Foto de la inauguración del

Este lunes se ha inaugurado la primera edición del Global Youth Leadership Forum (GYLF), que reunirá esta semana en Santander a 200 jóvenes líderes internacionales en diferentes materias que buscan abordar “temas básicos” para la sociedad actual.

En la inauguración han estado presentes Jacobo Pombo, presidente del GYLF; Jean-Luc Lamahieu, director de la División de Análisis de Políticas y Asuntos Públicos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, así como el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna.

El GYLF, promovido por el Centro de Estudios Políticos, Globalización y Relaciones Internacionales, está destinado a líderes jóvenes de diversos sectores como el empresarial, social o institucional cuyos perfiles sean especialmente proactivos y conscientes de la importancia de su labor para el desarrollo de sus respectivas regiones.

Esta primera edición está estructurada en torno a 12 sesiones plenarias con diferentes ponentes que contribuyan a un debate crítico y decisivo sobre temas diversos como educación, cooperación, seguridad, economía, desarrollo sostenibles, globalización o liderazgo responsable, entre otros. También habrá actividades como mesas de trabajo o espacios de networking.

Precisamente el foro ha nacido con la voluntad de convertirse en un espacio de debate y discusión donde líderes internacionales, expertos, empresarios, representantes de distintos países y organismos internacionales se reúnan con jóvenes líderes de perfiles sobresalientes en sus distintos ámbitos de actuación y que ostenten importantes responsabilidades en sus países en todos los sectores (políticos, económicos, sociales, culturales, etc.).

Durante la inauguración, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha matizado que algunos de los temas que mayor importancia tienen ahora mismo es fomentar un debate amplio en torno al cambio climático, a la conservación del planeta y el aumento de la esperanza de vida.

Y es que Revilla considera importante destacar que actualmente España cuenta con “la juventud mejor preparada de la historia, de la que una parte no tiene claro su futuro”, y que unido al aumento de la esperanza de vida obliga a las instituciones a ser “responsables, solidarios y justos” para idear mecanismos para que esas personas estén “debidamente atendidas”.