La “incertidumbre” sobre el Centro Botín llegará al Consejo Municipal de Cultura
La “incertidumbre” sobre los plazos del Centro Botín, tras publicarse esta semana nuevos retrasos y divergencias entre Fundación y las empresas responsables de la obra, llegará al próximo Consejo Municipal de Cultura.
Un órgano del Ayuntamiento de Santander concebido como un espacio de representación y participación de la comunidad cultural de la capital cántabra.
La próxima reunión será este mismo mes de octubre, y en ella uno de sus miembros ya ha avanzado que quiere plantear este problema.
Es una de las últimas incorporaciones anunciadas, la de Jesús Herrán, del Gremio de Editores, responsable de la Editorial Valnera, socio del ilustrador José Ramón Sánchez y conocido por no tener pelos en la lengua a la hora de expresar su opinión.
Y esa opinión ahora es, según trasladaba a BUENAS TARDES CANTABRIA, de “preocupación” no tanto por los sucesivos retrasos acumulados (a finales del año pasado había noticias sobre fechas inminentes y ahora se empieza a hablar ya de 2017), como por la “incertidumbre” en torno a este proyecto.
Porque el equipamiento cultural siempre ha estado llamado, tal y como se ha publicitado, a ser un foco de atracción para los creadores de la capital que ya han colaborado con la Fundación en iniciativas como las proyecciones en los Jardines o la exposición de Sol Lewitt, ambos este veranos.
Y pese a la expectación con la que se recibió en el mundo de la cultura el proyecto y los mensajes públicos sobre su importancia para este colectivo, los creadores no han sido informados sobre los problemas, acumulados, en las obras.
Hubo una oportunidad esta misma semana, cuando se convocó a una serie de representantes del mundo cultural para exponerles el primer boceto del Plan Director de la Cultura.
Allí estaban varios creadores, y también representantes del Ayuntamiento de Santander y de la Fundación Botín, que glosaron el panorama de futuro de la cultura en la capital cántabra (con proyectos como el Reina Sofía o un centro de artes en el Barrio Pesquero), sin trasladarles información sobre los retrasos en el edificio diseñado por Renzo Piano.
Fue un tema sobre el que “se pasó por encima, sigilosamente”, exponía Jesús Herrán, quien tiene otra preocupación que trasladar al Consejo Municipal de Cultura, además del Centro Botín.
Se trata del Museo de Prehistoria, del que existía un proyecto de ampliación que prácticamente iba a convertir en “definitiva” su sede en el Mercado del Este.
Herrán llama la atención sobre el papel de referente de Cantabria en el ámbito de la prehistoria y la falta de una sede estable para exhibir este patrimonio (el Museo tuvo una sede frustrada en Las Llamas, ese edificio diseñado a imitación de los Picos de Europa, y otra en una tienda de muebles en la Avenida de Los Castros).
“Son temas que son como una zanahoria que tenemos delante y nunca vamos a alcanzar”, expresaba.
El editor advirtió que cuando le comunicaron el nombramiento para el Consejo Municipal de Cultura se comprometió con una serie de personas del mundo de la creación a ser “sus ojos, oídos y voz” en este organismo de participación.
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