¿Qué es lo que te hace especial? No, tranquilos, esto no es el comienzo de una película basada en un libro de Federico Moccia.

Es una de las preguntas que te asaltan en un recurrido por el escaparate del mundo que pretende ser FITUR.

Cuesta destacar en el marasmo de trajes regionales, danzas tribales, bebidas, fotos agradables…

Castillla-La Mancha lo tiene claro: apuesta por el Quijote

¿Cómo llamar la atención en una macrodiscoteca en la que todo el mundo es guapo, joven y delgado –posiblemente más que tú–, y encima no tienes ocasión de hacer valer esa fascinante conversación que damos por segurísimo que tienes?

Ese es el problema que tiene Cantabria, el que en el fondo tienen todas las comunidades, con el agravante de que la nuestra tiene una identidad menos definida.

¿Naturaleza? ¿Deporte? ¿Cultura? ¿Gastronomía? Todo es bueno, sí. Pero de todo eso hay en más sitios. Castilla-La Mancha tiene clara la apuesta por el Quijote de la Mancha.

Y en Colombia lograron combinar dos de las tres cosas por las que se conocen (una era García Márquez y la otra NO era el café), en el tan ambiguo como claro lema ‘Un viaje mágico).

DOS HISTÓRICOS INCOMPRENDIDOS PARA ‘VENDER’ CANTABRIA

Superada la etapa de los teleféricos y los campos de golf, Cantabria ha jugado este año dos bazas, con su nivel de riesgo: la Cueva de Altamira y el Año Santo Lebaniego.

Dos historias, por cierto, protagonizadas por grandes incomprendidos de su tiempo. A Sánz de Sautuola, descubridor de la cueva, le tomaron por loco y falsificador; y al monje Beato, por hereje.

Stand de Cantabria, hecho por CODELSE

Altamira, una cueva que existe pero no puede visitarse (no masivamente, en algo que no debiera cambiar), pero que este 2016 tendrá, nunca mejor dicho, proyección internacional.

El stand de Cantabria acogía el estreno del tráiler de Altamira, la película protagonizada por Antonio Banderas, un biopic sobre la historia de incomprensión a la que se enfrentó en su momento el descubridor de la gruta, Marcelino Sanz de Sautuola.

Se estrenará en abril, en el Palacio de Festivales, con la presencia del actor y el resto del equipo y el tráiler ofrece momentos de emoción de una historia nunca suficientemente bien contada.

La otra apuesta es el Año Santo Lebaniego, con otra historia de incomprensión, la que sufrió un monje llamado Beato, ilustrador del Apocalipsis, mal visto por la ortodoxia en sus tiempos y ‘descubridor’ del destino en España del apóstol Santiago en lo que rápidamente, Revilla vende como el germen de la Unión Europea.

Pero es que cuesta competir hasta con los lugares santos: en Caravaca venden una cruz y, en la acera de enfrente de Cantabria, por decirlo de algún modo, el Camino de Santiago (el buen camino, lema elegido).

No tenían mal vendedor: el propio Beato (en realidad, Manu, actor del estudio de Rosa Casuso), contando la historia en actuaciones por los pasillos, a medio camino entre la historia, la interpretación, el clown y el mimo callejero que tiene que salir a buscar a la gente que le escuche (y que ya el día anterior había actuado ante quien podría ser el próximo presidente de Gobierno)..

LA BURBUJA DE FITUR SE REDIMENSIONA

De las cenas a los canapés, del restaurante de lujo a la Casa de Cantabria y de los cinco ministros y el 75% del IBEX a un posible presidente y varios empresarios, en un evento modesto más social que económico.

Revilla en FITUR

FITUR ya no es lo que era, y poco a poco se ha cambiado de ese modelo de los grandes anuncios y vender cosas que aún no existían (con la excepción hecha de Santander) a intentar sacar partido a lo que ya se tiene, en una derivada más lógica tras asumir (a la fuerza ahorcan) varias generaciones de gobiernos han aprendido que a estas alturas nadie va a inventar la pólvora y que el modelo del gran anuncio, aparte de ya imposible, es un modelo de dentro para dentro y la feria es un escaparte. Vender lo que tienes. Es suficiente. No es poco.

Pero aunque no sea tiempo de grandes anuncios, y lo único que queda de la época de la megalomanía es el Puerto de Laredo. que hay que llenar como sea –y eso se ha trabajado también en FITUR-, sí que hay que vender frases, y de los autores de “el español nació en Valderredible” llega “la Unión Europea se forjó en Liébana”.

EL FITUR DE LA INICIATIVA

Si FITUR fuera un bar el camarero nos recordaría que se viene a beber. La gente de la empresa nos recuerda que vienen a vender.

Espacio para trabajar en stands de FITUR

Al margen de lo que venda la comunidad autónoma, al margen de que acierte o no en sus mensajes o en el stand, el tema es venirte dos días antes con citas cerradas, buscar operadores, buscar empresas, conocer lo que se cuece, recordar a una empresa nacional grande que si buscan un enlace local, ahí estás tú, ver los precios de los destinos para tu agencia de viaje. El mercado sigue bajo, nos confirman en Viajes Alisal. Y más nacional que internacional.

Es así: salir con un trato cerrado tiene un efecto mayor en las empresas que el que las portadas provocan en los partidos. Hacerlo de stand en stand, en las zonas de trabajo, esas mesas alargadas para ‘citas rápidas’ que hay en casi todas partes (Baleares, Valencia, Asturias, País Vasco, Madrid, Castilla-La Mancha, Cuba, República Dominicana… ), pero no en Cantabria en lo que ya es una tradición que cumplen gobierno tras gobierno.

No es un reto fácil, no siempre pasa y hay que coger muchas tarjetas y apretar muchas manos. Hay que pelear por la visibilidad, como saben en Coolture, la empresa que desde la zona oriental mira a la arqueología, que saltaba de los vecinos (como en la vida real) standS cántabro y vasco, y que consiguieron presentarle su proyecto a Patxi López.

DISTRACCIONES Y ATRACCIONES

El problema es que hay distracciones: lo sabe bien en el stand de Albacete, intentando vender su comunidad (con el añadido de que su orador contaba con una voz menos potente que la de Revilla) mientras justo enfrente en Melilla había un baile entre tradicional y electrónico.

Porque se promociona todo: lugares tan en principio extraños de vender como Chincón, en Madrid, o El Tiemblo de Ávila.

Stand de la Generalitat Valenciana

Porque hay todo tipo de especializaciones y provocaciones: Albacete vende un proyecto de turismo accesible. En Castilla y León, una mezcla de música clásica y AVE (sí, AVE como reclamo turístico). Puestos a innovar, lo cierto es que los food trucks han debido pasar de moda y en Aragón han tirado de un juego de trivial, en otros sitios se llevan las simulaciones de experiencias.

Y otros apuestan por la visión integral: en la República Dominicana, directamente, “lo tienes todo”.

No sabemos de dónde venían los romanos y los bárbaros que se paseaban frente a Murcia. En Andalucía lo hay todo: si FITUR fuera el mundo, Andalucía sería un continente entero. Es la desproporción hecha decenas de stands.

Y se dan paradojas agradables, Como que la Comunidad de Aragón aproveche en su promoción una película rodada allí protagonizada por Gabino Diego y… el santanderino Eduardo Noriega.

O ver que en la Comunidad Valenciana con unos anuncios que incluían un guiño a las parejas del mismo sexo. Un “vengas con quien vengas, aquí eres bienvenido”. Resulta que la tolerancia, además, es rentable..