800 personas inscritas, de las cuales en torno a 400 correrán y otras tantas han comprado un dorsal cero, más de 100 voluntarios, la colaboración solidaria de artistas, periodistas, deportistas…

Es la otra cara de la carrera Santander corre por Siria, organizada por Pasaje Seguro Cantabria, Amnistía Internacional y la Asociación de apoyo al pueblo sirio, para correr por la población siria este próximo domingo 18 de septiembre.

“Estamos encantadas con la respuesta de la gente”, aseguran desde la organización, “es emocionante comprobar que, a tantos kilómetros de Siria, muchas personas tienen el corazón puesto en su población, se preocupan por su dramática situación y se ponen en marcha para apoyarla. Animamos a la gente que ve en televisión o en las redes sociales el infierno que pasan los sirios y se sienten impotentes, que den un paso adelante, y se unan a una de las muchas iniciativas que hay en marcha”.

Porque cada paso cuenta, Santander, ¡Corre por Siria!

Los beneficios de la carrera serán destinados a introducir ayud humanitaria en Siria.

Esta semana se ha abierto un corredor humanitario que hará llegar ayuda a la población, pero sin duda nada es suficiente para paliar la extrema necesidad de un pueblo asediado por la guerra desde hace más de cinco años.

Además de la carrera, el fin de semana hay preparadas abundantes actividades dedicadas a la situación de la población siria.

Arrancará el sábado 17, a las 12.00 de la mañana, con una mesa redonda en la librería La Vorágine sobre la situación del pueblo sirio, moderada por el periodista Oscar Allende, seguirá de 18 a 22 con la entrega de dorsales en el Paseo Pereda con abundante animación musical.

Y el domingo, tras la carrera, narrada por el periodista Guillem Ruisánchez, y la entrega de los premios -varios aguafuertes donados por el artista Eloy Velázquez-, habrá varios talleres -pintura, circo y danzas del mundo- para finalizar, a partir de las 13.00, con un concierto de los alumnos de la Escuela de Música Moderna Musiquea, conducido por Inés Pardo.

La carrera es una muestra del contraste que existe entre la actitud del Gobierno de España, de facto reacio a acoger refugiados, y la de la sociedad civil.

«Insistimos en que el Gobierno de España no ha cumplido ni de lejos con el cupo de refugiados que se comprometió a acoger, y eso que lo hizo a regañadientes, por la presión ciudadana», señalan desde la organización.

A los 100 voluntarios y voluntarias y artistas participantes, hay que sumar los muchísimos apoyos que la carrera está recibiendo, además de que la mitad de los dorsales adquiridos son ‘cero’, esto es, aportaciones solidarias.

Hay historias en las inscripciones como, por ejemplo, familias enteras implicadas en la carrera. Es el caso de N., que se encargará de entregar uno de los premios: una niña de ocho años que hizo un powerpoint sobre los refugiados que ha ido mostrando en diversas clases, cuya hermana y sus amigas han repartido tantos flyers de la carrera que tuvieron que hacer fotocopias que pagaron de su bolsillo, y cuyo padre es corredor y su madre voluntaria.

“Cientos de historias de apoyo y solidaridad por parte de la sociedad civil iluminan el drama de los refugiados, esta crisis de humanidad que se vive en Europa por culpa de sus gobiernos y de una política de fronteras que apuesta por la inhumanidad y no respeta los Derechos Humanos ni la legalidad internacional”, afirman desde la organización.