«Os habíamos convocado este domingo y no va a poder ser», anuncian en un comunicado Las Gildas, que han cancelado la jornada que se iba a desarrollar este domingo en Torrelavega.

A través de las redes sociales, el colectivo explica que «circunstancias ajenas a su voluntad nos impiden disfrutar de vosotros y reunirnos en Torrelavega», al tiempo que anuncian que volverán a intentarlo y piden difusión de esta cancelación.

CAMBIAR LAS REGLAS DEL JUEGO

Recién cumplida su mayoría de edad, Las Gildas regresaban este domingo con la idea de construir otra realidad. Una en la que el centro sea la propia vida, y no el capital que poseemos.

Quieren cambiar las reglas, acabar con las desigualdades, ser un poco utópicas. Porque si algo ha caracterizado siempre a este colectivo de mujeres es que siempre están alerta, siempre echan a andar su conciencia y empatizan con los demás, aunque sea en problemas que aún no les atañen. Porque no quieren ser víctimas pero tampoco verdugos.

Igual que en el Monopoly, Las Gildas están dispuestas a cambiar las reglas del juego.

«Sentimos, con urgencia, que las personas, todas, deberíamos recuperar la capacidad de decidir: qué hacer con nuestra vida, con nuestro tiempo, con nuestro dinero, nuestra energía, nuestras ganas…», rezaba la declaración de intenciones para esta cita.

Una cita que era doble. Primero este miércoles, 17 de febrero, en la Casa de Cultura de Torrelavega.

Suponía por primera vez su presencia en la capital del Besaya, con uno de sus ‘Encuentros de té y café’, en una charla-debate sobre la Renta Básica de las Iguales que organizaba el colectivo ANDARIVEL.

Y la segunda cita estaba programada para este domingo, día 21, con su habitual cita de pinchos, que iba a haberse celebrado en el Bar ‘La Chapa’ en la calle San José de Torrelavega, con un concierto de ‘Los Castos’.

LA RENTA BÁSICA DE LAS IGUALES

La renta básica de las iguales es la principal reivindicación que lleva a cabo el colectivo ANDARIVEL, y que Las Gildas hacían suya en esta nueva cita.

Las propias Gildas admitían que de este encuentro también han surgido infinidad de interrogantes que ahora formarán parte de sus reflexiones individuales y colectivas.

Con su convocatoria buscan invitar a más personas a conocer el contenido de esta reivindicación, y explicar su posición. Ambos colectivos se ponen de acuerdo en que hoy en día hay un reparto injusto, y querrían convertir en plural el famoso refrán ‘El que parte y reparte, se lleva la mejor parte’, para que todas las personas tuvieran las mismas posibilidades.

Suena utópico pero es lo que pretenden: cuestionar lo establecido, imaginar alternativas y cambiar las reglas del juego.

MAYORES DE EDAD

Las Gildas comenzaron su andadura el 14 de febrero de 1998, cuando un grupo asambleario de mujeres unidas por su deseo de conocer y mejorar otras realidades, se comenzó a reunir todos los domingos en el bar El Bolero, de Santander.

A día de hoy, más de 100 mujeres han pasado por el grupo, y han llegado a formarse como asociación. Tradicionalmente, cada jornada se ha ofrecido una reunión aderezada con música, actuaciones y comida que ellas mismas preparan. Y con el dinero recaudado a lo largo de cada temporada han apoyado diversos proyectos en diferentes lugares del mundo.

Su principal objetivo es apoyar aquellos que aporten un planteamiento transformador de la realidad, y que cuestione el actual sistema neoliberal y globalizador. Proyectos que sean concebidos a largo plazo y cuenten con poca cobertura desde otros medios, como ONGs, instituciones gubernamentales o medios de comunicación.

El concepto de comunidad debe ser primario en estos proyectos, pues deben estar centrados en el entorno en que se desarrollen. Con esas ideas, algunos de los planes que apoyan son el de Tiluchi, en Bolivia, una casa de acogida de niñas y adolescentes con alta vulnerabilidad. Gracias a su colaboración se les proporciona la atención que precisan para construirse un nuevo futuro.

También colaboran con el Sáhara, en coordinación con la asociación Cantabria por el Sáhara, apadrinando camellas para abastecer de leche, carne y lana a la población de los campamentos de Tindouf. Un proyecto que, además, crea varios empleos directos e indirectos. Están presentes, asimismo, en Haití, donde han ayudado a crear casas de acogida principalmente para niños; y en Palestina, donde ofrecen orientación legal a presos palestinos y sus familiares en Gaza. Proyecto en el que se coordinan con INTERPUEBLOS (España) y ADDAMEER (Israel).