Durante todo el año pasado, y pese a ser año electoral, sólo hubo una obra en Santander que costó más de lo previsto: el vial de la fallecida Amparo Pérez en la S-20, construido por COPSESA (empresa propiedad de un compañero de partido, PP, del alcalde de la ciudad, investigado judicialmente), cuyo nieto comparecía esta semana en el Parlamento de Cantabria con un mensaje muy fuerte a favor de la rehabilitación de los barrios y de cuya en puesta en servicio se cumple un año este jueves.

El vial de Amparo tuvo sobrecostes

Esa obra es la única en la que, según refleja documentación municipal consultada por EL FARADIO, en todo 2015 se produjo un modificado del contrato que implicó modificaciones presupuestarias al alza: se adjudicó en 3,7 millones de euros y luego acabó costando 220.000 euros extra.

(La adjudicación fue por una importante baja temeraria, ya que se licitó en 6 millones de euros; y el 80% de la obra fue costeado por una subvención autonómica, del Gobierno de Cantabria, esgrimida por el equipo de gobierno como argumento para no retrasar la obra de un vial que, casi un año después, no tiene apenas circulación).

Y eso a pesar de que la propia ejecución presupuestaria del Ayuntamiento, a fecha de septiembre, cuantificaba que las obras de 2015 supusieron costes por valor de 36,4 millones de euros no previstos en las partidas iniciales de presupuestos de ese mismo año, pero no reflejados aquí al no acarrear un cambio en el contrato.

Eso no quiere decir que no hubiera modificados presupuestarios el año pasado (en 2014 sí que no hubo absolutamente ninguna): sí que se modificaron presupuestos de obras, pero sólo en el sentido de ampliar plazos de las obras, y en ninguno de los casos, esos retrasos supusieron sanciones a la empresa responsable.

En concreto, las tres obras en las que se modificaron los contratos permitiéndoles retraso son:

-LA RENOVACIÓN URBANA DEL GRUPO BENIDORM

Licitada en 1,1 millones de euros y adjudicada en 613.000 (esto es, baja temeraria), a la unión de empresas Calle Benidorm (SERCON+TAMISA), en diciembre de 2014 por un plazo de seis meses.

Finalmente las acabarían en marzo de 2015, esto es, nueve meses más tarde de lo acordado, en un retraso justificado desde el Ayuntamiento (sí se justifica como motivo ajeno a la empresa no se le imputa sanción) debido que se vio necesario desplazar un muro de hormigón y crear más plazas de aparcamiento.

-LOS CRÁTERES DE TETUÁN

Uno de los proyectos arquitectónicos de microespacios, adjudicado a COPSESA también por baja temeraria, con un cortísimo plazo de ejecución (dos meses) que se incumplió dos veces, sin que ninguno fuera, según el Consistorio, responsabilidad de la empresa.

El primero se debió a “causas internas” de la Administración (relacionado con el traslado de un centro de transformación eléctrica que apareció durante los trabajos) y el segundo a la necesidad de recoger sugerencias vecinales. Ninguno de los motivos es responsabilidad de la empresa, ergo no hay multa.

-LA REFORMA DE LA PLAZA JUNTO AL CENTRO CULTURAL DOCTOR MADRAZO

Adjudicada a Teginser, empresa ligada a la anterior etapa del Racing, que se acaba de llevar por baja temeraria el parque de La Remonta, una obra que pese a ser aparentemente fácil (un plazo de dos meses) necesitó dos ampliaciones de plazo.

La primera, porque la lluvia dificultó los trabajos (los trabajos se hicieron en pleno invierno, pero cuadró que ha sido, como confirma la AEMET, uno de los inviernos más secos de los últimos años).

La segunda ampliación de plazo se corresponde en realidad con los modificados de 2016 y se debe a “imprevistos”: elementos que aparecieron en el forjado del falso techo y peticiones de la comunidad de vecino, que, sin embargo, no impidieron que una vez inaugurada aparecieran goteras que afectaron al mercado.

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