Cuando Esther (bióloga con experiencia en biocosmética) y Manuel (geógrafo) se conocieron hace más de dos años en un Máster de Gestión Ambiental no imaginaron que el proyecto de final de máster con el que ganaron el primer premio acabaría formando su negocio.

Manuel y Esther en el invernadero donde se desarrollan los productos de Ecoquchu.

Este ambicioso proyecto consistía en realizar macetas con abono de vaca, es decir,la creación de recipientes biodegradables, para así disminuir la emisión y contaminación de residuos ganaderos. «Las filtraciones de purines en los acuíferos, y la carga de nitrógenos pueden llegar a ser muy graves según como se abonen, y es un problema bastante grande», alerta Manuel, que considera que Cantabria cuenta con su mayor contaminación en el momento en que se organizaron las grande tabulaciones de vacas.

El producto que ellos planteaban es autofertilizante y viene libre de insectos y bacterias. Es decir, se elabora con material natural, biodegradable, que supone un gran beneficio para las plantas de la zona.

Sin embargo, este proyecto ha debido paralizarse por el momento, por la poca financiación y la crisis, y aunque sus propulsores lo tienen en mente no es su prioridad. Sí lo es el otro proyecto que este ha dado paso a otro, y que está floreciendo rápidamente. Un proyecto que se alimenta de la moda por la agricultura urbana, por el autoconsumo, y por la originalidad de sus presentaciones.

Y SURGIÓ ECOQUCHU

Así nació Ecuquchu, la empresa cántabra online, que Manuel y Esther esperan poder trasladar a física en el futuro, y que se dedica al diseño, la producción y la venta de productos para jardinería y huerto urbano, elaborados con semillas y sustratos ecológicos. Estos productos son especialmente bombas de semilla para siembra de diferentes productos, elaboradas con abono de vaca que obtienen de una ganadería de Cantabria.

Algunos de los productos que ofrecen en su tienda.

También se ofrecen macetas colgantes, kits y mesas  de cultivo y otra sección para mayor disfrutar gustativo. Se trata de varios packs de especias de diferentes países del mundo, tanto para la comida como para elaborar licores. De hecho un regalo muy original es un kit para que cada uno elabore en su casa su propio vermut o ginebra.

A la gente le gusta regalarlos en cumpleaños o Navidades (para esta temporada tienen grandes pedidos), y también sirven para ofrecer detalles originales en las bodas o celebraciones.

Todo en la empresa es ecológico. Las mesas están fabricadas por un carpintero local y sus cajas son realizadas por la empresa social ‘manipulados solidarios‘.

«Lo cierto es que está creciendo mucho el producto para regalo», cuenta Manuel, que revela que su mayor demanda «viene de tiendas de regalos». Además, ellos cuentan con su propia página web, y están adheridos a algunas plataformas de venta online.

De forma física aún no han podido establecerse como tienda, pero sí están presentes en cuantos mercadillos pueden, y las tiendas de varias ciudades de España cuentan con sus productos.

«Nuestro objetivo es sacar los sueldos completos de la actividad, que ahora mismo da para uno», confiesa Manuel. «Pero a este ritmo de crecimiento creo que lo conseguiremos pronto, quizá la próxima temporada».