La gestión del Puerto de Laredo va camino de los tribunales, toda vez que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha asegurado que él descarta “totalmente” el rescate a la empresa concesionaria, estimando en 50 millones de euros.

Así lo ha asegurado en una entrevista en el programa de radio Buenas Tardes Cantabria, producido por Emmedios, editora también del periódico digital EL FARADIO.

“Por descontado, eso no puede costar 50 millones, descartado totalmente”

Según ha expuesto, serán los tribunales los que decidan entre la postura de la Administración y la de la empresa.

Unas declaraciones que se producen el mismo día en que su consejero de Obras Públicas (de entonces y de ahora), José María Mazón, confirmaba en el Parlamento de Cantabria el inicio de los trámites para resolver el contrato, tal y como comunicaba posteriormente, sin más detalle, el Consejo de Gobierno en su reunión semanal.

El rescate del Puerto de Laredo, obra iniciada e inaugurada en su anterior etapa como presidente de Cantabria, es posible por una sucesión de hechos encadenados: la empresas (las constructoras FCC y ASCAN) pactaron un sistema de pagos de deudas pendientes entre ellas mismas que acabaría desencadenando el concurso de acreedores y la posterior liquidación.

Y, con ello, la posibilidad de resolver (acabar con) el contrato indemnizando a la empresa, pues es una de las condiciones que reflejaba expresamente el documento, como ha corroborado el Consejo de Estado.

En cualquier caso, el presidente Revilla mostraba a Buenas Tardes Cantabria su confianza en el Puerto de Laredo como un “activo impresionante” de la comunidad autónoma, que, ha avanzado, ya está captando el interés de varias empresas.

De esta forma, “ahora que se recupera parte de la economía”, el Gobierno “acabará recuperando la inversión” con este proyecto, que funcionará y generará empleo.

En la entrevista, Revilla también se ha referido a la marcha atrás en la reivindicación de la alta velocidad para Cantabria, asunto sobre cuyas compensaciones a cambio quiere abordar en una reunión con Mariano Rajoy.

Además, ha defendido que las relaciones con sus socios de gobierno del PSOE son “buenas”, frente a críticas regionalistas a un exceso de protagonismo socialista que, ha asegurado, a él no le han llegado.