No es que vayan a venir, es que los refugiados que huyen de sus países en guerra y situaciones extremas ya se encuentran aquí, sin que las instituciones hayan preparado el camino de una forma eficaz.

Llegada de refugiados a Lesbos (Grecia) Foto: PROEM-AID

O, simplemente, “cumplir la ley”, como subraya la abogada santanderina Eugenia Gómez de Diego, que atiende estos casos en el turno de oficio y en lo relacionado con la extranjería.

“No es cuestión de solidaridad, es cuestión de legalidad. No es un tema de valores. Los estados tienen la obligación jurídica de darles acogida, al ser firmantes de la Convención de Ginebra. Están obligados a darle cumplimiento y no lo están haciendo”, enfatizaba entrevistada en BUENAS TARDES CANTABRIA.

Porque los refugiados que llegan a la Unión Europea se topan con los muros institucionales, pero se encuentran con ayudas de ciudadanos particulares o de ONGs (como los que atienden a los llegados a Lesbos) o los participantes en la manifestación de este sábado convocada en distintas ciudades del mundo, a la que se ha sumado Santander, demandando un «pasaje seguro».

LA PERSPECTIVA LEGAL

Entre esas ayudas también están las de sectores profesionales como la abogacía, que se han venido organizando para hacer frente, desde el punto de vista legal, a este problema, a base de comités de crisis y expertos, con reuniones con organizaciones especializadas como ACNUR.

La abogada Eugenia Gómez de Diego

Y es una tarea que afrontan con muchas dificultades, como la “confusa información” que tienen desde la Unión Europea, que lleva a paradojas a que sean ellos, los refugiados, quienes tienen que solicitar el asilo, a pesar de desconocer los mecanismos a menos que dispongan de un abogado que les asesore.

El papel de estos profesionales se revela pues, fundamental, para que entiendan el marasmo legal al que se enfrentan, según explica Gómez de Diego.

Situaciones como que si han llegado a través de mafias que les han facilitado papeles falsificados, están en riesgo de haber cometido un delito, el de falsedad documental, con sanciones que sólo se pueden evitar si aceptan la expulsión.

Y la expulsión se revela como “de imposible cumplimiento”, subraya esta abogada, porque se abren unos expedientes que expulsan a países en los que la administración reconoce la situación “evidente” de un conflicto.

O, en el caso de las mujeres refugiadas, que suman a su difícil situación una discriminación extra de género, que pueden ser víctimas de trata de mujeres, y que ven como las instituciones las cambian el procedimiento del sistema de asilo al de extranjería.

La falta de organización y cumplimiento de la ley, la “inoperancia” ante estos casos de asilo está llevando a que el viaje (en el que España es un “tránsito”) que les lleva a realizar el viaje en unas duras condiciones, y a quedar “en manos de las mafias” que, además, se enriquecen con este problema.

 LAS DIMENSIONES DEL PROBLEMA

Con los conflictos de Medio Oriente, en los últimos años cerca de 60 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. De ellas, 20 millones han traspasado las fronteras de sus países y se cree que aproximadamente 1,5 millones se encuentran en situación de especial vulnerabilidad.

Estos datos, aportados por Amnistía Internacional, muestran el volumen de la gran crisis humanitaria que existe actualmente, la peor de los últimos años.

A pesar de que la mayoría de los refugiados se quedan en los países limítrofes como Jordania, Irak o Líbano, una minoría está llegando a las puertas de Europa por medios ilegales e inseguros ante las dificultades que les pone la burocracia europea. Los muertos en el mar ya se cuentan por centenares.

MANIFESTACIÓN EL SÁBADO

Por todo ello, el próximo sábado, 27 de febrero, Santander secundará la “Marcha Europea por las Personas Refugiadas y Migrantes, #PasajeSeguro ¡YA!”, que se realiza en decenas de ciudades europeas y en más de 40 localidades españolas.

En la capital cántabra el evento se iniciará a las 12.30 en la Delegación de Gobierno y marchará hasta la Plaza del Ayuntamiento, donde tendrá lugar un acto cultural en apoyo a los y las refugiadas y migrantes que se agolpan, en condiciones inhumanas, a las puertas de Europa, y se invita a acudir con mantas como signo de solidaridad con los refugiados.

Se trata de una movilización de “marca blanca ciudadana” -sin siglas ni banderas-, organizada con el esfuerzo de todas las personas que han querido participar, tanto integrantes de colectivos, ONG, asociaciones o partidos políticos como simples ciudadanos preocupados por el goteo incesante de muertes en el mar Egeo, y que se han ido reuniendo en la Biblioteca Municipal de Santander para organizar lo necesario.

MESA REDONDA

Como evento previo y preparatorio de la Marcha, este jueves 25 de febrero a las 19.30 horas la Librería La Vorágine ha organizado una mesa redonda con la participación de algunas personas refugiadas que contarán su experiencia.

Son Vicente Carro, responsable de la Coordinadora Cántabra de ONGD recién llegado de Lesbos, y Gabriel Diego, miembro de Amnistía Internacional, organización que viene presentando informes y reivindicaciones a los gobiernos sobre esta situación.