de comunicación, ya que considera que el tratamiento que se hace de estos casos de violencia “no es el adecuado”. Especialmente ha criticado el uso que se hace de las entrevistas a los vecinos y las preguntas morbosas habituales. Una crítica que los medios de comunicación debemos asumir y tratar de corregir.