Empresas cántabras y Gobierno autonómico se reunirán el jueves que viene, convocadas por CEOE, para analizar las consecuencias que puede tener en la economía local el ‘brexit’, el resultado del referéndum favorable a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Aunque en principio, distintas voces consultadas por BUENAS TARDES CANTABRIA descartan que los efectos económicos perjudiquen de manera extrema a Cantabria, más allá de una incertidumbre en los aspectos más concretos, por lo que los análisis se centran más en la necesidad de una “refundación” de la Unión Europea.

“INCERTIDUMBRE”

El presidente de la CEOE, Lorenzo Vidal de la Peña, lo consideraba una “muy mala noticia” para las empresas cántabras, que en 2015 exportaron 170 millones de euros e importaron alrededor de 240 millones al Reino Unido, si bien llamaba la atención en especial sobre la “incertidumbre” en torno a un proceso que “no es de hoy para mañana”.

La “incertidumbre”, añadía, es lo que atenta contra la estabilidad, pero, además, reivindicaba el carácter adaptativo a los cambios del mundo de la empresa, y lo veía como una “oportunidad” para repensar el modelo de la Unión Europea.

Yolanda Castaño, gerente de la empresa Adias, especializada en au pair, descartaba efectos graves en este sector más allá de un incremento del papeleo, por lo que animaba a tomárselo de un modo “positivo” y no estar “preocupados”.

¿MEJOR DIVORCIADOS?

María Mendieta, presidenta del Consejo Cántabro del Movimiento Europeo, lo definía como un “divorcio necesario”: “tal vez nos llevemos mejor como matrimonio separado”, expresaba, enumerando las distintas trabas puestas desde el Reino Unido a políticas comunitarias a lo largo de los últimos años.

Y abogaba sobre la necesidad de “abrir un camino de reflexión” sobre el modelo dE la Unión Europea, que debe ser “refundado”.

UN “SHOCK” EN EL MUNDO URBANO

La periodista Isabel García Imhof, residente en Londres, hablaba del “shock” vivido en Londres (un entorno, precisaba, “muy distinto” al resto de Inglaterra, allí, de hecho, ha ganado el remain, frente al mundo rural en el que ha primado la salida).

Otra de las claves es la generacional: “Nunca pensé que me fuera a enfadar con mis abuelos de esta forma”, es el mensaje que expresaban algunos ingleses, que han comprobado la tremenda diferencia entre abuelos y nietos en cuanto a su percepción de la Unión Europea.

Los mayores, explicaba, sienten que su país pudo llegar a ser grande sin necesidad de sumarse a las instituciones comunitarias.

“La gente ha salido a la calle a hablar con sus vecinos, hay corrillos, es algo muy poco británico, no se suele ver esto”, relataba García Imhof,

Y contaba como amigos ingleses le han mandado mensajes pidiéndole “perdón” por los resultados al temer ser vistos como alguien que “rechaza” al extranjero, sobre todo entre esa clase más urbana y acostumbrada a vivir en entornos multiculturales.

Asimismo, ha rechazado las interpretaciones que inciden en el carácter “xenófobo” de los resultados. “Yo no me lo creo, si fuera así me iría de aquí, se ha demonizado mucho a ambas partes”, enfatizaba.

No obstante, García Imhof, que vivió una temporada en Sotogrande, Cádiz, con una importante población británica, contaba como amigos suyos de ahí le han llamado “llorando” al temer los efectos que tengan sobre ellos en aspectos como la atención sanitaria.