||por JAVIER ASÍN, diseñador gráfico, tras conocerse las propuestas para la elaboración de la marca Santander||

Al excelentísimo Alcalde de Santander (Iñigo de la Serna), a la Concejala de Turismo y Relaciones Institucionales (Gema Igual), a todos y cada uno de los miembros y responsables del gobierno municipal…

…Como ciudadano de Santander, les pido amablemente que tengan a bien plantearse seriamente y con conocimiento de causa, si la imagen que quieren dar de su ciudad es la que aparece en cualquiera de las tres opciones con las que tratan de mutilar la poca credibilidad gráfica que le queda a esta, mi ciudad.

Les pido, como profesional del diseño gráfico, que paren durante cinco minutos y piensen, si de veras, creen que una ciudad como la nuestra no merece algo mejor que esas tres bazofias que los responsables de la empresa PSLIVE han tenido la caradura de presentarles.

Las tres propuestas

Soy consciente de que ustedes no tienen por que saber de diseño, marketing o comunicación; pero suponiendo que sean conscientes de dichas limitaciones, deberían saber rodearse de profesionales que puedan aconsejarles y guiarles en esos menesteres. Cosa que viendo los resultados mucho me temo no han hecho.

Soy profesional del diseño gráfico desde hace más de 20 años, tengo formación superior en marketing y comunicación, he ganado (junto a mi empresa) concursos similares al que ustedes convocaron el pasado mes de mayo (y al cual, por cierto, ni yo, ni mi empresa con 17 años de ejercicio, fuimos ni avisados ni invitados), he creado varias y diversas marcas turísticas, así como decenas de marcas, imágenes y logotipos para un montón de empresas e instituciones de todo tipo, naturaleza, origen y tamaño; y les puedo transmitir sin dudarlo que pocas veces había visto una tomadura de pelo de tal calibre.

Cualquiera de las tres opciones es aburrida, pasada de fecha, incorrecta técnica y conceptualmente, sosa, con una estética nefasta y una execrable falta de empatía, y para redondear la cuadratura del circulo alguna de ellas contiene una falta ortotipográfica (Inspirra ¿de verás?); en definitiva un estudiante de primer curso de gráfica publicitaria les podría haber presentado algo con más y mejor valor, tanto estético como comunicacional.

¿De veras creen que nuestra ciudad va a posicionarse positivamente en un mercado tan complicado como el turístico con una marca de estas características?

¿Como creen que van a poder vender los touroperadores la ciudad de Santander con una imagen tan monstruosamente ineficaz?

¿Piensan seriamente que un ciudadano italiano, belga, ingles o alemán va a decantarse por venir a gastar su dinero a una ciudad que no conocen personalmente pero que les ofrece esa paupérrima imagen?

¿Son conscientes que con cualquiera de esas tres opciones van a tener que aumentar en muchos euros el presupuesto de producción si quieren hacer algo tan mundano como unas pegatinas o unas camisetas promocionales que si tuviesen una marca decente resuelta por un profesional?

¿Supongo que dentro de sus briefings de comunicación tendrán señalado en verde fluorescente el uso de fotos de nuestras playas llenas de chapapote, instantáneas de alguno de nuestros productos gastronómicos con algún vello púbico como puntum, o algún primer plano del campeón regional sub18 de acné seborreico?

Digo todo esto porque humildemente, esas, entre otras, son las únicas imágenes posibles que me vienen a la mente al observar cualquiera de esas tres propuestas. Y tengan en cuenta que yo soy un completo enamorado de mi ciudad, Santander; imaginen el pensamiento de la gente que no lo sea.

A los responsables de la empresa PSLIVE…

No estoy seguro de si son ustedes unos jetas integrales de los que me avergüenzo como profesional de la comunicación, o si son sus limitaciones técnico-creativas las que les hacen obtener resultados tan sumamente malos, ya no mediocres, sino malos; aunque mucho me temo que serán las dos cosas.

A ustedes, la verdad, sólo quiero darles las gracias.

Gracias, porque sea cual sea la opción elegida los resultados serán tan nefastos que, de ahora en adelante, los ciudadanos de Santander podremos disfrutar de nuestra ciudad, y todos sus activos turísticos mucho mejor.

Gracias, porque podremos posar con tranquilidad la toalla en cualquier de nuestras playas y disfrutar en ellas de un espacio vital ilimitado.

Gracias, porque, sea cual sea la fecha, habrán mesas vacías en nuestros bares y restaurantes.

Gracias, porque por fin este año podremos disfrutar de una fiestas de Santiago prácticamente en familia y sin gente alrededor que no cante al hablar.

Gracias, porque de ahora en adelante, será un delicia el no tener que hacer cola para tomar un helado, comprar el periódico o cruzar al Puntal en una lancha semivacia.

Gracias, en definitiva por acabar de un plumazo con el potencial turístico de nuestra tierra, esa de la que queremos sentirnos orgullosos y que al parecer tan poco queremos los que deseamos que venga gente a visitarnos, a gastarse su dinero, a disfrutar de nuestras rabas, o incluso a darse un «cole»; esa tierra a la que ustedes han despreciado con el resultado de su nefasto trabajo.