«La ciudadanía no se va a quedar quieta» ante el acuerdo entre la UE y Turquía
Mientras sobre el terreno se está expulsando hasta a las ONGs, de forma paralela a la llegada a Lesbos del material conseguido por las donaciones de los cántabros y mientras un cántabro ultima los preparativos para su llegada allí, este miércoles 23 de marzo, el grupo ciudadano Pasaje Seguro convoca a la ciudadanía a expresar su rechazo por el «vergonzoso» Pacto UE-Turquía para la extradicción forzosa y expréss de los refugiados, con la convicción de que “hay que hacer llegar a los gobernantes el mensaje de que la ciudadanía no se va a quedar quieta, no va a tolerar esta ignominia”.
Será a las 17.30 horas frente a la Delegación de Gobierno, donde se denunciarán los devastadores efectos de un Pacto en virtud del cual el ACNUR se ha negado a estar presente en campos de refugiados que considera ya “campos de detención”.
“A cambio de 6000 millones de euros, de la revisión de la política de visados y de las negociaciones de integración en la Unión, la UE ha subcontratado las devoluciones en caliente a Turquía”, explican desde el grupo ciudadano.
En este colectivo consideran “una hipocresía flagrante” que la UE considere a Turquía un país seguro, a pesar de que «carece de legislación en materia de derechos de refugiados y de que sus libertades democráticas estén muy limitadas».
Por otro lado, ven con «muy buenos ojos» iniciativas como la anunciada ayer por Alberto Garzón, de Unidad Popular, de presentar una querella criminal contra Mariano Rajoy.
“Nuestro presidente en funciones suscribió dicho tratado sin tener en cuenta la oposición del Congreso de Diputados que lo rechazó por una inmensa mayoría; a sabiendas de que a la ciudadanía nos llena de oprobio, vergüenza e indignación”, señalan.
Pasaje Seguro tilda de “impúdica” la claridad con que el Pacto, desde su introducción, “pone de relevancia la verdadera naturaleza de la UE”.
El Pacto pretende ser, literalmente, un intento de “estrechar las relaciones entre Turquía y la UE, así como abordar la crisis migratoria”, tratando de ‘colar’ en segundo término su verdadera intención.
Algo “cuando menos, hipócrita” puesto que las negociaciones con Turquía llevan ya casi 30 años y precisamente han sido ralentizadas por el autoritarismo del régimen de Erdogan y sus sistemáticas violaciones de los derechos humanos, evidenciadas en los últimos tiempos sin pudor, al calor de la futura firma.
Para Pasaje Seguro, reubicar a las personas refugiadas sería la solución más racional, pero no se lleva a cabo porque “reconocer nuestra capacidad de refugio supondría admitir que las políticas de austeridad no son fruto de una escasez de recursos real, sino ficticia. Es decir, sería reconocer que nuestra crisis actual es el resultado de unas políticas de concentración de la riqueza en pocas manos, y no de falta de riqueza».