Las luchas industriales de Cantabria se unen contra el cierre de fábricas
Este jueves, 5 de noviembre, se juntan dos historias industriales, dos batallas de la región que están marcando la actualidad y la agenda por su lucha incansable.
Se trata de los trabajadores de Sniace y Néstor Martin, cuyos miembros de ambos comités de empresa participarán en el Centro Bertolt Brecht en un ‘Acto de defensa de nuestra industria y de la lucha sindical’, que tendrá lugar a las 19:30 horas.
El centro Bertolt Brecht es un espacio ubicado en la calle Isaac Peral, número 3, que fue abierto para ser utilizado por trabajadores y ciudadanos para diferentes actividades, desde culturales hasta sindicales.
«Es un espacio para difundir ideas», defiende uno de sus miembros, David Aguirre, en declaraciones a Buenas Tardes Cantabria (BTC). «Creemos que es el momento de juntar estas dos luchas y ver qué se puede hacer», opina sobre este encuentro, pues cree que ambas son «dos ejemplos de injusticias que se están cometiendo en el ámbito industrial».
La lucha de los trabajadores de Sniace comenzó antes, y ha vuelto a reactivarse recientemente ante sus esperanzas fallidas de que la fábrica se reabriera en octubre. Por su parte, los trabajadores de Néstor Martin casi han perdido la esperanza de reabrir su fábrica, y ahora se centran en recuperar los 3,2 millones de euros que les correspondían de sus indemnizaciones en Teka, y que fueron a parar a los inversores de Ecomasa.
Ahora, su lucha continúa en los juzgados, en una causa abierta a la que se ha unido el Gobierno de Cantabria, a instancias de la Fiscalía, para tratar de conocer el destino de esas indemnizaciones y de los 18 millones de euros que invirtió el propio Ejecutivo durante el mandato de Nacho Diego.
«En los últimos años está desapareciendo el tejido industrial, no solo de Cantabria, sino de todo el país»
El ejemplo de Sniace y Néstor Martin, a los que se han unido otras fábricas en la región que han sido noticia recientemente, le hace pensar a Aguirre que «no es cosa puntual de una fábrica», sino que «estamos viendo que en los últimos años está desapareciendo el tejido industrial, no solo de Cantabria, sino de todo el país».
Es por ello, como joven que administra un centro tan activo, que ve un futuro lleno de precariedad, con las nuevas generaciones enlazando trabajos precarios, sin conocer un contrato fijo y todo lo que eso conlleva: no poder hacer planes de futuro o formar una familia.
UGT ALERTA DE LA CAÍDA DE EMPLEO EN INDUSTRIA
Ese es el escenario que se percibe en materia de empleo, especialmente dentro de la industria; aunque otros sectores como el ladrillo continúan bastante inestables (Ascán acaba de anunciar un ERE que afectaría a más de 70 trabajadores).
Un análisis que comparte Carlos Sánchez, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en Cantabria, que cree que esta realidad «ha puesto a la gente en una encrucijada a nivel personal y «ha puesto en evidencia las debilidades de nuestro tejido industrial».
Sánchez traslada sus esperanzas a un cambio de modelo productivo en la región, ese concepto tan nombrado y poco realizado, que considera que deben abordar desde el Gobierno y los demás factores sociales. «La clave es ser competitivos en el interior y el exterior», matiza. Y cree que para ello es necesario recibir una inversión seria en I+D+i, «algo de lo que todo el mundo habla pero nadie invierte de verdad» en la región.
La situación en la industria en Cantabria es incierta. El «pistoletazo de salida a una crisis industrial» fue el anuncio de Teka y Cajo de más de 200 despidos a principios de 2012. Desde entonces, son varias las empresas que han presentado EREs, o anunciado su venta.
De hecho, a raíz de los últimos datos del paro UGT Cantabria ha alertado de la situación industrial en la región. Según señala el sindicato, las estadísticas del tercer trimestre de este año de la EPA confirman que Cantabria es la segunda comunidad autónoma española con mayor caída de su empleo industrial desde el mismo trimestre de 2008, sólo superada por Canarias (-38,14%).
De los 15.400 empleos menos contabilizados en la industria cántabra desde el año 2008; un 88% son de asalariados (-13.550) y tres de cada cuatro de ellos indefinidos (-10.000), además de acumularse una disminución de 14.600 jornadas completas (-33,2%).
Un 45% de los 34.200 ocupados menos registrados en Cantabria desde el año 2008 (de 267.800 a 233.600 ocupados) son de la industria, que acapara también más de un 70% de los empleos indefinidos perdidos en la región en esos últimos siete años (10.000 de los 14.300 asalariados indefinidos menos registrados).
Para llegar a estos datos, a este escenario, son diferentes los factores que nos han llevado hasta aquí, pues cada empresa tiene una situación y requiere un análisis individual.
MODELOS VIEJOS Y EMPRESAS MAL GESTIONADAS
Algunas, como la fábrica Bosch, en Treto, lo que ha ocurrido es que el modelo se ha quedado viejo y ya no son competitivas. En este caso, expertos como Luis Marina, que es consultor en Saciva, una empresa de apoyo a la productividad y a la estrategia de las empresas, le restan importancia al anuncio de venta.
«Son estrategias de carácter global, movimientos cíclicos que hacen las multinacionales. Ellos invierten en el I+D+i y van desprendiéndose de las piezas que puedan interesar a otras empresas», asegura.
En este caso, probablemente Bosch acabe siendo comprada por un proveedor de Bosch, mientras que la empresa actual traslada su productividad a otro país, en busca de la siguiente parte del plan empresarial. Algo que, por desgracia, no se descarta que cueste algún trabajo o rebajas salariales entre los trabajadores.
«Desde la política debería trabajarse ese entramado industria que está habiendo en Cantabria»
También hay otras fábricas que estaban mal gestionadas, pero que poco a poco van resurgiendo gracias al capital extranjero. Thomas Gramse, propietario del Centro Alemán de Santander, nos recuerda varios casos en los que ha intervenido como traductor y enlace entre inversores y empresarios.
«Son empresas que necesitaban una inversión para ser competitivas», asegura, y pone el ejemplo en GFB, rescatada y resurgida gracias a la inversión de Fermacell. «GFB ha dado un vuelco en año y medio y ya está batiendo récords y fabricando», insiste.
En su opinión, «desde la política debería trabajarse ese entramado industria que está habiendo en Cantabria. Se debería tener más en cuenta a estas empresas para que tengan un futuro en esta región, y no solo en segundo plano».
Él es más positivo con el futuro de la región, y cree que «existen muchas empresas interesadas en asentarse en Cantabria. Hay zonas muy atractivas que se pueden utilizar con cierta facilidad por empresas alemanas, como el concurso eólico».
Otro método que cree que deberíamos adquirir del modelo alemán es apoyar más a las medianas y pequeñas empresas para que busquen contacto con el mercado internacional. La exportación es otro concepto que se escuchará mucho en los siguientes meses.