Maite Lorenzo, presidenta de la ONG Cantabria por el Sáhara, ha fallecido esta tarde, según confirman a EL FARADIO fuentes cercanas a la familia.

Ha fallecido tras una lucha contra un cáncer de pulmón que se recrudeció en las últimas horas de forma «fulminante».

Maite Lorenzo

Nacida en Medina del Campo (Valladolid), Maite Lorenzo tenía 64 años y era madre de tres hijos y abuela de una nieta.

Siempre fue una persona con una fuerte vocación de compromiso, que canalizó desde su militancia en Izquierda unida prácticamente desde la fundación en Cantabria del partido, del que era miembro del Consejo Político Regional.

En Izquierda Unida formó parte de su grupo de trabajo de Paz y Solidaridad, y también del Grupo Estatal de Paz y Solidaridad, a nivel federal: desde allí, como «referente» que fue en el problema del Sáhara, impulsó muchas iniciativas, hasta el punto de que la mayoría de las resoluciones federales de Izquierda Unida en las que se fijaba postura sobre el pueblo saharaui fueron lanzadas por ella.

Desde el partido la ensalzaban como una «incansable luchadora», «imprescindible» en su activismo por el Sáhara, y reivindicando que «su fuerza y solidaridad siempre nos acompañará».

Asimismo, volcó buena parte de su energía y compromiso en la lucha por los derechos del pueblo saharaui, desde joven, llegando ya más adelante a estar implicada en la fundación, en el año 2002, de la ONG Cantabria por el Sáhara, de la que era presidenta.

Cantabria por el Sáhara es una de las ONGS que desarrollan el programa Vacaciones en Paz, por el que familias cántabras acogen a niños de los campamentos saharauis durante los meses de verano para que no estén expuestos a las altas temperaturas en el desierto (más de 50 grados).

La estancia de los niños en Cantabria les ayuda además a pasar revisiones médicas, mejorar su alimentación y formación, pero, sobre todo, crean lazos con las familias de acogida (que suelen repetir año tras año) y que sirve para concienciar sobre los problemas del pueblo saharaui, en tierra de nadie y sometido a los designios de un régimen tan poco comprensivo con ls derechos humanos como Marruecos.

Niños participantes en programa Vacaciones en Paz (ARCHIVO)

El programa se desarrolla cada verano (justo estos días, de hecho), si bien sus acciones continúan durante todo el año, con recogidas de material, campañas de sensibilización y reivindicación constante del derecho del pueblo saharaui a elegir su propio destino.

Este año hicieron un esfuerzo especial para captar más familias, debido a que en todo el país los recortes han provocado que hubiera menos familias, y, por tanto, menos niños atendidos, por lo que se intentó, y consiguió, tratar de paliar esa bajada con más plazas en Cantabria.

La llegada de los niños se complicó a última hora por cuestiones burocráticas, y todo tras un año especialmente duro en los campamentos, agravada por inundaciones que empeoraron las de por sí difíciles condiciones de vida de un pueblo que ha visto como este año fallecía en un accidente uno de los niños participantes en pasadas ediciones del programa en Cantabria, y con la muerte también de activistas luchadores en defensa de los derechos humanos.

Su cuerpo está en el tanatorio de El Alisal, de donde será trasladado este miércoles a las seis de la tarde al crematorio de La Montañesa, en el polígono de Raos, donde será incinerado.

El deseo de Maite Lorenzo era ser incinerada y que sus cenizas fueran esparcidas en territorio liberado del Sáhara, aquellos que están controlados por el Frente Polisario.

Desde la Asociaciación estudian cómo llevarlo a cabo, y tanto Cantabria por el Sáhara como Izquierda Unida están pensando también en un acto de homenaje «cómo le hubiera gustado a ella», con protagonismo al mundo del activismo social.

Su fallecimiento ha generado numerosas muestras de condolencia, desde el Gobierno de Cantabria hasta representantes de partidos como Podemos, o el propio Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida, junto a miembros de asociaciones y organizaciones de defensa del pueblo saharaui.