Este lunes, 3 de octubre, la Librería Gil de la Plaza Pombo presenta el libro de Edurne Portela, ‘El eco de los disparos’, editado por Galaxia Gutenberg. En la presentación, que tendrá lugar a partir de las 19.00 horas, contará con la colaboración de la periodista Berna González Harbour.

En este Libre Portela recoge las memorias íntimas de las víctimas más cercanas de la violencia que ha sembrado la banda terrorista ETA tanto en el País Vasco como en el resto de España.

Portela se basa en este relato en la premisa del profesor y ensayista George Steiner, que afirma que la sociedad es cómplice de lo que le deja indiferente, de lo que mira de reojo prefiriendo no saber; cuando una vez finalizada la violencia exige el olvido.

Una realidad que este país ha vivido demasiado bien, primero con la guerra civil y la dictadura franquista, enterradas a la fuerza, y ahora con el sufrimiento que han ocasionado 40 años de terrorismo etarra.

También en Europa se ha llevado a cabo este proceso de olvido forzoso con la guerra de los Balcanes o la Irlanda del IRA. La historia se va repitiendo año tras año.

Cinco años han pasado desde que ETA anunciara el cese definitivo de la lucha armada y, desde entonces, una buena parte de la sociedad española y vasca parece estar dispuesta a pasar página, como si las últimas décadas de violencia hubieran sido tan solo una pesadilla, como si la violencia que afectó a tantas personas dentro y fuera de los territorios vascos se pudiera circunscribir a un pasado cerrado.

Pero la historia, la responsabilidad frente al pasado, no desaparece por prescripción, sobre todo cuando ampliamos la mirada y consideramos parte del conflicto no sólo a víctimas y perpetradores, sino a la sociedad que fue testigo de la misma –a veces testigo cómplice, a veces testigo amedrentado, a veces testigo indiferente–.

Edurne Portela ofrece en este libro una serie de memorias íntimas de la violencia y defiende, a través de reflexiones sobre la literatura y cine actuales, una cultura para el presente que ayude a afrontar las heridas del pasado.

A sus 42 años, esta doctora en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Chapel Hill, Carolina del Norte ha trabajado hasta el pasado año en la Universidad de Lehigh (Pensilvania), como profesora titular de Literatura Latinoamericana y Española donde también ha ejercido como directora del Humanities Center.

Su trabajo se ha centrado en el estudio de la violencia y sus representaciones en la cultura contemporánea. De sus estudios ha surgido el libro ‘Displaced Memories: The Poetics of Trauma in Argentine Women’s Writings’, publicado en el año 2009, así como numerosos artículos académicos sobre la relación entre memoria, testimonio y ficción, específicamente en obras de autoras argentinas y españolas que escriben sobre experiencias de cárcel, tortura y exilio.