Ortega Lasaga ofrecerá “el triple de todo” en el largo de ‘Dientes de otro’
El cortometraje ‘Dientes de otro’, la historia de un indigente que recopila dientes de fallecidos para conseguir más visitas del Ratoncito Pérez (y si están vivos, pues es un obstáculo a solucionar), termina de una forma muy inquietante.
Algo que ya es mucho decir en un trabajo en el que Manuel Ortega Lasaga consigue recrear un ambiente asfixiante, incluso incómodo, sin concesiones a la estética, que no puedes dejar de mirar.
Este trabajo, recibido por igual entre asombradas carcajadas y gritos contenidos (bueno, según el público suele ganar la carcajada), acaba de ganar el premio del público a los realizadores cántabros en el Corto y Creo, el Festival de Cine de Santander.
Y ya lo han visto en Sitges, el festival de cine de género (ciencia ficción, terror y fantasía) más potente del país, donde, por cierto, Ortega Lasaga goza de buen predicamento.
La acogida allí fue buena (les dio “mal rollo”, lo que traducido significa un halago), y en ese mundillo le están animando mucho a que se lance a por el largo y lo estrene allí, en su lugar natural.
De momento ya tiene un teaser (un avance, una especie de tráiler, aunque no esté rodada la película), en cuya grabación se ha empeñado a lo largo de este verano.
El largo, del que tiene un guión que, fiel a su estilo, sufrirá entre cien mil revisiones, comienza justo después de donde acaba el corto, de ese final inquietante.
Es decir, no es una versión ampliada, sino una continuación en la que nos garantiza que habrá “el triple de todo”.
Y eso significa que habrá más muertos, más sangres, más vísceras, más personajes inquietantes, y más escenas picantes (el teaser atisba una escena tan lésbica como sórdida).
Es más, veremos al monstruo, el Ratoncito Pérez que inspira todo.
Lo que ese volcán que es cuando habla Manu Ortega es “la parte trasera” de Santander, una ciudad no tan pija como se vende: en el corto veíamos indigentes, asesinatos, botellones y Jennies. “Vamos a dejar a Santander en buen lugar dejándola mal”.
A su manera, y de una forma muy directa, como lo es un disparo o una descarga, ‘Dientes de otro’ dialoga con el espectador, jugando con sus límites, haciéndole pensar de qué coño se está riendo. O escandalizando: “qué tienes en la cabeza para estar tan enfermo, hijo puta”, le han llegado a decir en alguna proyección.
Uno de los mejores halagos, dicho sea de paso, que un provocador Manuel Ortega Lasaga puede recibir, y al que responderá, seguramente, preguntando si no son cosas que el propio espectador puede tener en la cabeza.
En cualquier caso, un consejo de alguien que ha visto el teaser: si vais a Torrelavega a una zona de casitas tradicionales bajas y jardines, y al fondo veis a una mujer en silla de ruedas observándoos, HUID.