Todo lo que debes saber sobre el Mundial de Rugby
Cada cuatro años, el rugby se viste de gala más aún si cabe. La mística y los valores que revisten este deporte se pueden palpar cada año en las competiciones más importantes, el torneo Seis Naciones, el Rugby Championship del hemisferio sur, las ventanas de amistosos que se dan en noviembre y en junio, la Champions europea de clubes, el Super 15… Pero el Mundial, como ocurre también en el fútbol, es el torneo más especial que se disputa. Justamente su periodicidad le aporta ese carácter, pero también el poder juntar en un torneo a equipos de ambos hemisferios, que solo se enfrentan en amistosos normalmente.
LA SEDE
Inglaterra acoge el Mundial este año, pero es importante tener en cuenta que los mundiales de rugby no suelen tener un país como sede fija, sobre todo los que se disputan en el hemisferio norte. Este mismo país acogió la Copa Mundial de 1991, la segunda que se disputaba, pero se apoyó en Francia, Gales, Escocia, Irlanda e incluso Irlanda del Norte para su organización. Esta vez, la única sede fuera de territorio inglés será el Millennium Stadium de Cardiff, en la vecina Gales, que acogerá seis partidos de la fase de grupos y otros dos de cuartos de final.
Serán varios los estadios ingleses que acojan partidos, algunos muy conocidos a nivel mundial por ser campos de equipos de fútbol muy llamativos, como el del Manchester City, el del Aston Villa o el Newcastle. También habrá algunos encuentros en Wembley, el estadio por antonomasia del fútbol inglés, que suele ser sede de las finales de la Copa y la Copa de la Liga inglesas. Y el estadio Olímpico de los Juegos de Londres 2012 será otra de las sedes de este campeonato. Pero el actor principal del Mundial, como no podía ser de otra forma, será Twickenham, la ‘Catedral del Rugby’, donde se podrán presenciar el partido inaugural, tres de los cuatro partidos de Inglaterra en la primera fase, algunos de otros grupos, dos partidos de cuartos, las semifinales y la final. Es el estadio que utiliza siempre el ‘XV de la Rosa’ para sus partidos como local.
EL FAVORITO
La opinión es unánime: Nueva Zelanda está por encima del resto. Desde que ganaron este torneo en su casa hace cuatro años, los All Blacks han sido el mejor equipo del mundo sin discusión. Pero ya se sabe que los partidos hay que jugarlos y de nada vale tu curriculum anterior si en el momento de la verdad no pones sobre el campo las cualidades que te diferencian de los demás.
Ahora llega el más difícil todavía para los hombres entrenados por Steve Hansen. Los neocelandeses han ganado dos mundiales, pero los dos en casa. Ahora llega el momento de ganarlo en territorio extranjero y convertirse en el equipo más laureado de la historia (de siete mundiales disputados, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica han ganado dos, e Inglaterra uno). No servirán las excusas. El plantel es de auténtico lujo, no se puede destacar a todos porque habría que hacer un artículo solo para hablar de este equipo.
Al que hay que nombrar es al faro, al líder, al capitán, Richie McCaw. Acaba de superar el récord histórico de partidos con una selección. Lleva 142 partidos vistiendo esa camiseta negra, preciosa, de los All Blacks. No parece que vaya a dejar el equipo tras el Mundial, pero seguro que no llegará hasta la próxima cita mundialista, que se disputará en Japón en 2019. Lo que sí es seguro es que merecerá la pena disfrutarle todo lo que aguante, porque es un jugador impresionante. Su presencia en el juego, con el número 7 a la espalda, es constante y muy importante para el equipo. Se podría decir que es un tercera línea que no da puntada sin hilo, y por eso es, sin duda, uno de los jugadores a seguir en este campeonato.
Hay que tener en cuenta un detalle de Nueva Zelanda: acaban de perder el Rugby Championship ante Australia, tras tres años seguidos de dominio. Posiblemente, eso les dé un extra de motivación para imponer su hegemonía de nuevo. La última vez que perdieron el torneo fue en 2011, justo antes del anterior Mundial, en el que se impusieron, con muchísimo sufrimiento, eso sí, ante Francia en la final (8-7 fue el marcador).
Son capaces de hacer de todo. Defensivamente no son los mejores, pero tienen una capacidad de aguante cuando tienen al rival cerca de su zona de ensayo bastante destacable. Y en ataque, con la máquina engrasada, son prácticamente imparables, porque cuentan con muchísimos jugadores capaces de penetrar en la defensa rival como un cuchillo en mantequilla. Y los que mueven a esos jugadores, en los puestos llamados bisagra (medio de melé y apertura) son nada menos que Aaron Smith y Dan Carter, considerado este último como uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte (el mes pasado alcanzó los 1.500 puntos con los All Blacks), si no el mejor.
LOS ASPIRANTES
Como en todo campeonato de este tipo, los cruces resultan vitales. A partir de cuartos de final, una derrota te echa del torneo. Así que para ganar el Mundial, además de hacer una correcta primera fase, hay que ganar tres partidos seguidos contra rivales del máximo nivel. ¿Será capaz Australia de algo así? El cambio de entrenador en 2014 les ha sentado bien. Quizá no sea el equipo más ordenado, pero hay talento de sobra para que puedan estar en la pomada. La victoria ante Nueva Zelanda que les dio el Rugby Championship es una buena demostración de que, si aprietan los dietes y saben sufrir todos juntos, los Wallabies resultan un equipo temible, porque en ataque se la pueden liar a cualquiera. Ojo, están en el ‘grupo de la muerte’, junto a Inglaterra, Gales y Fiyi. Torneo muy exigente para los de Michael Cheika. Se podría destacar a varios jugadores, pero, si está bien, el zaguero Israel Folau es una delicia.
De Inglaterra se puede decir lo mismo. Juegan en casa, con un país absolutamente volcado con ellos. Llevan cuatro años preparándose para esto y da la sensación de que llegan a punto. En este caso hablamos de un equipo que debe crecer a partir de su defensa. No esperemos de ellos un juego espectacular, pero sí muy efectivo. Esa es la seña de identidad de los de Stuart Lancaster. La duda es si podrán batir a uno de los grandes del hemisferio sur o si ese examen será demasiado para ellos. No se pierdan al capitán del equipo, Chris Robshaw (número 7, como McCaw), que ha sabido adoptar el papel de líder del equipo y es el encargado de que vayan todos a una.
Sudáfrica no puede faltar en este apartado. No están en su mejor momento, ni mucho menos. El Rugby Championship que han hecho les ha dejado con la cara roja, por la vergüenza. Empezaron mal y acabaron perdiendo en casa de forma totalmente inesperada ante Argentina. Pero que nadie se piense que ganar a los Springboks es cosa fácil. Defensivamente son el mejor equipo de los últimos años. Y defienden arriba, presionando mucho al rival para no dejarle respirar y forzarle errores que le permitan un ataque corto para alcanzar el ensayo. Y en ese arte de posar el balón en la zona de marca rival, no pierda detalle de un jugador legendario como Bryan Habana. Deberían de coger confianza en el grupo, que es fácil. Y una vez en los cruces, el que quiera ganarles debe ponerse sus mejores galas para ir al fango y disputarles cada balón a los chicos del histriónico Heineke Meyer.
Irlanda se ha ganado sobradamente el derecho a estar en este grupo selecto. Han ganado los dos últimos Seis Naciones, así que son, ahora mismo, el equipo más potente del hemisferio norte, con permiso del anfitrión del torneo, que ha hecho las cosas en los últimos años pensando en cómo llegar al máximo nivel a esta cita. Es triste que la leyenda Brian O’Driscoll, el jugador que ha perdido el récord de internacionalidades en favor de McCaw, no esté aquí. Se retiró en 2014, pero sin él se las apañaron sus compañeros para seguir siendo plenamente competitivos. Tienen la obligación de llegar a semifinales, y una vez ahí su rival debería ser Australia o Inglaterra, si los pronósticos se cumplen. Sea cual sea de los dos su rival, será un partido en Twickenham para no perder de vista, y ahí comprobaremos el techo real de los del ‘XV del trébol’. La pierna de su apertura, Jonathan Sexton, será quien les guíe por el camino.
LOS TAPADOS
Gales debería estar entre los aspirantes, pero las bajas de Rhys Webb y, sobre todo, de su zaguero y gran estrella Leigh Halfpenny aminoran bastante sus opciones. Una lástima. En Nueva Zelanda 2011 estuvieron cerquísima de hacer historia, pero Francia y una controvertida expulsión les privaron de poder alcanzar la gran final, donde podrían haber dado lo mejor de sí para intentar acabar con las ilusiones de los All Blacks. Estar en el mismo grupo que Inglaterra y Australia hace dudar mucho de que puedan pasar a cuartos de final. Pero será mejor que nadie desprecie el orgullo del ‘XV del Dragón’, porque entonces se puede ver metido en un problema serio.
Francia llega mal al Mundial. A Philippe Saint-Andre le tienen frito a críticas. Pero no tiene un grupo demasiado exigente, así que pueden llegar a cuartos y ahí convertirse en un equipo peligroso, porque el plantel no está nada mal. Lo malo es que, si pasan como segundos, en el cruce les esperarán los All Blacks, y cuesta mucho pensar que esta vez puedan con ellos. Así que deben pelear por ser primeros y tener un camino más cómodo. Calidad a raudales, es difícil quedarse con uno solo, pero la fortaleza y versatilidad del centro Wesley Fofana siempre son un seguro de vida.
¿Por qué no puede soñar Argentina? La mejora de este equipo desde que juega el Rugby Championship (2012) es evidente. Son un equipo tremendamente aguerrido, que ha tenido un buen relevo para la generación justamente anterior, la que logró el tercer puesto en el Mundial de Francia 2007. Los Pumas son una piedra en el zapato para cualquiera, su nivel cada vez se acerca más a la cumbre, manteniendo la agresividad defensiva y siendo capaces de ser veloces para ejecutar las jugadas a la mano. Su victoria de hace un mes en Sudáfrica es el pasaporte hacia los sueños. También tienen un plantel variado, con muchos jugadores en los que fijarse, pero en este caso quedarse con la capacidad de Agustín Creevy para hacer cosas distintas, partiendo de sus bemoles en defensa, es garantía de ver espectáculo.
SISTEMA DE COMPETICIÓN
Tenemos cuatro grupos con cinco equipos cada uno. Para cuartos de final, se cruza el Grupo A con el B y el C con el D. Así están compuestos:
Grupo A: Inglaterra, Australia, Gales, Fiyi, Uruguay
Grupo B: Sudáfrica, Samoa, Escocia, Japón, Estados Unidos
Grupo C: Nueva Zelanda, Argentina, Tonga, Georgia, Namibia
Grupo D: Irlanda, Francia, Italia, Rumanía, Canadá
Desde el 18 de septiembre y hasta el 11 de octubre dura la fase de grupos, donde cada equipo juega cuatro partidos. Los dos primeros de cada grupo pasan a cuartos de final, mientras que los que terminen terceros tendrán el billete asegurado para el Mundial Japón 2019.
El fin de semana del 17 y 18 de octubre se disputarán los cuartos de final, el del 24 y 25 las semifinales, el 30 del mismo mes el tercer y cuarto puesto y el sábado 31 de octubre, la gran final, donde conoceremos al nuevo campeón mundial. Este es el calendario completo del torneo.
DÓNDE SEGUIRLO
Canal + Deportes, en Movistar +, va a emitir todos los partidos del torneo en directo. El consejo mejor que se puede dar es intentar ver partidos en los bares que respiren rugby, con una buena pinta para acompañar la retransmisión, entre amigos, y con un Tercer Tiempo para poder comentar el partido y el torneo. La duración de ese Tercer Tiempo, a gusto de los participantes.
Otra manera de estar enterados de lo que suceda en Inglaterra (y Gales) durante este casi mes y medio que va a durar la competición es Radio Mix FM. Villanos y Caballeros, el programa que arrancó la pasada temporada, en horario de viernes de 18:00 a 19:00, vuelve justo en la fecha en que comienza el Mundial y con el mismo horario. Además, Buenas Tardes Cantabria, que acaba de arrancar su nueva temporada, mantiene los martes la sección El Tercer Tiempo para hablar del deporte del balón oval, sobre las 20:00, justo antes de la tertulia del programa.
Los comentarios de esta noticia está cerrados.