Señalar en el mapa una ciudad del mundo árabe y poder escuchar cómo suena la llamada a la oración, mezclado con un zoco bullicioso y acompañado por las músicas locales, en plano de fondo; o coger un tren y viajar a los Balcanes, para conocer las variedades étnicas de una región histórica, a través de la palabra de sus gentes y sus tradiciones.

Cada lugar tiene sus sonidos y es posible un Atlas que describa el mundo, con su relieve y su clima, sus difusas fronteras y sus culturas. Es el reto y el “sueño” de Antonio Chávez, compositor y productor musical madrileño que viaja grabando sonidos de diferentes países para que otros puedan viajar también y conocer esos lugares a través de sonidos, imágenes y textos.

El proyecto lo acaba de lanzar Libros.com, una editorial que publica libros a través de la financiación del público y que atesora un amplio catálogo en el que figuran trabajos de los que os hemos hablado ya, en El Faradio y en Buenas Tardes Cantabria, como Peor habría sido tener que trabajar, del periodista Txetxo Yoldi; Guztiak, de Borja Ventura; Siria. La primavera marchita, de Antonio Pampliega; o Con tinta roja, las memorias políticas del santoñés Raúl Gil en el PSOE cántabro.

«PARA MÍ LOS SONIDOS TIENEN UNA CARGA MUY IMPORTANTE»

“Cuando era un niño detectaron en mí una enfermedad en la vista, degenerativa. Actualmente tengo una ceguera del 80%”. Sin duda esta circunstancia marcó mucho la infancia de Antonio, sobre todo en relación a los sonidos: “Para mí los sonidos tienen una carga muy importante”, explica el autor de la iniciativa.

Ahora Antonio se ha embarcado en un proyecto “único”, un libro de viajes que aspira a ser “una guía sobre la vida real en esos países: una radiografía sonora de sus gentes y sus costumbres”, como señala la editorial.

Así, si el crowdfunding sale adelante, podremos escuchar sonidos de artesanía de antiguos oficios; del folclore típico; de la gastronomía; instrumentos musicales característicos de cada visita; las oraciones, las ciudades, los pueblos, sus templos…

Antonio realizará grabaciones de campo y paisajes sonoros, incluyendo armonías para aportar más dramatismo y carga emocional. La idea es extraordinariamente original: convertir las experiencias sonoras registradas en los viajes de Antonio en un atlas sonoro del mundo.

Y conocer regiones del mundo “tan distantes y tan pares al mismo tiempo”, con fronteras más difuminadas que las líneas rígidas que separan a los pueblos en los mapas políticos.

Como prueba de lo que puede ser este Atlas, Antonio ha dejado ya la primera entrega: Estambul

SOBRE EL AUTOR, ANTONIO CHÁVEZ

Antonio Chávez, durante una de sus grabaciones en un viaje.

Antonio Chávez estudió en el conservatorio hasta los 16 años. A partir del año 2003 se adentró en el estudio armónico de músicos como Miles Davis, John Coltrane, Duke Ellington o Charlie Parker.

Es a finales de 2009 cuando a través de una enorme atracción por la música electrónica y experimental, comienza su andadura como productor, combinando todos los estilos en los que se ha formado.

Actualmente combina su trabajo como compositor con el de maestro de armonía en su propia escuela, desarrollando una pedagogía que se refleja en una apasionada declaración de principios: “Conseguir que un alumno exteriorice sus sentimientos a través de la música es el mayor y más enriquecedor de los propósitos, así como poder contemplar su esfuerzo y sacrificio ante la adversidad que conlleva dominar el instrumento”,

Antonio Chavez empezó a interesarse hace unos años por “algunas prácticas o doctrinas que se basan en el conocimiento y la conciencia del ser”. Doctrinas tan antiguas como el hombre, y que se basan en “la transmisión de conocimiento de maestros a discípulos de forma íntima y personal, con el único propósito de alcanzar nuestro camino y, por tanto, la maestría”.

Fue entonces cuando descubrió “filósofos, escritores, maestros de armonía y protectores de danzas sagradas”, que le llevaron a regiones del mundo “tan distantes y tan pares al mismo tiempo”, en las que “el común denominador es el respeto y el amor hacia uno mismo y hacia todo lo que nos rodea”.

Armenia fue la cuna de uno de estos grandes maestros, y a partir de  aquí, Georgia, Turquía, Albania y los Balcanes. Grecia.

Mongolia, Nueva Zelanda, América del  Norte y del Sur, y los pueblos Sami o Tuareg serán “los siguientes destinos” en su camino para plasmar esta idea, que es, asegura, “el sueño” de su vida.