Diciembre. El mes con el que sueñan los escolares porque hay vacaciones y llegan regalos, el mes que ansían oficinistas y autónomos con la mirada puesta en la lotería.

Y el mes de las elecciones generales, el 20D,  las más abiertas de los últimos años por el factor sorpresa que suponen los nuevos partidos bendecidos por Santa Demoscopia.

Diciembre acecha, aunque estamos en noviembre y realmente lo que debería tocar es el debate en el Parlamento de Cantabria de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos para el año que viene, o lo que es lo mismo, algo tan importante como las grandes cifras económicas que manejará en su día a día el Gobierno de Cantabria.

La enmienda a la totalidad es uno de los trámites previos: los partidos (en este caso PP y Ciudadanos) piden al Gobierno que devuelva el presupuesto, por rechazarlo en su globalidad. Después vendrán las enmiendas parciales (al detalle, consejería a consejería) y finalmente la aprobación final en un debate específico.

COSAS QUE NUNCA TE DIJE ANTES DE VOTAR

Y diciembre se encaramó al debate. A ese mes, y a esa cita, se refería Eduardo van den Eynde, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, cuando al avisar de que no cuadra no aumentar los ingresos y no disminuir los servicios, por lo que (atentos, mensaje) sólo queda el recurso a una subida de impuestos que, si no se refleja en estos presupuestos y en la Ley de Acompañamiento, es porque no quieren que esa información se difunda en pleno período electoral.

De alguna manera se reproduciría así lo que hizo el presidente Ignacio Diego, en su primer año en ejercicio, cuando apuró los plazos de la presentación de sus presupuestos para evitar que se conocieran antes de las elecciones generales que acabaron llevando a Rajoy a La Moncloa.

Entonces la denuncia del PSOE era que el PP no quería que se conocieran sus recortes y ahora el aviso del PP es que lo que no se quiere es que se conozcan las subidas de impuestos del PSOE.

Díaz Tezanos conversa con Revilla en el Parlamento

Dentro de las cosas que nos quedan por saber para esas fechas, Ciudadanos añadía una que le permitía poner en evidencia a todos: el Plan de Equilibrio Financiero, es decir, los recortes que debe hacer Cantabria por incumplir el objetivo de déficit (algo habitual en los próximos años).

El hecho de tener que hacerlo fue ocultado por el PP en el Gobierno en plena campaña, y, aunque está elaborado, no se ha difundido (el Gobierno culpa al Ejecutivo de Mariano Rajoy de no querer reunir el órgano que debe aprobarlo, también por la campaña, pero Rubén Gómez, de Ciudadanos, planteaba igualmente si es “transparente” no difundirlo y se preguntaba “qué tienen que ocultar”.

A la petición se sumaban Podemos y el PP, que quedan a la espera de la respuesta de un Gobierno que lo ha guardado con siete llaves, con la misma fuerza para no soltarlo, por cierto, que sus predecesores con planes similares.

QUE VIENE PODEMOS

O sea, la estrategia general nos suena, igual que nos suena en el debate la alusión a la herencia recibida, las facturas en el cajón y la presentación del otro con sus peores defectos (un PP recortador y un PSOE despilfarrador).

José Ramón Blanco, portavoz de Podemos

Pero hay factores nuevos, porque en este Parlamento cántabro, y en el próximo nacional, hay dos partidos nuevos, Ciudadanos y Podemos.

Y ahí es donde entran en juego las estrategias cruzadas. Vamos a identificar entre los discursos los mensajes.

“El presupuesto no cuadra, y es porque tiene gato encerrado, y se llama Podemos”, insinuaba Van den Eynde, excitando el miedo a la radicalidad de los de Pablo Iglesias que vende bastante entre las bases ‘populares’ y en parte de las regionalistas.

Y era secundado después por su compañera Cristina Mazas, exconsejera de Economía, quien abundaba en que habrá subidas de impuestos justificadas en el papel de Podemos (mensaje), a la vez socios y no socios del Gobierno PRC-PSOE.

Es decir, el PP ha encontrado un argumento especialmente útil que le permitía vincular el miedo a la subida de impuestos y el miedo a un Podemos influyente en el Gobierno cántabro.

PODEMOS CARGA CONTRA EL PSOE

“En un mes está en juego el futuro”. El portavoz de Podemos, José Ramón Blanco, también aludía a diciembre prácticamente al minuto uno de su intervención.

En la que repartía una buena dosis de estrategia electoral  (atención, mensajes, no muy sutiles, pero sí efectivos): a las coherentes por su parte críticas al PP sumaba un “reconocimiento” a la labor del Partido Regionalista desde el Gobierno de Cantabria para hacer frente a la situación de necesidad…

….combinado con un ataque a los socios del PRC, los socialistas, a los que reprochaba su “falta de valentía para estar del lado de la gente” y “nuevamente incumplir sus promesas cuando llegan al Gobierno” por no haber querido buscar más ingresos recuperando el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

En este sentido, Blanco avanzaba que, si bien su grupo no ha presentado enmienda a la totalidad, sí que reflejará en enmiendas parciales una propuesta de reforma fiscal que recupere ese impuesto para grandes fortunas, que plantee la creación de una oficina contra el fraude y que modifiquen el IRPF, con bajadas en los tramos menores, mantenimiento en los tramos medios y una subida en los tramos de renta más alta.

Al PSOE las críticas de Podemos le empiezan a causar cierta irritación, máxime cuando desde las filas socialistas esgrimen (mensaje)  medidas de carácter social (como un plan contra la emergencia social y la pobreza infantil, o un fondo extraordinario para suministros básicos, junto a becas de comedores escolares, entre otros) que siempre han visto como parte de su ADN.

CONTINUISMO CON EL RIVAL… QUE RECHAZA EL CONTINUISMO

PP y PSOE quedaban atrapados en un difícil cambalache argumental: porque por un lado PSOE y PRC han presentado unos presupuestos continuistas con los del anterior Gobierno, del PP, al que, lógicamente, criticaban; pero por otro lado, el PP ha rechazado ese continuismo con sus propias políticas (expresado por el Gobierno, pero admitido por ellos en varias comparecencias parlamentarias previas).

Ignacio Diego, expresidente cántabro, junto al portavoz parlamentario, Eduardo van den Eynde

Unos y otros trataban de salvar este escollo: el PSOE alegaba que pese a su poco margen se ha dado un “golpe de timón”, un “giro de 180 grados” que ha permitido un enfoque más social a las cuentas , añadiendo que es mejor “cambios inteligentes” que “cambios radicales”, como defendía el consejero de Economía Juan José Sota.

Y, por su parte, el PP aludía a “matices de detalle” como la subida generalizada de tasas y precios públicos que refleja la Ley de Acompañamiento, pero, sobre todo, a la desconfianza por una gestión que ya conocen y de unos cálculos económicos que no les cuadran.

¿Que qué decía el PRC?

Un Pedro Hernando cada vez más cómodo en el incómodo papel de sostén de un gobierno en minoría les respondía, entre divertido e irónico, sugiriendo los intereses electorales de todos los demás partidos del Parlamento cántabro, que concurren a unas elecciones, las generales, en las que el PRC no participa.

Pero eso no signifique que no vaya jugar. Tiene varias pretendientes, y algunos no dudarán en hacer su apoyo en la investidura de Revilla o las abstenciones que, como hoy, han permitido que sigan adelante los presupuestos y la ley de acompañamiento. Un paso menos hacia diciembre.