Las Tacañonas del 1, 2, 3… para los argumentarios de confrontación.

Lo hemos pensado mil veces en Buenas Tardes Cantabria y nunca hemos terminado de hacerlo, pero no está del todo descartado. Aviso a navegantes: pondremos la bocina de las Tacañonas del Un, dos, Tres… cada vez que un político se escude en el argumentario del partido para responder a cuestiones trascendentales para la comunidad autónoma.

Lo malo no es que sea desesperante, porque el argumentario de los partidos está construido con muy poca inteligencia y nuestros políticos, siempre con honrosas excepciones, tienen muy poca capacidad de adaptarlo a un lenguaje propio y coloquial para que sea creíble.

Lo peor es que esos argumentarios están diseñados como auténticos muros de la vergüenza que alejan de cualquier posibilidad de entendimiento en cuestiones estratégicas. Son argumentarios fabricados para confrontar, igual que los teléfonos móviles para empezar a funcionar mal al cabo de un año y para romperse del todo a los dos.

Sí, es una amenaza. Meeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeuuuuuuuuuu, sonará la bocina de las Tacañonas, cada vez que un político del PP pronuncie el nombre de Zapatero y uno del PSOE el de Rajoy. También saltaría la alarma a la más mínima mención a Pepiño Blanco, Ana Pastor o licitación acompañada de un año del pasado en el que tampoco se empezó a construir el AVE a Cantabria.

No tenemos inconveniente en aparcar en lo más profundo de la memoria que unos pidieron dos AVES al Estado, que en plena crisis económica mundial pedimos el sinsentido de la mayor inversión en España para unir la capital con una de las poblaciones más exigua y que los otros pusieron el grito en el cielo por no ir a Madrid “por donde toda la vida”, por Palencia.

Nosotros somos capaces de olvidar sin que ellos hayan pedido perdón por las doscientas mil horas de debate estéril sobre el AVE a Cantabria.

No perdonamos pero podremos olvidar porque sí creemos importante un debate de las infraestructuras razonado y razonable, fuera del juego partidista

Como contrapartida, exigimos que nuestros representantes no vuelvan a Madrid a pedir imposibles; queremos políticos de todos los partidos que vayan a Moncloa de la mano, por el bien de Cantabria, y pongan encima de la mesa algo que el Gobierno de España no pueda rechazar o dilatar.

15 años después, parece que la clase política, sin distinción de siglas, ha entendido que un tren de tres horas a Madrid es razonable. Pero tenemos que asegurarnos de que no se construya un solo argumentario más programado para la confrontación.

Un debate del AVE razonado, razonable y sin utilización partidista.

Necesitamos un pacto de los partidos políticos por las infraestructuras de futuro en Cantabria. Un pacto de los de poner por escrito (como contra el terrorismo o por las pensiones) que el AVE, el aeropuerto o el puerto no volverá a ponerse al servicio de intereses partidistas. Un documento que suscriban todos, con líneas rojas que no se rebasen nunca.

Hasta seríamos capaces de sobrevivir al día de la firma del pacto, en el lugar más inaccesible de la región como metáfora del aislamiento y la deuda histórica del Estado con Cantabria Y hasta los discursos de Revilla, Nacho Diego y Eva Díaz Tezanos peleándose por la apropiación de tan excepcional acuerdo.

Todo, lo que haga falta, para que Cantabria vaya un día a la Moncloa con la garantía de que al día siguiente no habrá una rueda de prensa para sacar rédito político al tema del AVE.

Y para que, al fin, un presidente regional se plante en Madrid y le diga al presidente de España: “Nos conformamos con este tren de tres horas, pero lo queremos hecho al mismo tiempo que Asturias o el País Vasco. Y además pedimos que el Estado invierta en Cantabria el dinero que se ahorrado con respecto a 47 capitales de provincia donde sí llega el AVE”.

No puede ser tan difícil. Empezaremos por el AVE, pero esto es extensivo a la Educación, la Sanidad, la Energía y el modelo económico de futuro, el debate de qué queremos ser de mayores. Por si acaso no reaccionan, que vienen las Generales y no nos fiamos, tenemos a las Tacañonas a un click de play, dispuesta para avergonzar a cada político que no dé la talla.