La Vorágine celebra su tercer aniversario en la Black Bird
Tres años como tres soles son los que cumple el proyecto de La Vorágine, esta asociación de cultura crítica que cuenta con una librería propia ubicada en la calle Cisneros, y a través de la cual organizan jornadas, encuentros y homenajes de carácter social y cultural.
Para celebrar estos tres años en los que el proyecto se ha consolidado, La Vorágine ha organizado una fiesta de aniversario. Tendrá lugar este sábado, 21 de abril, en la Sala Black Bird Club, en la calle Vista Alegre.
Su aniversario casi coincide con el de la Revolución de los Claveles y por ello han contado con Luis Pastor, la mejor voz para esos tiempos, que ofrecerá el concierto ‘¿Qué fue de los cantautores?’. Con él comenzará la fiesta a partir de las 20:30 h, seguido de Carlos Salem, autor ‘Animal o Memorias circulares del hombre-peonza’.
En medio y después de ambos, habrá mucha fiesta, momentos para compartir, música especialmente elegida, algunos premios no esperados y tiempo para compartir, reír e imaginar.
La entrada única cuesta 10 euros, y puede adquirir en La Vorágine, en la Sala Black Bird y también el bar El Mono que Chilla, ubicado en la calle del Sol. Sin embargo, dado el carácter solidario habitual de este proyecto, desde La Vorágine ofrecen a aquellos con problemas para el aporte que hablen con sus organizadores y lo solucionen de otro modo.
UN CLÁSICO EN EL PANORAMA CULTURAL SANTANDERINO
El 24 de abril de 2013 se inició el desarrollo de este trabajo colectivo, con unas buenas dosis de cultura crítica y de conciencia social. Tres tres años se ha convertido ya en un clásico en el panorama cultural santanderino.
Precisamente abrió sus puertas un día después del Día del Libro, en un callejón en la calle Cisneros La Vorágine, un lugar que pronto empezó a matizar que era más que una librería: se trata de un espacio de cultura crítica.
Y lo ha demostrado con creces, organizando ciclos de economía alternativa, ofreciendo modelos históricos de compromiso, recuperando la historia, viajando a los conflictos de otros países, acogiendo a los colectivos locales, como los que lucha contra el urbanismo feroz en Santander o contra el Fracking en Cantabria, y tratando de recuperar el valor de la militancia. También desmontando el tópico de que en Cantabria no hubo resistencia a la dictadura franquista.
En cuestión cultural han acogido conciertos de cantaautores, exposiciones, clubes de lectura, soplos de suradas poéticas y mucho más. Entre sus estanterías se encuentran los géneros literarios más clásicos hasta textos de ensayo sobre temas políticos de actualidad. Y lo que no son libros: revistas con espíritu crítico como Mongolia, por citar un ejemplo.
Los comentarios de esta noticia está cerrados.