Del refugio “lágrima” a la acción frente a la “cobardía” de Europa con los refugiados
“A veces, como ciudadanos del primer mundo, nos refugiamos en la lágrima – cuando vemos las imágenes de los refugiados en el telediario, como la foto de Aylán, el niño sirio muerto a orillas del Mediterráneo- cuando deberíamos pensar en qué hacer”. Es la reflexión que hace, al final de esta temporada de crisis de refugiados, Juan Luis Sánchez, subdirector de eldiario.es, director de Desalambre, la publicación del mismo grupo que aborda las migraciones y coordinador, recientemente, de un número monográfico con el título Refugiados.
Se ha presentado este viernes en La Vorágine, en una mesa redonda moderada por el redactor jefe de eldiario.es en Cantabria, Rubén Vivar; con la presencia de Lucía Quindós, enfermera cántabra que ha estado de voluntaria en Idomeni; Patricia Manrique, del grupo ciudadano Pasaje Seguro Cantabria y el director general de Cooperación del Gobierno de Cantabria, Jorge Gutiérrez.
En su presencia, por teleconferencia, Juanlu Sánchez ha lanzado una dura reprimenda a las instituciones que “dicen representar los valores de la solidaridad” pero han dado “respuestas muy pobres”. “Lo que hemos vivido es el fracaso absoluto de la idea de Europa, el desmoronamiento definitivo de lo que se suponía que Europa tenía que ser”, ha censurado.
Es una idea que ha reforzado Lucía Quindós, enfermera cántabra voluntaria en el campamento de Idomeni, con su relato desde el terreno (que ampliaremos este fin de semana en EL FARADIO): “Esto no puede ser Europa”, pensó en el momento en que los antidisturbios griegos dispararon pelotas de goma y gasearon a madres y a niños sirios para reprimir unas protestas en el campo.
Previamente, Sánchez ha resumido lo ocurrido en Europa: “Pasamos de una estrategia de acogida a un portazo en la cara a los refugiados y a esa barbaridad de subcontratar a Turquía lo que hacíamos en la frontera”.
Por el camino, Angela Merkel, canciller alemana, “la única que había dicho algo con lo que se podía estar de acuerdo”, reculó por “la amenaza electoral y por tensiones en su propio partido”. Porque al contrario que en España, en Europa del Este, en países como Hungría, Polonia, Bulgaria o en la ruta de los Balcanes (también en Francia y en Grecia) “sí hay fenómenos de xenofobia muy claros”.
Lo que ha ocurrido es “lo contrario de lo que los valores europeos dicen”, y ante la aparición de “brotes” xenófobos en algunos países, ha emergido la “cobardía institucional y política en toda Europa”, analiza Sánchez. Porque numéricamente “caber, caben” y en términos jurídicos “tenemos que darles aquello a lo que tienen derecho”.
Frente a esto, ha recordado la sensibilidad de la mayor parte de la población europea – un 84% de la población española estaría dispuesta a prestar cooperación a los refugiados- aunque ha matizado que “a veces nos refugiamos como ciudadanos del primer mundo en la lágrima cuando deberíamos pensar en qué podemos hacer”,
En el mismo sentido, ha alertado de que “acompañamos mucho a los dirigentes políticos en la lágrima”, cuando no deberíamos “ni creerles” cuando nos dicen que España acogerá a 16.000 refugiadas. “Lo hemos visto, sobre el terreno y sobre las moquetas: la hipocresía de Europa”, finaliza su diagnóstico de este curso de la crisis de refugiados.
SUS DERECHOS SON LOS NUESTROS
Patricia Manrique, de Pasaje Seguro Cantabria, ha rebatido indirectamente que el refugio del primer mundo sea ‘la lágrima’: “Aunque nos da mucha pena no caemos en el discurso de la lágrima. Somos seres inconformistas. No creemos que vayamos a salvarles la vida aunque consideramos que sus derechos son los nuestros».
«Ahora son ellas y mañana podemos ser nosotras (que ya lo fuimos por cierto)”, recuerda, en una crisis que es “un 50% de inhumanidad y un 50% de ilegalidad”, porque “viola cinco tratados internacionales”.
Además, ha aprovechado para recordar que Pasaje Seguro es un grupo “diverso y horizontal”, que se relaciona con el resto de la sociedad y que tiene vocación de crecimiento. Hasta ahora ha mantenido contactos con sindicatos y profesionales, con el Obispado y con Cáritas, y también colabora, desde su “total independencia”, con el Gobierno de Cantabria.
Y tienen una función muy didáctica, muy enfocada a la sensibilización, por lo que trabajan en materiales para Educación. Porque “hay un buen porcentaje de la ciudadanía que rechaza estas políticas europeas” pero “hay otro sector en el que calan los discursos xenófobos”.
Les queda por delante una “tarea de denuncia, pedagogía social y avance”, porque “no podemos asumir que esto se ha acabado mediáticamente” (previamente Juan Luis Sánchez había analizado que el Brexit ha cambiado la conversación en toda Europa y que costará volver a poner en lo más alto de la agenda el problema de los refugiados).
Entre las acciones previstas a corto plazo, este colectivo participará este verano en la Caravana a Grecia, una acción de denuncia coordinada con plataformas y movimientos sociales de toda España, que servirá para desplazar durante unas semanas a decenas de voluntarios a Grecia.
Pasaje Seguro tiene un contacto sobre el terreno, Vicente Carro, que traslada las necesidades de los refugiados y “obra con absoluta transparencia”; es un grupo ciudadano que canaliza campañas solidarias y donaciones; y además tienen el objetivo de hacer un trabajo de “presión política”.
PLAN DE ACOGIDA SIN CIFRAS EXACTAS EN CANTABRIA
En este sentido, recientemente revelaban, tras una reunión en el Gobierno, que el Plan Integral de Atención a las Personas Refugiadas que lanzó Cantabria en septiembre no recoge cifras exactas, cuando la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos (PSOE) había dejado como principal titular que la comunidad está preparada para acoger a 200 refugiados sirios.
“Estamos dispuestos a acoger cuantos refugiados nos indique el Gobierno de España”, ha insistido el director general de Cooperación, Jorge Gutiérrez, que ha intervenido en esta mesa redonda.
Sin embargo, algunas intervenciones desde el público (algunas de representantes políticos del Parlamento de Cantabria, como la diputada de Podemos, Verónica Ordóñez) han mostrado dudas y disconformidad con la actuación del Gobierno de Cantabria.
Un ciudadano señalaba su extrañeza porque Cantabria no haya acogido a “ni un solo refugiado” de los más de 300 que ya han llegado a España (menos que la cifra prometida por el Gobierno en funciones para el periodo, que era de más de 500 y a años luz del compromiso inicial de acoger a 16.000 refugiados sirios en nuestro país).
Entre los asistentes, también han estado la diputado del PSOE en el Congreso, Puerto Gallego, o el diputado regional y líder de Juventudes Socialistas de Cantabria, Víctor Casal.
Desde el público se ha reclamado al Gobierno de Cantabria que exija “de forma vehemente” una respuesta al Gobierno de España.
LO QUE SÍ HA HECHO EL GOBIERNO DE CANTABRIA
Gutiérrez ha recordado los dos acuerdos suscritos por el Gobierno de Cantabria con ACNUR, de 60.000 euros para la atención a refugiados sirios que acaban de salir de su país o que acaban de llegar a los campos, como una “primera acción de emergencia”, y otros 25.000 euros para la misma organización en Jordania, un “país de refugiados donde ahora hay más refugiados”.
Además, ha destacado la primera reunión en seis años del Consejo Cántabro de Cooperación y las órdenes de subvenciones, de 100.000 euros para entidades sociales o ONGs que trabajen con refugiados en el terreno y de 200.000 euros en sensibilización, que es “fundamental” para “poner en valor que somos una sociedad madura, democrática y solidaria”.
O el apoyo a otra organización civil, Cantabria Actúa para el envío de ropa para los refugiados en Grecia, a partir de una iniciativa espontánea de una vecina de Santander, Fátima Figuero, que en un primer momento se vio desbordada por la solidaridad de los cántabros.
Además, Gutiérrez ha subrayado el llamamiento de Cruz Roja para desplazar a Grecia personal sanitario, un colectivo que “tiene una sensibilidad extrema”.