Ya os hemos hablado en más ocasiones de la baja temeraria, una fórmula para rebajar costes en los proyectos de obra pública respecto a los precios con que salen y que es muy criticada en el  mundo de la empresa y por organizaciones como el Colegio de Caminos tanto por cuestiones de competencia como de calidad.

Visita a las obras de la pasarela

Pero la rebaja, que plantean las empresas pero que debe autorizar la institución, no tiene por qué ceñirse exclusivamente a los precios, las cantidades económicas: también se puede ser más competitiva si la obra se acaba y entrega antes.

Es lo que sucedió en Santander con la pasarela para la conexión peatonal entre la calle Alta y Castilla-Hermida, que levantó ASCAN en un plazo inferior al que había propuesto la propia administración.

En concreto, en lo económico la obra (la tercera de más importe hecha en la ciudad en 2014) se licitó en 3,3 millones de euros y se acabó adjudicando en 1,9 millones, tal y como reflejan las actas de la Mesa de Contratación manejadas por EL FARADIO.

No es posible saber si, como ha sucedido en otros en Santander, a la baja temeraria le ha sucedido un sobrecoste.

Pero en la ejecución presupuestaria del año pasada se tuvo que recoger una partida extra no prevista inicialmente de 1 millón de euros que se suman al 1,1 millón que sí estaba previsto, con lo que la cifra consignada finalmente asciende a 2,1 millones de euros.

LA EMPRESA SE ADELANTÓ A LOS PLAZOS

Y en lo que se refiere a los plazos inicialmente eran de 14 meses. Teniendo en cuenta que la adjudicación se hizo en agosto de 2014, las fechas se iban a después del verano.

Pasarela

En su baja temeraria, ASCAN planteó una rebaja de dos meses en el plazo, es decir, pasar de 14 a 12 meses, que lo llevaban a agosto-septiembre.

Pero, finalmente, la empresa acabó incluso antes: la obra se puso en servicio el 17 de mayo, es decir, en plena campaña electoral.

No hubo inauguración como tal, porque las prohíbe la ley.

Pero sí puesta en servicio, con visita incluida (denunciada ante la Junta Electoral , sin éxito, por Ganemos), y con inserciones publicitarias en prensa a cargo de la empresa en lugar de la institución.

El proceso contó con la supervisión del nuevo concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santander, José Ignacio Quirós, que entonces era director general de Infraestructuras (cargo de confianza del equipo de Gobierno) y que (al igual que otros dos cargos del actual equipo de Gobierno relacionados con urbanismo) ha sido empleado y apoderado de distintas sociedades del Grupo SADISA, al que pertenece ASCAN.

QUEDA UNA CONEXIÓN PENDIENTE

La pasarela tiene la función de conectar la calle Alta con Castilla-Hermida, por encima de las vías de tren que separan estas dos zonas (y pese a que existe un proyecto futuro de soterrar las vías férreas).

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Antes lo que existía era una pasarela estrecha que conectaba la conocida como Peña del Cuervo con el entorno del Centro de Salud y la comisaría de Marqués de la Hermida.

La nueva pasarela, más grande y con ascensores panorámicos, no llega exactamente a los mismos puntos, y, de hecho, habrá una nueva obra para conectarla con la Peña del Cuervo.

Así lo reflejaba el propio programa electoral del PP de Santander para esas elecciones, y así se lo traslado De la Serna en su condición d alcalde a los propios vecinos en precampaña.

Esa conexión costará 1,5 millones de euros (lo mismo que lo que finalmente costó hacer la pasarela), y acaba de salir a licitación (es decir, se ha abierto el proceso para que las empresas se postulen para ejecutarla), según consta en documentación municipal consultada por EL FARADIO.