Pasaje Seguro Cantabria, una de las asociaciones que trabaja desde la región en apoyo a los refugiados y que busca establecer vías seguras y controladas para su huida de la guerra, considera “insoportable” el reguero de muertes que se siguen produciendo en el Mediterráneo.

Estas muertes se producen por la ausencia de vías seguras para que las víctimas de las guerras de Oriente Medio puedan tener una salida hacia un lugar más protegido. Al mismo tiempo, Pasaje Seguro ha criticado que la “apuesta exclusiva” de la UE pase por el control de las fronteras, que muestra la rápida puesta en marcha de la Guardia Europea de Fronteras y Costas.

Bombardeos en Siria

La UE ha establecido una Guardia Europea de Fronteras y Costas formada por 1.500 agentes, de los cuales 111 son españoles, para reforzar las fronteras de la Unión que se vean sometidas a presión.

La asociación cántabra denuncia que su creación se ha resuelto en tan solo diez meses en un proceso a tres bandas entre la Comisión, la Eurocámara y el Consejo de Europa, mientras siguen sin dar una solución a las personas que se encuentran atrapadas en las fronteras desde mucho antes o a quienes arriesgan su vida en un periplo dramático.

Consideran que esto prueba el “tinte xenófobo y miserable” que está alcanzando la UE y que “sobrepasa todo lo tolerable”, mientras siguen habiendo silencio sobre los miles de personas ahogadas en el Mediterráneo.

Pasaje Seguro refleja toda esta política comenzó en 2014, cuando el dispositivo Mare Nostrum, que en un año había rescatado a más de 100.000 personas, fue sustituido por Tritón, la operación financiada por la UE para controlar las fronteras costeras europeas. En ese momento, denuncian “la vida de las personas pasó a un segundo plano en las prioridades”.

Y es que en la UE se ha instalado un verdadero silencio sobre la situación de las 60.000 personas refugiadas atrapadas en Grecia, encerradas la mayoría en campos militares, y que estas asociaciones siguen denunciando.

“El vergonzoso tratado con Turquía ralentizó el flujo de entrada por esa frontera desviándolo hacia la peligrosa vía del Mediterráneo sur, mientras Bulgaria levantaba vallas y concertinas, y Hungría cuestionaba con sus vallas el espacio Schengen sin que la UE ni siquiera replicase cuando Orbán propuso reintroducir la pena de muerte o crear campos de trabajo para refugiados e inmigrantes”, cuentan desde Pasaje Seguro, que cuenta también con muchos voluntarios en la zona y que trabajan desde Cantabria por llevar la ayuda a los países en conflicto.

De hecho, el pasado 18 de septiembre organizaron, junto a Amnistía Internacional y la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, una carrera solidaria en Santander en favor del pueblo sirio. Más de 1.300 personas se unieron para cubrir la distancia de una legua (7.200 metros), para recaudar fondos y poder enviar ayuda dentro del país.

“NO ESPERAMOS TANTO SU HUMANIDAD COMO UN MÍNIMO RESPETO A LA LEGALIDAD INTERNACIONAL”

Santander corre por Siria (Fotografía: Amaia Carracedo Arana)

Desde la asociación cántabra denuncian esta actitud de los Gobiernos, también el español, que tachan de “necia, egoísta e inhumana”. “No esperamos tanto su humanidad como un mínimo respeto a la legalidad internacional y a los deseos de la ciudadanía, empezando por muchos de sus votantes, que se hayan escandalizados ante esta vergüenza”, manifiestan.

Señalan que en todo este tipo España ha acogido a poco más de 500 de las más de 16.000 personas que se comprometió a acoger. Aseguran que a Cantabria ha llegado tan sólo a una familia según han podido averiguar, por lo que exigen que se cumplan los acuerdos tomados, y que se implementen, de una vez, políticas acordes a los Derechos Humanos y el sentir mayoritario de la ciudadanía.