Una mezcla de burocracia, retrasos y falta de recursos está provocando problemas que ya han retraso la llegada de niños saharauis dntro del programa Vacaciones e Paz a otras comunidades autónomas y que amenaza la llegada de los participantes en el programa de acogida a Cantabria.

Por un lado, la orden del Gobierno central que regula los programas de acogida con otros países (como este del Sáhara, pero también de otros lugares) se ha retrasado respecto a las fechas habituales.

Niños participantes en programa Vacaciones en Paz de Cantabria por el Sahara

Y, por otro, se ha introducido un nuevo requisito burocrático, un certificado relacionado con la ausencia de antecedentes en materia de abusos sexuales que tienen que presentar los padres y residentes en las viviendas.

Según explicaba a BUENAS TARDES CANTABRIA Mayte Lorenzo, de Cantabria por el Sáhara, este cambio les ha pillado «de sopetón», «con el paso cambiado», de modo que están «buscando como locos» estos certificados.

Porque según diría la normativa, estos son documentos que tendrían que aportar las propias Delegaciones de Gobierno.

Pero el caso es que en las propias oficinas, pese a la buena voluntad de los funcionarios, no hay recursos suficientes para realizar unos trámites que están teniendo que asumir las familias, y todo a contrarreloj.

Es algo que ha sorprendido en Cantabria por el Sáhara, –al igual que a otras asociaciones con el mismo fin en todo el país–, donde están acostumbrados desde hace ya varios años a realizar los trámites administrativos sin que se hayan producido situaciones como la de este año.

A todo esto se han sumado los retrasos: normalmente las órdenes se publican a primeros de junio, pero este año se aprobó el 10 de junio y además tardó en tener su reflejo en el BOE, adonde llegó el pasado 18 de junio, cuando había vuelos que tenían su llegada a España prevista para el día 20.

Esto supone que, por ejemplo, el primer vuelo, el de Madrid, no pudo llegar a tiempo y fue suspendido, de modo que llegará en los próximos días. Pero en Castilla-La Mancha aún no han llegado las resoluciones con los visados, de modo que se ha retrasado la llegada, y los padres están convocando incluso concentraciones de protesta ante la Delegación de Gobierno.

Y con un añadido en el caso de Cantabria: el avión que trae a los niños es compartido con Asturias. Podría darse el caso de que por parte de Cantabria todos los trámites se hubieran realizado de forma correcta y que en Asturias fallara alguno, lo que afectaría a todos los pasajeros del avión.

En cualquier caso, la llegada de los niños a Cantabria sería el próximo 6 de julio, Mayte Lorenzo confía en que para entonces haya dado tiempo a solventar todos estos problemas burocráticos.

VACACIONES EN PAZ

Todo esto le llega a Cantabria por el Sáhara después de haber conseguido el reto extra que se había marcado para este verano: incrementar el número de familias de acogida hasta 60, para paliar el descenso de plazas en otros lugares debido a los recortes de fondos y ante el endurecimiento creciente de las condiciones de vida en los campamentos.

En los mejores tiempos del programa se llegó a tener 90 niños, pero en los últimos tiempos esta cifra se había reducido a 40. El llamamiento extra para este verano ha encontrado buena acogida entre la sociedad cántabra.

Con el programa se pretende ayudar a los niños para que no sufran las duras condiciones del verano en el desierto, que se suman a las ya de por sí difíciles circunstancias de su día a día en los campamentos en territorio ocupado por Marruecos y mientras no se les reconoce su derecho a la autodeterminación.

Las familias que han participado siempre disfrutan de esta experiencia y tejen unos lazos con los niños que se mantienen más allá del propio verano, además de conocer mejor las condiciones de vida en territorio ocupado y la causa saharaui, de la que los niños se convierten en «los mejores embajadores».

Porque “Vacaciones en Paz “es un programa de ayuda humanitaria y de sensibilización política y social, organizado por Asociaciones y ONGs solidarias con el Pueblo Saharaui, el Ministerio de Juventud de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y las Delegaciones del Frente Polisario en las distintas comunidades autónomas de España.

El programa hace posible que, durante dos meses, miles de niños saharauis de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) sean acogidos por familias españolas cada verano, cuando las temperaturas llegan a sobrepasar los 50ºC a la sombra en la hamada argelina.

Gracias a este programa, se puede realizar a los menores un completo reconocimiento médico y, en su caso, aplicar el tratamiento adecuado a las dolencias diagnosticadas, complementar las carencias nutricionales que pudieran tener y facilitarles conocimientos complementarios a los adquiridos en la escuela.