El Hospital Valdecilla salta de campaña a campaña
Fue en los minutos previos a la campaña electoral de las pasadas elecciones autonómicas cuando Mariano Rajoy visitó las obras del Hospital Universitario ‘Marqués de Valdecilla’, y, semanas después, con el acto de recepción de las obras de manos de Ferrovial, la empresa que finalizó las obras a cambio de hacerse con la gestión de una treintena de servicios no sanitarios que ya estaban externalizados, pero que asumía en un único lote.
Era una de las grandes apuestas del Partido Popular, el legado que quería dejar Ignacio Diego al fin de su mandato, la finalización de sus obras, empantanadas durante años; y ha sido también uno de los principales objetos de ataque por parte de la oposición por el modelo de gestión empleado y el peso que asume en él la parte privada.
Sin embargo, el centro no tenía la necesaria licencia de ocupación para su primera fase, lo que ha provocado más de un enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Santander, que enarboló el asunto una vez que se produjo el cambio de partido en Peñaherbosa, y el Gobierno de Cantabria, que incidía en que ese tramitación, consecuencia del nuevo modelo, era cuestión de la parte privada, como confirmó en la prensa la propia Ferrovial.
Así que ha sido en la previa a otra campaña, la de las elecciones generales, cuando, este lunes, se ha concedidao la licencia de ocupación de la Fase III del hospital Valdecilla, de modo que se puede comenzar el traslado a las nuevas instalaciones.
La ocupación del nuevo edificio por pacientes ingresados está prevista que se inicie el próximo miércoles, 25 de noviembre, y se hará siguiendo el plan de traslado establecido previamente por la actual dirección del hospital Valdecilla. La operación completa no podrá darse por finalizada hasta dentro de, aproximadamente, seis meses.
La consejera María Luisa Real ha expresado su deseo de que «a partir de ahora, los equipos que se hagan cargo de desarrollar el plan de traslado no vean perturbado su trabajo con falsas o estériles especulaciones para que puedan emplear toda su atención en hacerlo lo mejor posible y preservando todas las garantías de seguridad para los pacientes y los trabajadores».
El trámite no ha servido para que amainen las aguas: el Ayuntamiento de Santander reivindicaba que ha concedido esta licencia «dos segundos después» de recibir el estudio de autoprotección que venía reclamando.