David Fernández fundó y dirigió una revista en Boadilla, uno de los epicentros del caso Gürtel, de cuya dimensión él y todos los demás acabamos enterándonos con el paso de los años.

El caso que nos enseñó a reconocer la corrupción es descrito como lo que es, con el vocabulario propio de las actividades delictivas, una trama, en un trabajo suyo, en fase de lanzamiento en la editorial Libros.com.

Fue como un cometa, que iluminó el cielo, nos hizo ver la tierra  y nos permitió de algún modo pedir el deseo de que conocer lo que suponía la corrupción tuviera consecuencias.

Pero el cometa era un cometa, y no una estrella fugaz, y corre el riesgo de pasar de largo, como el cometa Halley, dejándonos a oscuras, hasta su próxima aparición, sin que se produzca la necesaria regeneración en los partidos políticos.

-Te entrevistamos desde la tierra por la que Bárcenas fue senador, por cierto, el senador más votado… Durante su estancia en el senado se dedicó a preguntar todo tipo de datos fiscales de los cántabros. ¿Es Bárcenas el principal protagonista de la trama Gürtel?

-Hay un capítulo muy extenso sobre Bárcenas en el título, intentamos un resumen de todas sus fechorías, es una parte muy extensa de la trama aunque no es el principal protagonista.

Hemos intentado hacer un libro que se pareciera a una película de Quentin Tarantino. Son muchos personajes (hay 200 imputados), y lo que hacemos es coger 10 personajes principales. Dedicamos un capítulo a cada uno, y a través de ellos llegamos a los secundarios y al resto de la trama.

-¿Cómo llega un partido más o menos serio a acabar en tratos con gente como Correa o ‘el Albondiguilla’?

-Es un tema de ética: Francisco Correa es muy hábil en detectar personas con ética muy baja, y en el PP encontró personas con ese nivel. Esto es una historia de corruptos y corruptores, y los hubo esos años.

Correa es muy hábil en detectar personas con ética muy baja. Y en el PP las encontró

-Un ejemplo del nivel de algunos protagonistas de la trama lo tenemos en la historia del coche de la mujer de Correa.

-La mujer de Correa tenía un vehículo, pero a su marido no le gustaba tener nada a su nombre, para evitar problemas con Hacienda, así que ponía sus bienes a nombre de otras personas.

En este caso, al concejal de Majahadahonda (José Luis Peñas) que destapó la trama, y que aceptó ser el dueño del coche para tener una prueba más y demostrar eso.

Cuando la trama se destapó definitivamente, el coche lo siguió conduciendo la mujer de Correa, y haciéndolo muy mal. Acumuló todo tipo de multas, pero no le llegaban a ella, sino al concejal. Llegó a recibir más de cien, tuvo que pagar para que no le embargaran… Es como una película de Berlanga.

-Nos ha llamado la atención que fundaste y dirigiste una revista de información local en Boadilla (30 Días Boadilla). Allí tendrías experiencias muy intensas con el mundo de Gürtel, imaginamos, porque a veces parece que el periodismo local sólo está para hablar de parques y jardines y te encuentras con todo tipo de historias…

-Claro, yo tuve contacto con alcalde y con gente como el Albondiguilla, cuando nadie sospechaba nada. Era un ayuntamiento muy rico, que gastaba mucho dinero.

Recuerdo que en una ocasión hicimos cierta publicidad institucional, y en lugar de pagarnos el Ayuntamiento, nos dijeron que nos pagaba una empresa. Nos pareció extraño, pero aceptamos. Con el paso de los años, vimos que era una empresa de la trama, que estaría devolviendo algún favor.

En aquella época no sospechábamos que el Ayuntamiento de Boadilla sería el epicentro, y todavía hoy seguimos conociendo datos como un informe de Hacienda que certifica que se amañaron contratos por valor de 149 millones.

-Y en cuanto a las reacciones políticas, ¿ha estado el Partido Popular a la altura de las circunstancias?

-No, el PP lo que ha hecho es escurrir el bulto, echar la culpa a otras personas, incluso perjudicar mucho la instrucción judicial.

El electorado ha castigado más la crisis económica que la corrupción

En general, se ha llegado a un momento en que hay tantas tramas, que afectan a partidos que llevan tanto gobernando, que tienen que dar esa imagen de transparencia y regeneración que no tenían.

-¿Y el electorado? ¿Castigan los votantes la corrupción?

-La Gürtel se destapó en 2009, la gente entonces debió de sacar una lección que no se ha aprendido, porque luego llegó la Púnica y vimos los mismos amaños.

No sé si es difícil acabar con la corrupción, o es que no hay voluntad política de acabar con ella. Yo creo que es lo segundo.

Llegaron las últimas elecciones municipales y autonómicas y hubo un voto de castigo, pero en municipios como Boadilla o Pozuelo, muy castigados por la corrupción, no ha habido esa limpieza y ha ganado el Partido Popular.

No sé si la gente está muy concienciada. Una persona me dijo que pensaba que la trama Gürtel había sido como un cometa (que iluminaba el cielo), pero electoralmente se ha quedado a medias. La gente ha castigado más la crisis económica que la corrupción.

-Lo bueno de Gürtel fue que aprendimos a reconocer una serie de indicios: contratos fraccionados, el gasto en eventos, la coincidencia entre empresas que hacen actos de gobierno y de partido… Hoy estamos algo más educados en reconocer esas pistas.

-Sí, la prensa ha servido para describir cómo funcionan esas tramas. Ahora estamos con Pujol. Ese servicio público debería servir a los administradores de lo público para no volver a cometer ese tipo de errores, pero lo que conozco, las medidas de transparencia dejan mucho que desear.

‘Gürtel, la trama’, está escrito por David Fernández, y se encuentra en fase de crowdfunding. Puedes apoyar su publicación desde este enlace.