La Semana Santa no frena la emergencia laboral en Cantabria
Sigue la situación de emergencia económica motivada por el mal comportamiento del empleo en Cantabria, que destaca para mal en el resto del país.
Este miércoles han salido las cifras del paro de abril que si bien recogen un descenso respecto al mes de marzo en 1.128 personas y 1.958 afiliados más a la Seguridad Social, ofrecen malas perspectivas: Cantabria es la única comunidad autónoma en la que crece el desempleo interanualmente, es decir, comparado con el mismo mes del año anterior, con 1.995 nuevos parados más que hace doce meses.
Desde el Gobierno, el consejero de Economía, Juan José Sota, lamentaba que ta comparativa resulte difícil porque los datos del año anterior estaban viciados con las contrataciones que múltiples ayuntamientos llevaron a cabo de cara a las elecciones del pasado mes de mayo.
Desde la oposición, el PP, su portavoz parlamentario, Eduardo Van den Eynde, criticaba que lo prioritario y urgente del Gobierno no sea el paro sino otros temas como las basuras de Guipúzcoa y el convenio del Racing.
Más allá de los datos de empleo, asoman otros que también revelan la debilidad del mercado de trabajo, como que sólo el 7% de los contratos rubricados en abril han sido indefinidos y como más de la mitad de los parados no tienen ningún tipo de prestación, en una “precariedad masiva” contra la que alertaban los sindicatos.
Y estos datos se conocen apenas días después de la última EPA (Encuesta de Población Activa), según la cual Cantabria aportó el trimestre pasado uno de cada cuatro nuevos parados en España.
La emergencia social que vive la región está incrementada estos días con anuncios como la liquidación de Tinamenor, que se lleva por delante 80 empleos en los municipios de San Vicente de la Barquera y Val de San Vicente, o las situaciones de incertidumbre en otras empresas como Bosch, Nissan o la propia Sniace, sin olvidar fenómenos como el éxodo juvenil, la mala situación del sector primario o los problemas de PYMES y microPYMES.