Desmemoriados presenta 600 firmas contra el callejero franquista en Santander
Miembros de “Desmemoriados, memoria colectiva de Cantabria” han presentado hoy en el registro del Ayuntamiento de Santander unas 600 firmas de ciudadanos y ciudadanas que exigen el cambio inmediato del callejero franquista de la ciudad.
El colectivo ha recogido estas firmas en los últimos seis meses en diversas acciones de difusión de un estudio propio sobre la huella que ensalza al fascismo en las calles y plazas de Santander.
Ahora se las presenta al Consistorio y a todos los grupos políticos municipales para apoyar el informe de la Comisión de Historia y exigir que éste sea vinculante en el pleno del Ayuntamiento.
Desmemoriados le recuerda al alcalde, Íñigo de la serna, y a su equipo de Gobierno que el artículo 410 del Capítulo III del Código Penal castiga a “las autoridades o funcionarios públicos que se negaren abiertamente a dar el debido cumplimiento a resoluciones judiciales, decisiones u órdenes de la autoridad superior dictadas dentro del ámbito de su respectiva competencia y revestidas de las formalidades legales”.
Por ello, pide que se ponga en marcha «de una vez por todas» los cambios en el callejero y la retirada de los monumentos franquistas y propone la fecha del 30 de junio de 2016 para que se hayan renombrado esas vías. Para proceder a ese cambio proponen a apertura de un proceso participativo para determinar los nuevas denominaciones.
Además, los firmantes exigen “el establecimiento de un plan de pedagogía de la memoria que permita a menores de edad y adultos reconocer los lugares donde se produjeron los hechos de represión más brutales tras la victoria franquista.
Ese plan deberá incluir el establecimiento de Sitios de Memoria, la señalización de todos los centros de represión y tortura que funcionaron desde agosto de 1937, así como la elaboración de materiales pedagógicos que puedan ser utilizados en los diferentes niveles educativos (primaria, secundaria y superior)”.
Desmemoriados recuerda así que no sólo hay que cambiar el callejero sino profundizar en el conocimiento de la historia propia y de las consecuencias del totalitarismo.
En otros muncipios como San Vicente de la Barquera el tema de las calles que ensalzaban a protagonistas de la dictadura franqusita se gestionó con una consulta ciudadana y cambiando la denominación a nombres relacionados con la historia del municipio o formas con las que los barquereños ya estaban llamando a esas calles.