Los 4.000 que volverán en agosto
Aunque el verano suele ser una temporada de descenso del paro, y Cantabria ha enlazado varios meses de creación de empleo, este mes de agosto vendrá, desgraciadamente, como los huevos Kinder, con sorpresa.
Más concretamente, son 4.000 huevos kinder. Como la serie, ‘Los 4.400’, en la que este número de personas que habían desaparecido de un momento a otro volvieron a aparecer todos juntos, perdidos y desorientados, y alarmando a los que les vieron llegar tan de repente.
En este caso se trata de las 4.000 personas que fueron contratadas con las subvenciones otorgadas a los Ayuntamientos durante el pasado mes de febrero, a través de las Iniciativas Singulares de Empleo.
El Gobierno de Cantabria destinó, a finales de 2014, aproximadamente 28 millones de euros a tal fin.
En agosto estos empleos, que solo tenían duración de seis meses, verán su final, y aquellos que desaparecieron de un día para otro de las listas del paro volverán de golpe a descuadrar las estadísticas de empleo.
Su desaparición supuso un alivio momentáneo del paro durante los meses previos a las elecciones municipales y autonómicas, pero ahora volverán igual que se fueron: de golpe. Y es que durante el mes de febrero estas contrataciones supusieron aproximadamente un 90% del descenso del desempleo.
En la serie (si es que hubo quien consiguió seguirle la pista, pues en España tuvo poco o nada de éxito) se dio a entender que los responsables de las desapariciones eran hombrecillos verdes del espacio. Los comúnmente denominados extraterrestres.
Los responsables en este caso proceden de un lugar más cercano, dentro de nuestra atmósfera y de las fronteras de Cantabria. Son esos políticos que, de ambos bandos, llevan años usando a los parados como munición de asalto.
En este caso el Partido Popular estaba en el gobierno y usó la estrategia para asegurarse de que las listas del paro se reducían de cara a las elecciones. Y la entonces oposición, ahora al mando de nuevo, liderada por el PRC y el PSOE, utilizó esa técnica tan poco discreta para hacer a su vez su propia campaña.
Y, si tenemos en cuenta que para analizar los datos del paro de julio el portavoz regionalista Pedro Hernando recordó que este mes se acercaba el final de los contratos de estos 4.000, y presagiaba unos siguientes meses “duros”, podemos suponer que seguirán utilizando el tema durante los próximos meses.
LOS PARADOS, ESE COLECTIVO INCÓMODO
Desde que se inició la crisis económica el paro se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza de los políticos, y casi se le da la misma importancia a los datos de desempleo de cada mes que a las encuestas que pronostican a unos y otros como ganadores de las siguientes elecciones.
En Cantabria, según los últimos datos, hay en estos momentos casi 43.000 desempleados registrados (42.615 concretamente). De ellos, un 51,82% no recibe ningún tipo de prestación.
La cifra de por sí ya es alarmante, más de la mitad no cobra ningún tipo de subsidio.
Para más inri, cada vez se asienta más un nuevo modelo de precariedad laboral. Salarios más bajos, empleos más inestables… En Cantabria nueve de cada diez nuevos trabajos son empleos temporales. Es decir, solo el 4,96% de los nuevos contratos han sido de carácter indefinido.
Pero la costumbre que se ha adquirido en España es que “mejor eso que nada”. Es decir, si a los 4.400 de la serie la gente les temía por no saber qué esperar de ellos, a los desempleados los políticos (y su entorno de palmeros) los tratan como apestados porque no saben cómo hacerlos desaparecer.
Cualquier excusa es buena, desde los cursos en las Plataformas de Insercción de Empleo, las lanzaderas de empleo, los contratos de 6 meses a cargo de los ayuntamientos… con que el número parezca más reducido, las condiciones de la desaparición les son indiferentes.
Pero en este caso, al igual que en la serie, los parados no podían estar siempre desaparecidos y cuando la precariedad y la temporabilidad entran por la puerta, los desaparecidos vuelven a aparecer tarde o temprano por la ventana.