La empresa cántabra Bathco está llevando al extremo su apuesta por dar un toque diferente a un producto tan cotidiano y tan poco asociado a valores estéticos como los lavabos.

Su apuesta por darle una vuelta al diseño le ha llevado a iniciativas como el proyecto Atelier, en el que directamente se ha contado con ocho artistas para que plasmaran sus propuestas de forma artesanal o a mano; o con el patrocinio del evento sobre diseño A-Design, que durante todo este mes se celebra en Santander.

Además de a los artistas emergentes, Bathco ha encomendado a expertos como Javier Mariscal o una figura tan arriesgada como consolidada como es David Delfin que se atreva a experimentar con sus diseños.

Si bien David Delfin saltó a la fama mediática por unos polémicos diseños en la pasarela Cibeles en los que las modelos llevaban la cara tapada simulando burkas, o por el protagonismo de su musa, Bimba Bosé, en sus colecciones, este diseñador y artista ha logrado ya el reconocimiento profesional y comercial.

Su colaboración con Bathco se está notando ya en las colecciones en las que trabaja, en las que está introduciendo elementos artísticos de corrientes como el Urban Art, el kitsch o el pop art.

Por ejemplo, uno de sus últimos diseños, el decorado Ali evoca el Urban Art, el arte callejero neoyorkino de los 70 con un tono desenfadado y gamberro que tiene como elemento más representativo el grafiti, en este caso con una pieza que además es un homenaje personal a su perrita.

Diseño basado en el Urban Art

Otra de sus experiencias evoca el movimiento del arte pop de los años 80, que priorizó la cultura popular y mediática frente al elitismo (con Andy Warhol y su sopa de Campbell o los cuadros de Marylin como principal icono).

Por ejemplo, en el lavabo Olea, David Delfín ha rendido tributo a esta forma de entender el arte a través de su estampado Flash, en el que hace un guiño al grupo Memphis y actúa como un código cifrado que va directamente a las emociones y a las sensaciones sin pasar por el análisis racional.

La combinación de colores – azul, amarillo, rojo y naranjas – da vida a objetos que ya se vieron en obras de grandes referentes de este movimiento como Roy Lichtenstein o Takashi Murakami.

Lavabo con guiños a pop art

Finalmente, con el estampado Pink Flamingos plantea un viaje a la estética trash de los 70 o, lo que es lo mismo, al lado más kitsch de Las Vegas o Miami.

El diseñador se inspiró en la película que lleva su mismo nombre y, en concreto, en Harris Glenn Milstead conocido por su caracterización como el drag queen Divine, un personaje que ha trascendido por lo controvertido que fue en su momento.

Guiños Kitsch

Bathco es una empresa con más de 30 años de historia especializada en el diseño de lavabos que exportan a más de 70 países.

Es la empresa patrocinadora del equipo de rugby cántabro, el Bathco Rugby Club, todo dentro de una política de Responsabilidad Social Corporativa que incluye apoyo a clubes como el Buelna de Fútbol.

O distintas acciones de sensibilización sobre el cáncer organizadas por la asociación ‘Luchamos por la vida’, con sede en Los Corrales, o la Titan Desert.