La UIMP maniobra para evitar las protestas a Uribe pero mantiene su medalla de honor
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha maniobrado para evitar las protestas por la concesión de la medalla de honor a Álvaro Uribe. No es que haya decidido retirar el galardón, sino que ha decidido anular el acto de entrega de la medalla, previsto inicialmente para el próximo 5 de julio.
En nota de prensa, la UIMP ha explicado su decisión en que este acto es «de carácter estrictamente académico» y así «no pueda ser interpretado como una interferencia en la actual coyuntura política del país».
La UIMP ha querido desmarcarse de la política de Uribe, principal opositor al proceso de paz que ha iniciado esta semana en Gobierno con las FARC y que pone fin a más de 50 años de conflicto con más de 300.000 muertos cuantificados.
Así, la Universidad ha defendido su postura de premiar a Uribe «desde su vocación de estrechar vínculos con Iberoamérica», que le ha llevado a premiar a otros como Belisario Betancur, Michelle Bachelet o Julio María Sanguinetti. Pero ello, asegura la nota de prensa, «se basan en la trayectoria institucional y académica de los galardonados, y no tienen en ningún caso carácter político ni relación con sus posiciones en los asuntos internos de sus respectivos países».
LOS COLECTIVOS LUCHAN CONTRA ESTA CONCESIÓN
Sin embargo, no parece que la entrega de la medalla vaya a anularse sino la ceremonia que le acompañaba. Colectivos como Libres.org o El Colectivo de Colombianos en Asturias ya han rechazado la concesión y no descartaban realizar protestas el mismo días de la entrega de la medalla.
Al conocerse quién ostentaría la siguiente Medalla de Honor de la UIMP, los diferentes colectivos y ciudadanos se han movilizado para protestar contra esta concesión e iniciaron una recogida de firmas que ya supera las 6.000.
Los opositores alegan que la gestión de Uribe durante su presidencia en Colombia llevó a graves violaciones de los Derechos Humanos, causando la muerte de al menos 4.700 ejecutadas extrajudicialmente, que están bajo el examen de la Corte Penal Internacional.
La lucha también ha saltado al plano institucional y al simbólico anuncio de Revilla se suma una acción más concreta que obligará a todos los partidos a ‘retratarse’: el concejal de Santander Sí Puede, Antonio Mantecón, propondrá al Pleno del Ayuntamiento que se declare a Uribe persona non grata en la ciudad –en una petición que ha tenido eco en medios de comunicación colombianos.
Carlos Enrique Ovando Avello
¿No habrá, en Latinoamérica, nadie con más «trayectoria institucional y académica» y mayores méritos para recibir esa medalla? En estos momentos, mantenerla a Uribe es, más que un reconocimiento, una afrenta a Latinoamérica.