“El cambio debe darse de abajo para arriba”. Esa es una de las conclusiones, quizá la más importante, que se puede sacar del encuentro que este lunes han mantenido en La Vorágine las distintas fuerzas de izquierdas de Cantabria.

Es la lucha que mantienen las formaciones municipales, Asamblea Ciudadana por Torrelavega (ACPT) y CastroVerde. Ambas han surgido tras años de trabajo social, con la idea de cambiar el sistema y no tanto el ganar las siguientes elecciones.

De izquierda a derecha: David Remartínez (moderador), Jon López (Podemos), Alejandro Pérez (ACPT), Jorge Crespo (IU), Umberto Bilbao (CastroVerde) y Alejandro Ahumada (Equo).

“Si el objetivo son las elecciones, creo que no es posible”, asegura Alejandro Pérez, segundo concejal de ACPT en Torrelavega, ante la pregunta de si un nuevo proceso de confluencia podría tener éxito en Cantabria. “Pero si son consecuencias de compartir procesos, maneras y principios, puede darse”, opina.

El nuevo concejal de ACPT afirma desconfiar del proceder asambleario de las nuevas formaciones (en el caso de Podemos) que se ha realizado en poco más de un año. Considera que se trata de un proceso que se ha creado “desde arriba”, y que su proceder “ficticio” podría llegar a “dañar o debilitar un tejido social que podría estar creándose”.

Un pensamiento, el de sumar el municipalismo de abajo arriba, que comparte Humberto Bilbao, miembro de CastroVerde. Esta formación es realmente la gran vencedora de todos los partidos que se han reunido este lunes. Tras ser pionera en Cantabria en el movimiento asambleario, se ha convertido en un referente nacional al obtener un amplio respaldo electoral que les ha permitido hacerse con la alcaldía en Castro Urdiales.

“Nosotros fuimos los indignados del 2011”, ha recordado Bilbao, rememorando su origen de la unión de distintos vecinos con diferentes perfiles: de izquierdas, anarquistas y ecologistas; que en 2011 decidieron unirse en una asamblea ciudadana y presentarse a las elecciones locales. “Somos municipalistas y no tenemos pretensión de ir más allá”, ha resumido, lo que puede ser el secreto de su éxito: la ausencia de una ambición mayor que les haya descentrado.

Un númeroso público ha llenado la librería para asistir a este encuentro, que se espera que sea el primero de varios.

Desde CastroVerde creen más en la idea de una confluencia de grupos municipales. El secreto de que en cuatro años hayan pasado de cuatro a siete concejales, convirtiéndose en el partido más votado, es que sus miembros son personas muy ligadas a Castro Urdiales y muy conocidas por sus vecinos.

Algo que le pasó factura a Izquierda Unida, que presentó una candidatura con caras desconocidas, y que apenas sacó 300 votos. Este ha sido el tema más polémico de la tarde, y que ha calentado los ánimos de Humberto Bilbao (CastroVerde) y Alejandro Pérez (ACPT) contra Jorge Crespo, coordinador de Izquierda Unida Cantabria. Unos reproches que se han repetido, aunque no han llegado a protagonizar el debate por la intervención del moderador del debate, el periodista David Remartínez.

“LA URGENCIA PROBABLEMENTE DERIVE EN PARCHES”

Es el problema de estas confluencias: la variedad de tiempo y las prisas. En eso sí se han puesto de acuerdo los portavoces de las cinco formaciones representadas.

Mientras que las medidas sugeridas por ACPT y CastroVerde necesitan mucho tiempo para que ‘cuajen’, los votantes que apoyan a los nuevos partidos como Podemos, o los no tan nuevos como Izquierda Unida, tienen cierta urgencia por entrar en las instituciones y comenzar a cambiar las cosas desde dentro.

Alejandro Pérez (ACPT): “Si la primera transición fue mala, miedo me da la segunda”

“La urgencia probablemente derive en parches”, opina Alejandro Perez. Y lo considera peligroso, pues esto podría transformarse en una segunda transición por lo acelerado del proceder. “Me genera dudas”, mantiene. “Si la primera transición fue mala, miedo me da la segunda”.

CastroVerde solo ha apuntillado una cuestión: para ellos, en su municipio, el pasado 24M comenzó la primera transición. “El día 24, en Castro Urdiales, murió Franco”, ha zanjado Umberto Bilbao, ante el primer gran cambio que sufre la comarca.

Su formación está especialmente dolida por la decisión de IU de presentarse a las elecciones municipales, y el daño que podría haber causado esa fuga de votos en un espacio en que ambos comparten muchos de esos simpatizantes.

LA FALTA DE UN LÍDER

Sin embargo, esta no es la única cuestión que las formaciones han discutido esta tarde. Todos están de acuerdo en su objetivo pero, como ocurre a menudo con las fuerzas progresistas, les separa el proceder.

Por ello creen que la única manera de una confluencia real es encontrar a un líder común que aglutine a una verdadera masa social, y marchar todos bajo su halo. Alguien que arrastre a una masa social, como ha ocurrido con Ada Colau en Barcelona o Manuela Carmena en Madrid. La cuestión es: ¿quién es ese líder en Cantabria?

Desde Podemos se ven a sí mismos como ese líder. Alguien nuevo, que ha despertado ilusión y que ha movilizado a un electorado dormido o desesperanzado.

Jon López de Dicastillo, miembro del Consejo Ciudadano autonómico, ha hablado en nombre de la formación; pese a que entre el público estaba el propio José Ramón Blanco, su segunda diputada, Verónica Ordóñez, o uno de los hombres del Consejo Ciudadano nacional, Marcos Martínez Romano.

López se ha referido al título del encuentro ‘¡Qué vienen los soviets!’, para asegurar que espera que la ciudadanía les deje de “tener miedo” a lo que son, o a lo que un sector de la política asegura que son.

Jorge Crespo (IU): «Los ciudadanos han castigado la competencia y han premiado el cooperativismo»

Considera que ahora mismo ellos son los que tienen “la pelota sobre nuestro tejado”, ya que ahora mismo cuentan con visibilidad institucional. Por lo tanto, Podemos utiliza este argumento para tratar de “aglutinar” la masa social bajo su nombre.

Un argumento que no convence a las demás formaciones que, aunque cada una a su manera, consideran que el líder debe ser una persona que “con su trabajo vaya formándose poco a poco” una imagen de liderazgo indiscutible. Algo a lo que, además, se suma el carisma.

Es el caso del recién estrenado alcalde de Castro Urdiales, Ángel Díaz Munío, cuyo liderazgo en CastroVerde no discute ningún integrante.

PERDER LA COSTUMBRE DEL VOTO ÚTIL

Por su parte, desde IU, Jorge Crespo ha entonado el ‘mea culpa’ por los “errores” de su partido en estas pasadas elecciones, aunque ha insistido en que todos deben hacer autocrítica. «Las pasadas elecciones han sido un gran laboratorio, y ha quedado claro que los ciudadanos han castigado la competencia y han premiado el cooperativismo», ha afirmado.

Desde Equo, un Alejandro Ahumada que ha perdido protagonismo en comparación con otros de los portavoces, asegura estar contento con los resultados del 24M, aunque confiesa que “esperaba mucho más”. “Eso sí, la bola de nieve ya está rodando”, ha insistido Ahumada, que ha resaltado la importancia del municipalismo en su formación, que ha conseguido un buen resultado en Miengo pero no ha sacado representación autonómica.

Ahumada cree que este es “el primer paso”, y que lo ocurrido en los Ayuntamientos hará que en el futuro mucha gente olvide el llamado voto útil y apoye a nuevas formaciones, rompiendo definitivamente con el bipartisimo. “Creo que al final se perderá el miedo a votar a un partido minoritario o una confluencia entre varios de ellos”, ha afirmado.

Este ha sido, en definitiva, el primer encuentro de las fuerzas progresistas de Cantabria, aunque desde La Vorágine ya se ha invitado a las formaciones a seguir asistiendo periódicamente a su espacio para informar sobre el proceso que se está dando en la región, y en cómo puede evolucionar a lo largo de los siguientes cuatro años.

VÍDEO CON EL DEBATE