El Ateneo Popular reivindica su pasado
|| POR ÓSCAR ORTIZ ||
‘Ateneo Popular de Santander’ es el título del nuevo libro creado por el escritor Fernando de Viera que reivindicó, el pasado miércoles 9 de junio en rueda de prensa, la memoria del Ateneo Popular y sus logros del pasado, además de afirmar que “fue la entidad cultural privada más importante que ha existido en Cantabria”.
A la presentación acudieron figuras representativas del Ateneo Popular. Estuvieron presentes Jesús Cabezón, secretario general del Ateneo de Santander, Francisco Gutiérrez Diaz, presidente Estudio Montañés, José Ramón Saiz Viadero, historiador y periodista, y D. Fernando de Vierna, escritor del libro.
Desde el 1925 hasta el 27 de agosto de 1937, esta asociación cultural logró acoger a cientos de gentes de clase media-baja que no pudieron acudir al Ateneo de Santander, el hermano mayor que estaba destinado para las altas clases.
El Ateneo Popular se nutría fundamentalmente de las mujeres, que tenían vetado su acceso al Ateneo de Santander, y de los jóvenes con especial atención a los más pequeños ya que se impartían clases como la taquigrafía y una asignatura equivalente a la informática de hoy. Se trataba de unas enseñanzas que no existían ni en las escuelas públicas ni privadas.
Sus logros y el avance social y cultural en la capital fueron bastante notables. En palabras de José Ramón Saiz Viadero, el Ateneo Popular de Santander logró nutrir de sabiduría a la gente que menos recursos tenía y que estaban comprometidas con la ilustración. Las actividades que se desarrollaron fueron muy variadas como el canto o el aprendizaje de los idiomas.
“Este libro escribe la crónica de una labor frustrada”, comenta José Ramón Saiz cuando recuerda los objetivos a largo plazo de la asociación y que finalmente no se pudieron desarrollar. El 27 de agosto de 1937, las tropas franquistas tomaron el edificio y cesó su actividad de enriquecer culturalmente y socialmente a la población.
Otro de los grande logros que consiguió esta asociación fue la realización de viajes. La idea de desplazarse a otros lugares fuera de la provincia era algo impensable en los años 20 para la gente de clase media y baja. Sin embargo, gracias a la iniciativa desarrollada desde el Ateneo Popular pudieron conocer nuevos lugares y desplazarse fuera de la comunidad.
Por esta razón, su labor no solo fue cultural, sino que también tuvo un importante impacto social. Se logró romper una barrera con el País Vasco y establecer conexión con la comunidad colindante. El barco era el medio de transporte más común.
Pero el principal éxito del Ateneo Popular en los años 20-30 fueron gracias a sus socios. “La actividad del Ateneo fue muy comprometida ya que había bastante interés”, declara Fernando de Viera como muestra del buen funcionamiento de esta asociación entre todos aquellos que estaban interesados en el desarrollo cultural personal.
También hubo tiempo para recordar a todos los directores que consiguieron sacar adelante este proyecto. Luciano Malumbres, junto con su esposa, fueron los artífices del éxito de esta asociación. También destacaron otros nombres importantes como el de Maximiliano Fernández, Justo Solórzano, Manuel Llano y Deogracias Mariano Lastra.
Además, las sedes del Ateneo Popular fueron varias durante su vida. Sus locales fueron bastante pequeños y estuvieron en lugares como en la calle Magallanes o la calle Lepanto. Finalmente, en febrero de 1937 consiguieron inaugurar su nuevo local en la calle Gómez Oroña, que en la actualidad está ocupado por el Ateneo de Santander y el centro de Estudios Montañeses.
Serrón
Un libro más que recomendable.
jejo
Entre hermann terstch,Ramon perez-maura y la asociacion ALfonso 1, bastante para cerrarlo.