La oposición de Santander, indignada porque se ignorasen las quejas de los vecinos de Cisneros
La oposición de Santander se ha mostrado indignada tras conocerse los vecinos de la calle Cisneros ya habían alertado del riesgo de incendio. Algo que finalmente sucedió este jueves, día 15, cuando se produjo un fuego en el número 24 de calle provocando graves daños materiales.
El concejal de Santander Sí Puede, Antonio Mantecón, ha mantenido un estrecho contacto con los vecinos de la Asociación Vecinal Nueva Florida desde que registraran sus quejas en el Ayuntamiento de Santander el pasado mes de febrero.
“No se puede decir que no ha habido insistencia en avisar al Ayuntamiento, pues estos vecinos habían denunciado también diferentes robos, así como, ruidos, malos olores, venta de drogas, etc”, ha asegurado Mantecón, que mantiene que varios concejales del PP se reunieron con los vecinos y les confesaron que conocían la existencia de ese punto negro, pero que,al parecer, les manifestaron que “no era su competencia”. De hecho, el Consistorio les instó a acudir a la Policía Local.
“Lo cierto es que su incompetencia, la de todos ellos, ha puesto en riesgo la vida de los vecinos y eso debería tener consecuencias”, ha reclamado el concejal, que cree que el suceso se ha producido por “la dejadez del señor alcalde hacia algunos barrios y vecinos de la ciudad”.
Mantecón ha acusado a Iñigo de la Serna de estar “más preocupado de derribar viviendas en buen estado en áreas específicas de la ciudad, objetivo de la codicia y la especulación”.
MANTECÓN CREE QUE EL AYUNTAMIENTO DEBERÍA HACERSE CARGO DE LOS DAÑOS
Y, por haber “ignorado estas alertas”, Santander Sí Puede ha anunciado que presionará para que los daños a los afectados, en caso de haberlos, sean subsanados de manera inmediata.
“El conocimiento previo de esta situación y la pasividad mostrada por el PP obliga ahora a que el Ayuntamiento asuma su responsabilidad civil subsidiaria, en caso de haberla, con los posibles costes que esto pueda acarrear a todos los santanderinos”, ha asegurado el edil.
Por su parte, el Partido Socialista ha reclamado información sobre las quejas de los vecinos.
El concejal Daniel Fernández preguntará en la próxima comisión de Administración y Participación Ciudadana por las reclamaciones que habían manifestado los vecinos sobre el estado del inmueble en el que sucedieron los hechos que provocaron el incendio; y también pedirá que se esclarezcan las causas del incendio.
«El tiempo les ha dado la razón y ahora tendremos que analizar cómo se puede solucionar la situación que atraviesan» afirma Fernández, que pide que se averigüe «si existe algún peligro para el resto de vecinos que habitan en él».
Por ello confía en que «tanto el equipo de gobierno como los servicios técnicos municipales y la Policía Científica actuarán con total diligencia para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad». El PSOE también ha felicitado a los Bomberos y la Policía Local de Santander «por la rápida actuación que evitó que el incendio tuviera peores consecuencias».
LAS QUEJAS VECINALES
Como decíamos, varios vecinos del edificio de la calle Cisneros alertaron del riesgo de incendio, precisamente en uno de los números, el 24, que ardió el pasado jueves 15.
Lo hicieron en varios escritos, a los que ha tenido acceso EL FARADIO, presentados el pasado mes de febrero en el registro del propio Ayuntamiento de Santander por miembros de la asociación de vecinos Nueva Florida
En el primero de ellos se relataba como en los números 22,24 y 26 se requería una actuación “de urgencia” ante la presencia de personas que estaban “entrando ilegalmente” en el entresuelo del número 24. Los vecinos pedían que se adoptaran las “medidas oportunas” para evitar “futuros problemas”.
En otro hablaban del estado “deplorable” de ese mismo sitio, el entresuelo del número 24, con “malas condiciones higiénicas” que podrían suponer un “foco de infecciones” por la basura y las ratas.
En ese documento hablaban ya expresamente de que se produjera una “tragedia” por el “riesgo real de incendio” por la presencia de colillas o velas y la falta de instalación eléctrica, que obligaba a usar velas para tener luz, en un peligro acrecentado al tratarse de un edificio de madera.
A estos escritos ante el Ayuntamiento se han sumado denuncias de propietarios ante Policía Local y Nacional, además de denuncias en Sanidad.
Desde el Ayuntamiento se les aseguró que el asunto era competencia de la Policía Nacional y que tendrían que ser ellos, los vecinos, los que se dirigieran a este cuerpo.