Hormaechea denuncia que se cambia el Plan Sardinero en beneficio de Díaz
El ex presidente de Cantabria y alcalde de Santander durante diez años (de 1977 a 1987), Juan Hormaechea, ha presentado un recurso de nulidad contra la modificación del Plan Sardinero.
EL FARADIO informó este verano que el Consistorio santanderino estaba ultimando la tramitación de la reforma del Plan Especial de Protección del Sardinero, una figura de protección que determina los usos y acciones que pueden hacer los propietarios de esta emblemática zona de la capital cántabra.
A pesar de que la mayor parte de los cambios solicitados por los propietarios han sido denegados durante los últimos años, el Plan se ha modificado puntualmente en dos ocasiones para poder reformar dos fincas concretas, pertenecientes a familias ilustres de la ciudad: los Botín del Banco Santander y los Díaz del Grupo Sadisa y la constructora ASCAN.
El recurso de nulidad presentado por Hormaechea, «como santanderino perjudicado» ante el Ayuntamiento de Santander se presentó la semana pasada, «hace cinco o seis días», según ha precisado él mismo a El Faradio. De momento no ha recibido respuesta por parte de la administración.
«Entiendo que se produce una acumulación de volúmenes que, a mi juicio, es ilegal y que desvirtúa sobre todo el Plan Especial de Protección del Sardinero», ha declado Hormaechea a El Faradio, que considera que esta modificación «no es en beneficio de la comunidad, sino exclusivamente de un contratista interesado en ella».
Este contratista interesado no es otro que Santiago Díaz, propietario de la constructora ASCAN, cuya modificación resultó más compleja que la de los Botín, que se aprobó en cuatro meses en junio de 2013.
UNA DE LAS FINCAS AFECTADAS FUE CO-PROPIEDAD DEL PROPIO HORMAECHEA JUNTO A SANTIAGO DÍAZ
La modificación a la que ha recurrido Hormaechea afecta a dos fincas propiedad de Santiago Díaz, la Quinta Maza y Villa Aragón, ambas visibles desde Reina Victoria, y que están actualmente en obras.
Concretamente, Villa Aragón era un antiguo hotel que fue comprado por Santiago Díaz y el propio Juan Hormaechea, y que ha acumulado varios avisos y multas sobre su mal estado durante años. Tiempo después pasó a ser propiedad exclusiva de Díaz.
Pegado a él, aunque con acceso desde Pérez Galdós (justo enfrente del Promontorio de la Fundación Botín o del Hotel Real), está la Quinta Maza, que fue propiedad de Díaz.
En ambos edificios se realizan ahora obras de reforma, tras varios años en los que no fue posible ejecutarlas, entre otros motivos, debido a las restricciones que fijaba el Plan Sardinero, como se les dijo en su momento a otros propietarios de la zona.