|| por MARÍA SAIZ ||

Una empresa pequeña de diseño gráfico ha pasado su primer año de vida en el espacio de coworking de Distrito Beta en El Río de la Pila. Ahora que comienzan una nueva etapa en solitario, Mi Werta hace un repaso del año y medio que ha transcurrido desde su fundación.

Y es que cuando, en octubre del año 2014, Omar Bermúdez, Irene Jiménez y Jaime Álvarez decidieron crear esta pequeña empresa, el nombre de Mi Werta surgió instantáneamente para servirles como imagen y reflejar su filosofía.

Los creadores de Mi Werta.

Así lo explica Jaime Álvarez, quien realiza una comparación entre el mundo creativo y el agrícola: “el que trabaja en el campo dedica mucho tiempo y cariño a lo que cultiva, al igual que un diseñador”.

Además, gracias a este nombre los componentes de este negocio han podido crear la imagen corporativa cuyo tema principal son las hortalizas y las frutas.

Los tres socios se conocieron cuando estaban trabajando para una gran agencia de publicidad. Se hicieron amigos y llegaron a la conclusión de que había un gran número de cosas con las que no estaban de acuerdo, por lo que prefirieron apostar por su propio proyecto.

Esta fue la principal razón por la cual estos jóvenes emprendedores decidieron arriesgarse y lanzarse a la aventura de abrir un nuevo negocio, con un estilo propio que les diferencia.

Como es de esperar, al principio tuvieron dudas y miedos. No sabían si el proyecto saldría adelante y tuvieron que invertir parte de su dinero, buscar clientes y hacerse un hueco en el mundo de las artes gráficas.

Pero un año después, Mi Werta va labrándose una reputación en el campo del diseño, y ya cuenta con clientes como Cruz Roja, el Culture Game Fest (cuyo cartel fue obra de uno de ellos, Omar Bermúdez), los conciertos de Música en Grande, etc… Se puede decir que poco a poco, lo sembrado va dando su fruto.