El ilustrador Javier de Isusi presenta este martes 16 a las 20h. en la librería La Vorágine el cómic Asylum, un collage de historias humanas con un denominador común; el exilio.

Acompañado por Itziar Caballero del Comité de Ayuda al Refugiado de Euskadi, harán una exposición de la realidad actual de las personas refugiadas y del potencial de la ilustración para trasmitir historias.

Asylum, de Javier de Isusi

Este libro ilustrado forma parte del proyecto “Memorias compartidas: una mirada al derecho de asilo desde las experiencias del exilio durante la guerra civil y el franquismo” desarrollado por CEAR Euskadi, un conjunto de actividades que tratan de contar la forma en la que se están aplicando en la actualidad las legislaciones sobre asilo y como las razones de la partida se repiten a lo largo de la historia.

En este trabajo, los recuerdos de Marina de 94 años, exiliada de la Guerra Civil, se mezclan con los de Sanza, Aina, Chris e Imelda, personas que huyen de la guerra y la violencia, de los matrimonios forzados y la trata para la explotación sexual, de la homofobia y del feminicidio.

Partiendo de ellos, Javier de Isusi muestra en estas páginas las experiencias del exilio y adentra a los lectores en las historias de quienes, ayer y hoy, se ven forzadas a emprender un camino para salvar su vida y su integridad, buscando un lugar donde vivir con dignidad.

El ilustrador e historietista Javier de Isusi lleva años relatando a través de las viñetas. Sus obras más conocidas forman parte de la colección “Los viajes de Juan sin Tierra” (Editorial Astiberri).

Cuatro títulos que recorren América desde México hasta la Patagonia, pasando por la Amazonía y que están basados en sus propias experiencias de viaje por el continente.

Es un autor comprometido que en sus dos últimas obras “He visto ballenas” y la propia “Asylum” indaga en una historia verídica de encuentro de diferentes actores del conflicto vasco, o la historia del exilio.

El ciclo de Cine para Desmemoriados que se organiza en la Librería La Vorágine de Santander en coordinación con el colectivo Desmemoriados está fijando  su mirada en esta tercera edición en los documentales que tratan el exilio, el refugio y las migraciones económicas desde la Guerra Civil hasta la actualidad.

Partiendo de otros exilios, permite reflexionar sobre la situación de quienes en la actualidad huyen de conflictos y se convierten en refugiados.

La causa de los refugiados, pese a haber perdido su impacto más mediático, sigue generando interés y acciones en ciudadanos y movimientos sociales cántabros, como la performance que hubo en Torrelavega, organizada por la asociación cultural Otubre, que simulaba en las calles el estado de guerra en Siria del que huyen los refugiados.

Recientemente, el movimiento Cantabria Actúa organizaba una mesa redonda con refugiados de distintos países en el MAS, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander, acompañada de una intervención artística.

El movimiento Cantabria Actúa se marca el objetivo de ofrecer atención directo a los refugiados retenidos en los campamentos en Grecia.

Las personas interesadas en colaborar con esta campaña puntual pueden realizar su aportación en la cuenta de Banco Caixa: ES66 2100 2069 4602 0009 2082

Asimismo, el otro colectivo de apoyo a los refugiados, Pasaje Seguro, continúa con los preparativos para su cita Santander corre por Siria –de los que ya puede informarse también por Twitter, en la cuenta @correporsiria

Es una prueba deportiva que se desarrollará se desarrollará el próximo 18 de septiembre a las 9.30 horas de la mañana, partiendo desde el Palacete del Embarcadero del Paseo Pereda hasta el Palacio de la Magdalena, ida y vuelta, en total, una legua.

La carrera está dirigida a todas aquellas personas, mayores de 16 años que lo deseen, que estén correctamente inscritas y hayan realizado el pago de la inscripción, que se hará on-line al precio de 10 euros, destinadas a ayudar a los refugiados.

Este verano llegaron a Cantabria los primeros y, por el momento, únicos refugiados, una familia siria que se alojará en un piso en Torrelavega –en lugar de en la anunciada La Pereda, en El sardinero, que se ha sacado a subasta por el Gobierno de Cantabria– y que se encuentra ya en su proceso de adaptación, de la mano de Cruz Roja y su centro internacional en la capital del Besaya.