La tradición sustituye al franquismo en las calles de San Vicente de la Barquera
Los Soportales es como todo el mundo llama en San Vicente de la Barquera a lo que en el callejero era la Avenida Generalísimo, la principal de la villa (donde se encuentran los comercios y los establecimientos hosteleros y por donde desfila la patrona en la fiesta de la Folia).
Un nombre popular y tradicional que ahora tendrá carta de oficialidad, después de una votación entre los vecinos de la villa que les daba a elegir entre varias alternativas a los nuevos nombres de las calles que venían exhaltando a figuras de la dictadura franquista, incumpliendo además la Ley.
El cambio se ha hecho ‘adoptando’, de algún modo, el argumento todavía usado de que el franquismo es “parte de nuestra historia”.
De hecho, otra de las denominaciones cambiadas, la Plaza de José Antonio (el lugar donde se celebran eventos centrales en San Vicente como las cabalgatas o los carnavales) pasa a denominarse como la Plaza Mayor del Fuero.
Se reconoce así el notable desarrollo que consiguió la villa gracias a los privilegios conseguidos por medio del Fuero (una distinción que elevaba la categoría de los lucales), otorgado a esta Villa por Alfonso VIII en el año 1210.
LAS VOTACIONES
La iniciativa, puesta en marcha por el nuevo equipo de Gobierno de San Vicente (un pacto entre PSOE, PRC y Ganemos-IU con el socialista Dionisio Luguera al frente) se ha hecho a través de urnas ubicadas en la oficina de turismo y una página Web habilitada para ello.
En concreto, han votado 3601 personas. El nombre de Los Soportales fue apoyado por un 52% de los votos emitidos y el de la Plaza Mayor del fuero por un 53%.
Otros nombres que se daban a elegir era la Avenida la Folia (la fiesta más popular de San Vicente, con una procesión que discurre por esa calle) o El Muelle para sustituir a Generalísimo, y, para José Antonio, o bien El Encuentro (al ser el lugar donde queda la gente), o Carlos V, en recuerdo al paso del emperador español y alemán por la villa barquerena.
EL CAMBIO EN SANTANDER, MÁS LENTO
San Vicente culmina así un cambio del callejero, establecido por ley en la Ley de Memoria Histórica aprobada hace casi una década.
En Santander, el equipo de Gobierno del PP, en minoría a raíz de las recientes elecciones municipales, aceptó en el último Pleno una moción en ese sentido, presentada por Izquierda Unida.
En la capital cántabra existen una treintena de calles con denominaciones que exhaltan a personas de la dictadura franquista, como General Dávila o Camilo Alonso Vega, entre otros, cuyo cambio reivindica a través de Internet una iniciativa ciudadana impulsada desde La Vorágine.
Desde el equipo de Gobierno se argumentó que se analizarían esos nombres en función de la Ley, si bien abogaban por un cambio más gradual.
En los últimos años, en Santander han desaparecido las calles General Mola, Falange Española y Carrero Blanco, que han pasado a denominarse como el compositor castreño Ataúlfo Argenta, el publicista exiliado afincado en México Eulalio Ferrer y el golfista Severiano Ballesteros.
La capital fue la última que retiró la estatua del dictador Francisco Franco que se encontraba en plena Plaza del Ayuntamiento.