Silverstorm El Salvador se impone 13 – 9 al VRAC Quesos Entrepinares y se alza con su séptima Copa del Rey en un partido que pasará a la historia del rugby español por ser hasta la fecha el que más aficionados, más de 25.000, ha concentrado en un encuentro de rugby en España.

Celebración

El Nuevo Estadio José Zorrilla se vestía desde primera hora de la mañana con sus mejores galas para abordar una cita deportiva, pero en esta ocasión con diferencias.

El césped de Zorrilla lucía lineas diferentes a las habituales, no tenía porterías y el balón precisamente no iba a rodar por el césped.

Otra diferencia era la afluencia de público: el sábado para la cita habitual del fútbol se concentraron en el feudo pucelano poco más de ocho mil personas. Hoy domingo se han superado las 25.000 localidades vendidas. Un lleno histórico para el rugby español que ha disfrutado de una auténtica fiesta del deporte oval.

Un partido presidido por S.M el Rey, Felipe VI que ha disfrutado de un encuentro reñidísimo entre los dos equipos de Valladolid, máximos estandartes del rugby en España, que han buscado siempre dar el mejor espectáculo, hoy ante muchas caras nuevas, esperemos habituales en los campos de rugby a partir de ahora.

DE UN PRINCIPIO TRABADO…

El encuentro comenzaba trabado, con muchos nervios en ambos clubes por el hecho histórico que estaban protagonizando.

Así, los primeros minutos de partido comenzaban con una sucesión de patadas de campo a campo entre los aperturas de Quesos y Chami, nadie se atrevía a arriesgar o innovar (y es que más de 50.000 ojos mirando tienen que poner nervioso a cualquiera).

Continuaba el desarrollo del partido sin grandes jugadas, con un juego muy templado por ambos equipos, centrados en el juego de delantera. No sería hasta el minuto 10 de partido cuando se produciría el primer desequilibrio en el, hoy sí, luminoso. Sam Katz adelantaría a los chamizos tras pasar un golpe de castigo desde la 22. Una primera patada a palos que se desarrollo a pesar del volumen de gente bajo un absoluto silencio.

Tras el nuevo saque de centro el juego se mantenía trabado, juego puro de delantera con infinidad de rucks sobre el césped de Zorrilla, justo en el momento en el que hacía aparición la lluvia en Valladolid, algo que le vino bien a los pupilos de Diego Merino que comenzaron una serie de ofensivas contra la defensa chamiza.

…A EMPATE Y REMONTADA

Ataques de delantera que se saldarían con un golpe de castigo a favor de los queseros. Golpe que transformaría el apertura Gareth Griffiths para poner el empate a tres en Zorrilla.

El VRAC entraba en sus minutos de oro y tan solo 120 segundos después conseguía otro golpe de castigo a favor, que de nuevo pasó entre los palos Griffiths. Una patada con la que se ponían los de azul 3-6. Un resultado que nos acompañaría ya hasta el final de la primera parte.

La segunda parte tomaba un cariz distinto. Desde el primer momento, el conjunto de Juan Carlos Pérez era mucho más capaz de mantener el control del balón y evitaba las acometidas peligrosas de los queseros.

Los chamizos buscaban más el golpe de castigo a favor que el propio ensayo, sabiendo que tenían en sus filas la prodigiosa pierna de Sam Katz.

Histórica celebración

Una estrategia que les daría resultados en el minuto 15 de la segunda mitad, cuando el colegiado burgalés, el señor Molpeceres, pitó un golpe de castigo favorable a los colegiales.

Golpe que anotó Katz para igualar el resultado y dar aliento a los suyos.

El empate en el marcador no sentó bien en las filas queseras, que encadenaban fallos en ataque en cuanto llegaban a la 22 chamiza.

En esta tesitura, con un Chami venido arriba y un Quesos que no acababa de cerrar sus oportunidades llegaría el primer y único ensayo del partido, favorable a los del colegio, materializado por las manos de Alberto Díaz y acompañado además de la transformación de Sam Katz.

La cosa se ponía muy cuesta arriba para los de Merino, pero ya se sabe que en este deporte jamas se bajan los brazos.

Chami seguía luchando por aumentar su ventaja y asegurarse la victoria, mientras que el Quesos luchaba ahora por remontar un encuentro que supondría mantener la hegemonía de títulos del rugby español.

Fue de nuevo Griffiths el que recortaba distancias con otro golpe de castigo transformado. Tres puntos más que mantenían viva la esperanza del VRAC de ganar el partido y en ello se volcaron en los últimos minutos en los que todos los ataques partían de manos del VRAC, pero nuevamente las imprecisiones hicieron aparición en escena e impidieron la heroica remontada.

Una de esas imprecisiones fue la que puso fin a un genial partido ofrecido por ambos clubes y que definitivamente se saldó con victoria por 13 – 9 del SilverStorm El Salvador.