«Pedimos la confianza a la gente porque nosotros somos los que hemos estado ahí»
No vendrá Alberto Garzón, aunque su mensaje y su rostro están presentes en cada acto de Unidad Popular/izquierda Unida durante esta campaña electoral. Este miércoles sí ha estado el coordinador nacional, Cayo Lara, en Santander.
Ha sido en un acto en el salón de actos de Comisiones Obreras, en la calle Santa Clara de la capital, que se ha desbordado para recibir al que es el líder de IU desde 2008. Alrededor de 200 personas se han reunido en el salón, donde han acompañado a Lara y a los candidatos del partido para el Congreso, Sergio Tamayo, y al Senado, Mercedes Boix.
El acto lo ha presentado Miguel Saro, concejal de IU en Santander y coordinador del partido en la capital. Tras él, Merche Boix, quien ya fue candidata de IU para las elecciones autonómicas en Cantabria, ha basado su discurso sobre todo en la sanidad con una pegatina de ‘Los recortes matan’ pegada al pecho.
Mercedes Boix ha criticado la falta de actuación del nuevo Gobierno en Valdecilla
No podía ser de otra forma. Boix, ginecóloga del Servicio Cántabro de Salud, es una de las activistas más representativas de la Plataforma Cantabria por lo Público y contra los Recortes, y se ha movilizado en numerosas ocasiones contra el nuevo modelo que actualmente gestiona Valdecilla.
Ese contrato público/privado que se ha adjudicado Ferrovial, y que Boix ha denunciado que el nuevo Gobierno cántabro «no está haciendo nada por revertir», y que «no se le está escuchando nada nuevo, solo que harán auditorias cuando podrían hacer mucho más».
Al mismo tiempo, ha denunciado que esta nueva parte del hospital se ha construido sin tener en cuenta a sus profesionales, y que se ha perdido la oportunidad de realizar un hospital de acuerdo a las necesidades reales. «Ni siquiera nos han permitido visitarlo», ha añadido.
Sergio Tamayo: «No somos profesionales de la política, somos activistas, venimos de la calle».
Por su parte, Sergio Tamayo, con una pegatina contra el TTIP en el pecho, ha reivindicado la mochila que IU lleva a cuestas, y que se ha criticado en numerosas ocasiones, sobre todo por nuevos partidos del espectro de la izquierda. «Sí tenemos mochila, pero es una mochila muy interesante», ha insistido, asegurando que los candidatos del partido son jóvenes, mayores y de mediana edad pero, ante todo, «no somos profesionales de la política, somos activisitas, venimos de la calle».
Por último ha comparecido el plato fuerte de la noche, a quien todos esperaban escuchar. Cayo Lara ha iniciado el mitin recordando el debate del pasado lunes, entre PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. «Se ha aplicado la ley mordaza a la tercera fuerza política de este país», ha insistido. «Cuando éramos terceros en las encuestas y en el Parlamento se hacían solo debates a dos, y ahora han puesto por delante a otros dos partidos que solo cuentan con encuestas», ha criticado.
«ALGUNOS LLEVAMOS EL PELO BLANCO Y HEMOS ESTADO INDIGNADOS TODA LA VIDA»
En su opinión, todo este apagón informativo en su entorno se debe a que sus medidas entran en conflicto con los intereses de los grandes poderes, actualmente en manos casi exclusivas de los bancos. «Nosotros abogamos por una banca pública, y los bancos, que ahora controlan el 100% del crédito de este país, no quieren competencia».
Lara ha hablado de Europa, de la OTAN, de terrorismo, y también de corrupción, de desempleo, de políticas sociales, de los jóvenes emigrados que no podrán votar en las elecciones, de las pensiones «dilapidadas», del Fracking y le medio ambiente, y de la violencia de género. Hasta de la República, ganándose un aplauso entusiasta del público. Y se ha centrado especialmente en la total «reconversión de derechos» que se está viviendo de manos de la UE «y quienes la obedecen».
Ha rescatado el discurso tradicional de la izquierda, frente a otros partidos que temen posicionarse abiertamente, Claras alusiones a Podemos, aunque las críticas se han centrado más en el bipartidismo. Ha insistido en la vigencia de la necesidad de la lucha de clases o del feminismo. Ha cargado duramente contra los gobiernos de PP y PSOE, contra sus reformas laborales, cuya intención es echar abajo, contra su carga a las pensiones, contra la Ley Mordaza y contra la destrucción del Estado del Bienestar.
Y ha mandado también un mensaje a los jóvenes indignados, que «han cambiado la lucha en la calle por el sofá», y por una democracia que es más una teledemocracia, donde los candidatos «parecen campechanos porque saben cocinar, tocar la guitarra y hasta se equivocan».
«A los jóvenes indignados que dicen que no se puede estar toda la vida indignado: algunos llevamos el pelo blanco y hemos estado indignados toda la vida», ha dicho, mandando un mensaje incansable. Que «nosotros somos los que hemos estado ahí, en las huelgas, en los piquetes, en las manifestaciones», y que es por ello que «pedimos la confianza», una vez más.